sábado, 4 de octubre de 2008

La tentación lapidaria


Los cansados hombres del futuro serán incapaces de leer una novela o un ensayo, todo lo que entraña un sistema o un discurso. Parásitos de la fulguración, sólo leerán aforismos. Es la razón por la que se escriben estas líneas: para complacer a los abúlicos, a los decadentes que vivirán en las ruinas de nuestra civilización.

8 comentarios:

Fackel dijo...

¿Los cansados hombres del futuro? ¿Cansados de abulia, de ocio, de inacción? Es probable lo que afirmas con amargura. Pero yo dudo siquiera de que lean aforismos. Porque el aforismo es síntesis, digestión, encriptamiento, quintasencia de expreicnia y conocimiento. Stalker, compañero, como mucho leerán mensajes publicitarios.

Pero alabo la intención de tus escrituras, si bien me queda la duda de si merece la pena complacer a los desinteresados.

Stalker dijo...

Quizá la publicidad pueda entenderse como aforismos descarnados, sin el hueso de ese encriptamiento y condensación. Quizá sean aforismos descafeinados. Aunque no sé si la publicidad se lee o se percibe, más bien nos asalta y acaba siendo un ruido de fondo que pretende calar subliminalmente porque en primer plano apenas la percibimos...

Ciertamente, es difícil que en el futuro se lean aforismos cuando es un género muy poco leído incluso en el presente. Fíjate que el mercado editorial de este país es absolutamente reacio a publicar libros de este tipo (hay excepciones, claro). Más bien parece un género con cierta filiación francesa (desde Pascal, La Rochefoucauld hasta Cioran) o, como mucho, centroeuropea (Canetti...).

Ya ves, Fackel, el chivato que tengo a la derecha me acaba de decir tu ciudad de residencia, cuyo secreto tan celosamente guardabas. Por cierto, tengo grandes amigos allí. Abrazos.

soperos dijo...

deberá nacer un sistema de intro-comunicación, mucho más acá del objeto. acariciar un pájaro no para quedar intactos (pájaro y mano) sino para que no nos duela la orfandad de lo que anida...

esta mañana me oí pensando lo siguiente: "la superficie del pájaro", como si fuera algo más que la posibilidad de un título como cajón de obras...

asimismo, la televisión no tiene paladar y los jueces la ven como dictan sentencias...

me gustaría saber leer de verdad casi cualquier tipo de trazas, sobre todo las invisibles...

besos, amigos!
òscar

Stalker dijo...

¡Óscar, has escrito un poema! No esperaba menos de ti. No te hace falta escribir poesía porque tu propia visión del mundo ya es poética.

Cuánto vértigo en la superficie del pájaro...

soperos dijo...

mecachis!.

òscar.

Ana Hidalgo dijo...

yo creo que existirá -o existe- el escritor decadente cansado, es decir aquel que sólo es capaz de escribir en fragmentos, pues aunque posee el impulso de la escritura -la lectura y el mundo se lo da- tiene el freno, la decepción del hombre de hoy, y se queda en el punto intermedio, en el aforismo que sale casi sin querer, que trabaja y pule pero que no alarga, y que guarda en el cajón o a lo mucho pone en el blog.

Inma dijo...

El hombre cansado de qué? Somos pasto de nuestro propio cerebro. Encontramos siempre melancolía y romanticismo en la autodestrucción, en la decadencia a la que el hombre se ve abocado de vez en cuando.
Dudo que la literatura en todas sus vertientes, corrientes, estilos, se extinga con la facilidad con la que se van algunas especies.
Siempre habrá un ojo soberbio como el nuestro llorando porque no quedan almas sublimes pero es que a lo que llegue el hombre y su civilización es consecuencia más que merecida.
(Por cierto, no uso siempre heterónimos, como dice Ana en su última publicación, hablo de mí, de todas mis piezas desmontadas, ojalá mis idas de olla fuesen pura especulación creativa, sería menos doloroso)
Gracias de nuevo por tu compañía

Stalker dijo...

No sé si son especulativas, pero tus "idas de olla" son enormemente creativas, Condesa.

¡Abrazos!

 
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