martes, 9 de agosto de 2011

briznas (9)



(un cuento fallido)


Un mes después,
el alumno se inclinó ante el maestro:
-Ya tengo la solución: la mente es la lengua del espejo.
-Nada tienes: si el espejo se quiebra, la mente permanece.
Busca el fuego que no quema y el agua que arde.

Un mes más tarde,
el alumno se inclinó ante el maestro:
-Lo tengo: no hay huella que no haya sido escrita.
La mente es la huella y el cuerpo, la pisada. La vida es el camino.
-Nada tienes: si la huella hubiera sido escrita, ¿cómo leerla?
Sólo leemos lo ilegible, con ojos ciegos. No hay huella, porque no hay mente.

Un mes más tarde,
el alumno se inclinó ante el maestro:
-Lo tengo: no hay mente, no hay cuerpo, no hay espejo, no hay huella, no hay vida, no hay camino.
-Esto me complace, pero aún nada tienes: “no hay” ya es un cuerpo que otorgas a las cosas. Debes ir más allá del “hay”, del “no hay”, del “es” y del “no es”.

Un mes más tarde,
el alumno se inclinó ante el maestro:
-Nada tengo, maestro: no hay pregunta ni respuesta. Sólo me queda buscar la música callada del mundo, sin cuerpo y sin luz. Lo sin palabra, raíz.
-Eso está mejor, pero aún falta algo: saber que tú no eres el alumno, ni yo el maestro, y que no hay nada que enseñar. Acércate.

El monje parpadeó, extrañado. Durante aquellos ocho años, nunca había visto el rostro del maestro, siempre iluminado a contraluz.

Se acercó con timidez, procurando no hacer ruido en el tatami.

Vio el rostro mudo de un mono de piedra.

15 comentarios:

anamaría hurtado dijo...

Querido Stalker!
de la nada traes esta maravilla!!
la antigua perplejidad ante nuestras nadas, el sucesivo despojarse, los fugitivos trazos que se nos escurren, y de nuevo , el silencio

fuerte abrazo
anamaría

anamaría hurtado dijo...

me hiciste recordar esto:

la arena resbala entre mis huellas
con sus pequeños dedos de agua
las disuelve
las acoge
sin dejarles salida
...
se adentran en la infame morada de lo eterno

Isabel Martínez Barquero dijo...

Es un cuento precioso, Stalker, una metáfora que muestra la ausencia de respuesta y la siempre peligrosa senda del vivir.
Me encantó.
Un abrazo y gracias.

Laia dijo...

sin palabras. magnífico...y a la vez me da miedo...

J. G. dijo...

los espejos y sus alegres soledades impuestas, excelente forma de verlo.

Ahab dijo...

"saber que tú no eres el alumno, ni yo el maestro, y que no hay nada que enseñar. Acércate."

se quedó eso
en ese sitio -si acaso es-

el lugar vacío del que parten las nuevas conductas; hojas fuera; capas fuera; porque ninguna vale; camino de sin

Anónimo dijo...

Magnífico, y muy foucaultiano, por cierto!

Darío dijo...

Fallido, en tanto y en cuanto, un cuento siempre es, apenas un intento. Nada hay.

Stalker dijo...

Anamaría:

todo este trayecto para llegar a lo pequeño, ese pequeño silencio

creo que merece la pena callar

un abrazo-sonajero!

Stalker dijo...

Isabel:

la ausencia de respuesta, y la inutilidad, la improcedencia de la pregunta...

abrazo silencioso

Stalker dijo...

Laia:

verás que si te acercas al mono de piedra, no da miedo

yo ya he estado allí

su sonrisa es dulce

Stalker dijo...

J. G:

una soledad no tan sonora, pero alegre, sí...

salud

Stalker dijo...

Ahab:

ahí quedó todo. Y lo bueno es que no quedó "más allá de", como pretenden los impostores. Quedó más acá, muy cerca, más que la piel y el aliento

en lo dentro
sin

Stalker dijo...

Ataúlfa:

nunca se me habría ocurrido el adjetivo: foucaltiano!

y por cierto me complace...

por cierto, Ata, ¿has leído a Ivan Illich? Es como un primo hermano de Foucault, pero más encabronado, más "inaceptable". Los esfuerzos por silenciarlo silenciarlo casi han funcionado,

si no lo conoces, te interesará

Stalker dijo...

Joven llamado cuervo:

fallido, sí, porque no acaba de estar bien resuelto conceptualmente, y la narración es torpe

pero dice algo que siento muy cercano, me siento cerca del mono de piedra, lo siento muy vivo

un abrazo

 
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