jueves, 25 de agosto de 2011

briznas (25)



calor

silencio

quietud

otra quietud

la "virtud" de detenerse y cesar (el ruido interno)

morar en un instante

asumir la lengua intersticial

8 comentarios:

vera eikon dijo...

Sin embargo a mí el calor me hace caer en lo blando. Es esta una blandura demasiado mullida, que me engulle y ahoga. En el calor siempre añoro el filo, y la arista.
En la quietud no añoro nada. Quizás sólo una ligera brisa colgándose de los árboles. Aunque a veces pienso que(para mí) no existe mayor quietud que la de la brisa balanceando las hojas, por muy contradictoria que esta afirmación parezca.
Lengua intersticial....

Un abrazo

Darío dijo...

Morar en un instante. Me sabe un intento heroico.

Lola Torres Bañuls dijo...

Cesar el ruido interno. observar el silencio.

Un abrazo

Eastriver dijo...

Bonito, muy bonito. Yo necesito un poco de fresco en estas circunstancias de búsqueda, pero eso ya es muy de cada cual. Un abrazo.

Stalker dijo...

Vera:

es magnífico:

"En el calor siempre añoro el filo, y la arista".

un verso que adentra...

no hay contradicción en lo que dices: a veces la quietud se da en el movimiento. La quietud es quizá una temperatura, una mayor vibración de los cuerpos...

un abrazo

Stalker dijo...

Joven cuervo:

es heroico y difícil, sí...

perseveremos...

Stalker dijo...

Querida ave zancuda:

de estas cosas sabes mucho, no en vano eres un pajarito taoísta; nos enseñas, siempre, la levedad,

abrazo fuerte!

Stalker dijo...

Ramón:

en efecto, un poco de fresco. Aire. Respirar: todo un logro estos días,

espero que la brisa sople, alta, en el poble...

abrazo!

 
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