lunes, 18 de abril de 2011

La vida en el umbral



Intuyo un colibrí
parido
por un Dios infinito.
Del pico del colibrí
nacen imágenes.
Y el colibrí dicta
su aritmética al cuerpo,
posado sobre un puente de plata.
Todo esto ocurre
en el centro inasible
de una glándula.
Mientras la lluvia golpea la ventana
y tú juegas sentada frente al fuego.

Mariel Manrique, Descartes en Holanda

26 comentarios:

Portinari dijo...

Aúllo a la luna. Esta es la luz eterna del atardecer.

Desarmarse animal y esperar el brote de vida.

Alargarse aquí.

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Stalker dijo...

Portinari:

me alegra que seas la primera en pasar por aquí...

secretamente, muchos sabemos que tú eres el colibrí

(el pájaro que quizá da cuerda al mundo, el pájaro que para el mundo)

el brote de vida, mudo, siempre, dentro

crece

/abrazo

Say dijo...

leer y sentirme ahí,

refugiada...

comienzo a trabajar con el temblor dentro...

Lola Torres Bañuls dijo...

En estos momentos mis alas de ave zancuda no pueden volar y de mi garganta no sale ningún sonido.

UN ABRAZO MUY GRANDE A MARIEL. UN ABRAZO DE AVE ZANCUDA, UN ABRAZO PARA LLEVARLE ENTRE EL AIRE LA TIBIEZA de mi cuerpo pequeño., Un abrazo para la FUERZA.

EG dijo...

"un abrazo para la fuerza"...!!! me tiro encima de ustedes y somos tres abrazándonos!(se permiten más cuerpos)
Decime Stalker, si tengo en libro en mi biblioteca, porqué no ví este pequeño y hermoso poema volador?

Un saludo

Darío dijo...

Adoro los pájaros que dan cuerda al mundo, aunque a veces se me viene a las mientes que para poder verlos uno debe desarmarse, desgarrarse.
Quizá Mariel sea ese señor Okada, dispuesta a entrar en el pozo, con todas sus implicancias. Porque ver al pájaro-colibrí no es bendición de "iluminados", sino de aquellos que son capaces de dejar el cuerpo y el alma a tiro de balas y lapidaciones.
Un abrazo.

leonardo dijo...

Se nace no de lo nacido sino de lo que nace, de lo por nacer. Mariel nos propone no un colibrí que succiona sino uno surtidor, dentro de una glándula que secreta alguna poción secreta de vida. Todo está a punto de, todo es intuición fructífera de lo plural que vendrá.
abrazos

Stalker dijo...

Say:

el temblor dentro, el aleteo del colibrí, las palabras de Mariel:

dentro de todo eso serás siempre animalito,

un abrazo

Stalker dijo...

Lola:

es emocionante, me sumo a tu vuelo, añado mi cuerpo y mi vértigo...

abrazo

Stalker dijo...

Emma:

todos los cuerpos caben en un latido, ahí donde hemos destruido el tiempo.

se me ocurre que no viste ese pequeño poema porque el colibrí (que es el centro de Mariel, el corazón-Mariel haciéndose) cambia de lugar constantemente, es pura mudanza, metamorfosis, aleteo: cambia a cada instante y no es fácil aprehenderlo,

pero ahora que se ha posado en ti ya lo tienes para siempre,

un abrazo

Stalker dijo...

Curiyú:

has enunciado con precisión matemática uno de los principios de la gravedad y el sacrificio. Yo creo que Mariel se da sin fisuras, se vuelca de tal forma en los demás, pone el cuerpo con tan hermosa rabia y pasión de vida, que hace añicos las defensas (mentales) que nos inocularon y nos inventa un cuerpo nuevo: cuerpo múltiple, cuerpo camada, deslenguado a fuerza de la lengua plural que lo habita, cuerpo arte-facto, alzado desde el arte minucioso de la saliva del perro que se reconoce en los muchos, en lo calentito y en la abolición de las fronteras.

Tras la lapidación, la vida,

un abrazo

Stalker dijo...

Leonardo:

es cierto, Mariel es fruto a punto de, lengua plural que vendrá y que sin embargo ha venido, ha venido siempre desde el reconocimiento del fruto anticipado, desde la promesa legible y el don de la entrega sin reservas...

"Quien más da, más tiene (matemáticas de dios)", vi en una cosita de Val del Omar. Matemáticas de dioses, mejor, lengua divina plural de cachorros que cifra la riqueza del fruto perpetuamente ofrecido que es Mariel, porque ella habla la lengua del don y de la hospitalidad, la única que aún podrá salvarnos,

un abrazo fuerte

Anónimo dijo...

Yo sólo soy una lectora de poesía, vuestra, de la mayoría de quienes aquí habéis escrito y de Mariel.

Desde aquí le mando toda la fuerza...
Te busco en tus textos, es lo único que conozco de ti... que mi búsqueda te llegue de algún modo.

M.

NáN dijo...

La poesía de los eventos, que nos cuenta la verdad oculta de ellos, cada vez me gusta más. Que haya personas que mantengan abiertos simultáneamente los ojos de fuera y los de dentro.

Stalker dijo...

Anónima, M.:

ser lectora de poesía en estos tiempos es una bendición, quizá en esa actitud, que es desprendida, hay uno de los pocos espacios que aún no han sido del todo colonizados por los mecanismos del poder...

Encontrarás a Mariel en sus textos, su generosidad, su vitalidad, todo lo que ella es,

un abrazo

Stalker dijo...

Nán:

sopresa grata verte por aquí...

Mariel mantiene abiertos ambos ojos, los de dentro y los de fuera. Sospecho que también tiene un tercer ojo, y un cuarto, y un quinto, y que así nos acerca más a la vida que lleva dentro,

un abrazo

Laia dijo...

haciendo ruta por vuestros umbrales (pájaro/stalker) encuentro dos magníficos poemas que se hablan, dos puentes colgantes que extender en el vacío de la voz.
(yo leo los poemas en voz alta para que entren, o resbalen, todavía no sé muy bien adónde.)
y me doy cuenta de que ya no sé hablar de los poemas, tampoco: solo los mastico despacio como un rumiante y busco en ellos un lugar donde vivir tan necesario.
el poema de Mariel, su depurada intuición del afuera, del hilo subyacente, su reinvención... me quedo a dormir en los versos "Todo esto ocurre
en el centro inasible
de una glándula."

gracias...abrazos

Stalker dijo...

Laia!

comparto profundamente esa necesidad de leer el poema en voz alta, de leerlo en voz alta y de que lo lea el autor también (aunque al leerlo el poema se desmenuce o decaiga, importa poco; el pulso de quien dice es revelador, siempre, y en la voz están todos nuestros pliegues)

ser rumiante de este poema de Mariel, seguir el hilo de su intución-reinvención subyacente... es lo que procura morada, una casa provisional en el vértigo cotidiano, donde todo pasa, se abalanza, agrede, y no hay oportunidad para la detención... el poema de Mariel, tan pequeño, pero tan sólido, nos ofrece esa ramita, esa quietud donde podemos posarnos antes del salto hacia la vida... de ahí el umbral

abrazos intensamente rumiantes

Laura Giordani dijo...

tocada, hundida. Simplemente hermoso.
Gracias a los dos por tanta belleza.

Y un abrazo enorme repartido a cada lado del océano, acortando ventrículos y noches.

Luis González dijo...

La lluvia en Holanda y el teatro fantasmagórico del fuego. El barroco no baila en esta noche de ensueño y meditación. S8ilencio de pájaro. Nace el colibrí de la lengua de fuego y es fácil imaginar al colibrí encerrado en su juego de recién parido, excitado y extático detrá de las lentes de spinoza, con el ojo deformado y muy abierto, sin radio ni tv ni conexión wifi. Encerrado con el solo juguete de la imaginería envolvente que descrubrimos in nuce, en la matriz, mientras nos acercamos a su interioridad con el fálico anhelo de llegar al puente de mielina y electricidad.

descartes en holanda

¿Dónde está lo que importa?

¿EXiste lo que importa o sólo intuimos un colibrí en el espejismo de una amor contrariado, un vieje demasiado amenazante, un quiebro geométrico? El colibri se posa entre imágenes de atardeceres rojos y aritmética y glándula pineal.

Bello las palabras de Mariel y hermoso tu recordatorio.

Stalker dijo...

Querida Laura:

es siempre un motivo de felicidad que dejes aquí tus miguitas de pan y la vida en tu umbral...

tú también sabes cómo pasar la noche en el bosque y que no haya intemperie,

un abrazo fuerte

Stalker dijo...

LUG:

impresionante y maravilloso comentario... Se me impone el respeto de no glosarlo, de dejar a tus palabras danzando como colibríes en el centro de la glándula inmóvil,

gracias por acercarte a esta periferia y al colibrí de Mariel...

un abrazo

Marina Culubret Alsina dijo...

precioso poema! gracias por haberlo compartido en este espacio Stalker, pues no conocía a la autora.
me gusta pensar el colibrí en su perfecta estaticidad mientras hay un frenético batir de alas, y me gusta sentir el rostro próximo al vidrio frío por la lluvia y la espalda cálida por el fuego.

Abrazo..!

Susan Urich Manrique dijo...

En mi casa, de cuando en cuando, salgo a fumarme un cigarrillo y me encuentro algo verde, muy pequeño, hundiendo el pico entre las piernas de una flor; se mueven tan, pero tan rápido, adelantan, retroceden, lamen la pulpa que está cerca de los pistilos y así, cuando ya no puedes tolerar más belleza, se van, desaparecen como una bala tornasol, en plena tarde, y tú quedas ensimismado, contento, como si hubieras podido, por un segundo, tocarlo. Amo a estos pájaros, son únicos. Y este poema es precioso.

Stalker dijo...

Marina:

estático y en movimiento, una paradoja dulcemente alada, el colibrí... (igual que Mariel, pájaro de China...)

un abrazo

Stalker dijo...

Susan:

son unos pájaros tan maravillosos como el poema, poema-pájaro-Mariel que revolotea y se escabulle entre los dedos,

también tus palabras se trenzan en una danza vuelo, buscando la expresión más precisa, la belleza intolerable que salva,

un abrazo

 
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