viernes, 24 de octubre de 2008

Des-aparecer, cercos, buitre


Todas las cosas conspiran para la desaparición. Des-aparecer es el objetivo. El mundo es la historia de la visibilidad -el mundo que fue contado por los antiguos griegos-: apariciones y des-apariciones o la continuidad bajo la vida y la muerte. Aparición y des-aparición de lo que yo no soy, siéndolo más de lo que me soy a mí misma por debajo de mí. Aparición y des-aparición de lo que no somos, ya que ser es ser limitado, ser es estar cercado, ser es vivir en un cerco: vivir atemorizado en un círculo de fuego sin atreverse a a-cercarse, a romper el cerco aproximándose a las llamas que aprisionan con su horror, con su nada, con su amenaza. La purificación, la destrucción por el fuego. Purificarse: desintegrarse. Des-integrarse: romper los límites que nos hacen ser: ser íntegro, ser una fuera de lo que sigue, a pesar de lo que sigue, por encima de lo que sigue. Yo soy una y mi cerco, un cerco abierto como un ojo, un ojo que deslinda, que traza los lindes con fuego: aquel fuego que brota del párpado, nunca de la córnea. En la córnea, sobre ella, como pantalla translúcida: las lágrimas, sobre la córnea la gigantesca cortina de agua que mana dolorosamente de las entrañas, el agua del dolor que apaga el fuego sin romper el cerco, impidiendo, ahora y luego, la purificación.
Las lágrimas son una desobediencia a la ley del universo: aparición-des-aparición. Las lágrimas son la culpa y el precio por el territorio conquistado: yo soy una y mi cerco.

Destruyamos. Desautoricemos lo escrito. Mi cerco y yo nos construimos en otro cerco: el del lenguaje. Cada lenguaje un cerco. La transgresión: el trabajo de la metáfora. Transgresión lingüística, rápida, penetrante, creadora. La apariencia salta fuera del ojo, el ojo fuera de su córnea. La forma puede volverse música.
La palabra guía dentro del cerco. De cerco a cerco ¿quién anda? ¿Qué aguijón penetra en los espacios que el fuego pone al rojo? De cerco a cerco nada, o tal vez el águila. El lenguaje de los cercos requiere otros conceptos, otras palabras: palabras trashumantes, palabras bereberes, palabras del desierto: sin eco, hechas de sílabas que se desmoronan al pronunciarse, palabras tránsfugas o planeadoras, palabras buitres, palabras carroñeras que limpien los viejos cercos de sus muertos, de sus asesinados y de sus asesinos. El lenguaje de los cercos requiere el vuelo. De cerco a cerco se vuela. Se vuela como los buitres, con el pico ensangrentado, con flecos de carne descompuesta colgados en las comisuras propagando, de cerco en cerco, el virus: el ansia de hacer mundos.
¿Y las lágrimas? ¿Y el agua? Pura convulsión del aire licuado por el frío.
La córnea vaciada de su ojo es el estanque de materia donde Leibniz creía ver el universo: la unidad de todo lo posible. El ojo, sin su córnea, apenas se parece al diseño de un ojo.
¿Y si lo posible fuera lágrimas infinitas? ¿Y si el dolor fuera el infinito anhelo de todo lo posible por existir?
¿Y si las lágrimas fuesen el dolor de existir que se expande por todos los cercos de los cercos?

Desautorizar el texto: dejar al texto huérfano, matar al autor, destruir al que dice yo bajo el texto, al que dice yo sin decir "digo", desplazar al que escribe, dejar huérfano al que escribe, huérfano del texto que ya le precede, que siempre le ha precedido, que le precede en el cerco, que le encierra en su cerco, que le induce a cercarse y a decir yo, des-autorizar el texto cuando dice "lágrimas", con-textualizar al texto con otro texto que lo embeba como un papel secante, des-autorizar al yo cuando escribe "dolor" sin escribir que escribe, y dejar en suspenso el juicio sobre la posible des-aparición de una muy antigua creencia.

¿Y el grito? El grito es la flecha disparada que se eleva, vertical, y alcanza al buitre en pleno vuelo.

Filosofía en los días críticos, Diarios, 1996-1998, Chantal Maillard

10 comentarios:

soperos dijo...

es tan in-tenso este disparo de la flecha-texto-entero que provoca justamente eso, des-atender-yo... lo sé lo sé, son estas palabras una mala imitación pero me sirven para contar... ¿contar qué?... la nada tras las palabras, adentro de las mías, de este comentario, disparo en mi buitre a-cercado, como dice maillard, para meter todo el significado en una cajita y agitar las palabras hasta descomponerlas, hasta que signifiquen nada, y ese mismo desbarajuste cree el verdadero significado de lo que digo, no la palabra, sino el montón inerte de significados en las letras y sílabas re-vueltas, ¿para qué?, insisto, para tras-lindar, para des-cercar, para, finalmente, gritar antes de lo que es grito y hacerlo insignificante, irrisorio, como lo son las vidas del yo, del individuo, de lo que es uno, porque no hay UNO, hay solamente el eco de un grito que significa nada, lo que somos, la verdad de eso, no-calificativo, instante que fuga, que tiene la propensión a morir para definitivamente instalarse en esa materia viva del cajoncito de palabras revueltas, de yoes deconstruidos que vertemos junto al árbol, esta materia somos porque seremos así, definitivos, insisto, esa ceniza constrirá el fuego del reposo, que, poco a poco, tan elegante, inmortalizará en una manzana un verano, en una manzana un verano, en una manzana un verano (...) hasta conseguir eso, un ciclo de veranos y un manzano muerto, que volverá a hacerse ciclo de lo muerto vivo, intensamente vivo, somos eso, una manzana que fue y ahora será la decimoquinta manzana que madura. quizás la mano de un animal que no sé nombrar un día se la lleve a la boca y la manzana diga "fui yo", el presente que me hizo y bajarse de este texto medio mareado con el calzón a cuestas y salir a la calle, al arrabal, al camino, al campo, dar una vuelta, sólo eso... vueltas, olvidado de palabras sin saber y no importar... arriba un buitre o una paloma intacta como la manzana de la siguiente primavera, muchas gracias maillard como stalker...

òscar (ni puta idea de lo que escribí).

Stalker dijo...

Òscar, maravillosa digresión poético-filosófica, vertida desde tu genial intuición de siempre...

Si sólo este párrafo te provoca esta reacción, imagina la lectura del libro entero. Te lo recomiendo encarecidamente. Tiene momentos, como éste, que turban y perturban, te quebrantan algo por dentro, te desenraízan.

Aún sigo ebrio por su lectura, años después, y ahora releo, embelesado...

Abrazos desde abajo (para pájaro)

soperos dijo...

pronto lo leo, amigo stalker, menuda la que me espera, qué tremenda ilusión, muy pronto...

besos,
òscar.

Inma dijo...

Desintegrarse rompiendo los límites de nuestro propio cerco, transgredir.. pero el mundo está tan ocupado con cosas banales! Cada cual se ocupa de su yo manteniéndolo precisamente a raya, en lugar de buscar una puerta por donde dejarle salir y ser.
Adoro esta expresión: 'palabras trashumantes'.
Es tan bello este texto, tanta profundidad para llamar a la desobediencia al universo, a lo establecido, a deformar la palabra y dejarla que se desmorone, sin atadura, prófuga..
Me ha gustado mucho, Stalker!
(por cierto, la envidia me corroe, yo he visto sólo una vez a The Cure, hace mucho tiempo, aunque no estuvo nada mal, un concierto glorioso, gratis, en la playa de Riazor en Coruña. Tiempos aquellos en que el ayuntamiento aún no se había manchado las manos trayendo como trajo después a cantantes de la 'talla' de Chenoa y demás.. qué penita. La canción que subí es una de mis favoritas, me parece onírica y la letra me encanta)

Stalker dijo...

Òscar, la lectura de los búfalos es lenta, se rumian las palabras. Y es tan rico el pasto así digerido...

Abrazos

Stalker dijo...

Sí, Inma, es un texto tremendo, como el libro en su conjunto.

Me da una gran alegría compartir a The Cure, esa gran banda que me trae tan gratos recuerdos. Si puedes repetir, no te los pierdas; lástima que se prodiguen tan poco.

Abrazos para ti

Anca Balaj dijo...

"Filosofía en los días críticos", me gusta, dice mucho y te deja así, pensando en la continuación. Es lo que más me ha gustado.

Stalker dijo...

Sí, aminuscula, pondré entonces algunos fragmentos más de este libro singular... y luego seguiré con los otros dos diarios de Maillard.

Sé bienvenida...

Ana Hidalgo dijo...

en este texto aparecen muchas ideas a las que últimamente les estoy dando mucha vuelta, todo en relación a un trabajo que sobre Chantal Maillard preparo para una asignatura de la carrera. Ideas sobre el lenguaje, sobre la necesidad de su desmoronamiento -cuando tenga listo el trabajo, stalker, dentro de unas semanas, te lo mandaré por correo, a ver qué te parece. Yo he leído "Diarios indios" y ahora mismo estoy con "Husos" -esta semana buscaré en las librerías "Filosofía en los días críticos".

p.d- por cierto, ¿has leído a maría zambrano? a maillard parece que le interesaba. "claros del bosque" es un libro maravilloso que creo que te podría gustar -aunque no me extrañaría nada que ya te hayas encontrado con él y lo hayas disfrutado.

Stalker dijo...

Querida Ana:

será un placer leer ese trabajo cuando esté listo...

Claro que conozco a María Zambrano. Confieso que me gusta a veces y otras no tanto; creo que, como le ocurre a Valente, a veces se deja llevar por la mera sonoridad del lenguaje, y esto cuando se pretende armar un discuro filosófica no basta: hace falta argamasa, estructura, cimientos... da la impresión de que Zambrano, en ocasiones, dice muy poco al margen de ciertos giros herméticos que caen sobre sí mismos y se invalidan como teorías especulativas. Claro que todo esto es una impresión personal, y en otros textos Zambrano, y Valente, me parecen excepcionales...

Maillard tiene varios libros sobre Zambrano, entre ellos "La creación por la metáfora, introducción a la razón poética". Y luego tiene otro ensayo titulado "La razón estética", donde quiere al parecer pretende darle una vuelta de tuerca a la razón poética zambraniana.

 
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