miércoles, 16 de febrero de 2011

Las lágrimas de Kali



Para Mariel y el géiser de ira, y la delicadeza que hay debajo

I


Que nadie me mire:
caerá fulminado;
que nadie se aproxime,
que nadie me requiera:
contestaré con el rayo,
con la espada
o el detonador
de un arma mortífera.
En mi parcela de universo
yo soy Siva,
soy Kali,
la destructora,
no la cólera de Dios,
no,
sin cólera,
sin rencor,
sin venganza,
sin justicia,
soy la gran destructora cuya furia
no se aplaca,
mi mundo,
el que yo he creado,
desaparece entre las llamas
que brotan de mis pies.
Danzo descalza sobre mis enemigos,
¡No pronunciéis mi nombre!
¡Cuidad de no pronunciarlo!
La voz se os quebraría en la boca
y escupiríais diamantes
como si fuesen un volcán vuestras entrañas.
Que nada se mueva: todo
lo que se agite se disolverá
en su propio aleteo.
No es justicia,
no es némesis,
es la pura Soledad
que se asume a sí misma
y se quiere y respeta
la voluntad de ser
de ser una,
una sola,
de ser única.
Yo soy Kali,
la destructora,
la oscura,
la del collar de calaveras,
la bebedora de sangre,
la solitaria.
La fuerza del universo
es el sonido de mis armas
y no hay perdón ni hay
remordimiento
porque no hay ofensa ni ofendido,
ni culpa ni culpable,
hay tan sólo un mundo acumulado
bajo las plantas de mis pies
y no lamento el final desgraciado
de algunos,
ni el argumento que fue felizmente
resuelto,
no lamento el final de todas
las historias
pues yo soy el principio
y el fin de todas ellas.
Yo soy Kali la oscura,
la terrible,
la bella,
la que construye el tiempo
contando sus víctimas.

Yo soy la que,
más tarde,
al despuntar el día,
contemplará los despojos
humeantes de aquel mundo
que fue suyo
y llorará despacio,
a escondidas de sí misma.




II


He declarado la guerra a todos mis enemigos.
Me he declarado la guerra a mí misma.
He declarado la guerra al .
Alejaos.
Temedme.
Por ahora sois aún los objetos del .
Sois el otro que me habita y me recorre
con oriflamas alzados donde dice
"Éste es el Pabellón de las Delicias",
"Éste es el Palacio del Terror".
Todos sois ejércitos
y lugares,
a la vez ejércitos
y a la vez lugares,
sois el que acude a vosotros
para odiaros o para desearos.
Cuando termine esta guerra
-si alguna vez termina-
podremos conversar
y tal vez amarnos,
podremos jugar a aquel juego
que consiste en abrir distancias
y volver a cerrarlas
sabiendo que no existe
ni el cerrar,
ni el abrir,
ni ninguna distancia.





III


Sólo lo imposible me enamora.
¡Le declaro la guerra a lo imposible!
Decreto la desorganización
de las jerarquías,
la decadencia de la
verticalidad.
Absuelvo la superficie.
Asumiré, en pago,
la desaparición del vértigo
y el temblor de la espera.
Sea.
Hasta que crezca el horizonte.
Para cuidar
su crecimiento.
Sea.

Tal vez más tarde el vértigo
sea constante.
Tal vez el temblor
arranque del presente.
Sé lo intensa que es
la vida dentro de las cosas.
¡En superficie, todas!

¡Declaro la guerra a lo posible
y a lo imposible!
¡Declaro la guerra
a la voluntad de logro!
Mi voluntad sin objeto
estalla como el trueno
y arrastra
los tiempos venideros
y el pasado
como un eco. Las montañas
me reciben con esa tenebrosa
densidad que prepara las tormentas.
A mi paso se inclinan
las hierbas y las bestias y
no hay lugar donde pueda
resguardarse
un corazón sensible
o tierno o malherido.
A la des-esperación
sucede el trueno.
No espero: actúo.
La tierra es el espacio del combate,
mis pisadas levantan el polvo
como una manada de búfalos
en estampida. No hay objeto
para mi acción,
no construyo
para un futuro.
Soy la que dice No
y en la soledad se consagra
como fuerza infinita,
al fin reabsorbida,
al fin libre.





IV


Yo soy Kali,
la oscura,
la del collar de calaveras,
la que nunca duerme,
la despiadada,
la guerrera,
la amante destructora
cuyo pie se apoya
en la posibilidad
de sí misma,
la posibilidad
siempre igual a sí misma.
He trocado
la cuerda del ahorcado
por el collar de calaveras
y frente a cualquier expreso
la libertad primera:
ningún deseo,
ningún lamento
ocupará el lugar
donde pueda surgir la ira,
o la fuerza,
o la calma,
las formas del Poder que se alimenta
de la gran Soledad.
Yo soy la que no es,
la Sola,
la que arranca de sí misma,
aquella que aprendió a cortar
una lágrima
con el filo de su espada
sin que en su acero permanezca
ni un rastro de humedad.
Soy la que nunca más
derramará una lágrima
porque nada posee salvo
su propia fuerza.





V


Heme aquí raíz,
savia de impulsos ascendentes,
madre aún,
posible siempre,
anticipada gestación
de un porvenir intruso
en un presente
que desestima el valor
de nacer a sí mismo de nuevo.
Heme aquí clavando
mis ojos
de savia encarcelada
en los troncos vacíos de los árboles
heme aquí creyendo,
queriendo creer
en la impostura de las ruinas,
el candor del desastre,
la calidez del humo en los rescoldos.
Heme aquí,
heme aquí,
he aquí que me atrevo
a creer en las ruinas.


¡Me atrevo a creer en las ruinas!




Y aquí: la voz de Kali





Si bajo la espada, me descubro sola o siendo muy pocas frente a la polvareda humana cuya agitación reconozco. No es la mía, ya no es la mía. ¿Lo fue alguna vez? La miro de frente, la encaro. Esto es suficiente para que vuelva a mis manos la espada, por siempre desenvainada. Que el pasado no se inmiscuya en el presente -es peligroso-, que el futuro no se condense antes de tiempo -antes de ser o, mejor dicho, antes de dejar de ser futuro- en el deseo. Iré segando el campo alrededor de este instante, de este instante continuo, alrededor de cada una de las chispas que arrancan de mi tierra: mi carne: el espesor donde se fragua el gesto.
Yo soy en el gesto, en cada uno de ellos, tan importantes, todos, a pesar de su inconsistencia o, tal vez, precisamente, merced a ella.

Puede que todos naveguemos en el mismo barco, pero yo veo que navego a la intemperie y la lluvia no me cala mientras empapa a otros. Creo que es por la alegría con que miro hacia el cielo.
La espada está dispuesta, la atención vigila. He pasado el umbral de la tristeza, estoy justo bajo el borde del velo. No trato de levantarlo. Por ahora es suficiente con permanecer ahí. La tristeza resbala tras de mí como las aguas de una catarata. Mi posición no es firme. Por eso vigilo, he de estar atenta. No puedo relajar la guardia. Kali, la negra, me acompaña. Soy su aprendiz. Aún no he bebido la sangre en su cuenco. Todo tiene un tiempo. No hay prisa. En este umbral el corazón es líquido gozoso. ¿Será posible no tambalearse en las pruebas? No preguntes: vigila.





















Antes de Beatrix Kiddo, lady Snowblood tiñó de rojo la nieve con el filo de su espada:





Textos: Hainuwele y otros poemas, Filosofía en los días críticos, Chantal Maillard

21 comentarios:

Belnu dijo...

Ah, conozco esos escritos, algunos de ellos, el espíritu que los habita, y qué maravilla iconográfica, cómo me gustaría forrar el pasillo de mi casa con esas imágenes! Por una razón interna mezclada y que no viene al caso me siento estos días envuelta en una sombra de muerte, y en la penumbra musgosa y el penar de esta cueva, detecto instantáneamente la belleza que cura, las músicas con que puedo envolverme, las imágenes...

Stalker dijo...

En efecto, Belnu, la iconografía es maravillosa

la belleza que cura, espero que sea tuya y te acoja,

un abrazo

Darío dijo...

Los versos son preciosos. Las imágenes. La dedicatoria, perfecta: furia y delicadeza. Y no digo más.
Un abrazo.

Stalker dijo...

Curiyú:

esta entrada está hecha pensando en algo muy específico: no existiría de no ser por ese pliegue, por el géiser, la ira, por el passarinho,

me alegra que encuentres agua aquí,

un abrazo

adolfo dijo...

hno stalker no me he ido aqui estoy. he tenido un comienzo de año fatidico fatal y algo duro quisiera que hablaramos hno te sigo y quiero.

ps aclarame lo de que faltaba yo en la ultima entrada.

a ver si convences a raul y bajais a cordoba besacos

Eastriver dijo...

Si tuviera que definir la poesía e Chantal lo haría hablando de su desnudez, de su fuerza, de su apuesta radical, y de, sin embargo, su patente elegancia.

Nuestra Mariel es una alumna aventajada, porque muchos de esos calificativos también podrían aplicarse a ella.

Stalker dijo...

Adolfo:

lamento que hayas empezado así el año y deseo que todo vaya mejorando poco a poco, de verdad...

No recuerdo por qué dije que faltabas en la última entrada, imagino que me refería a que se echaba de menos tu entusiasmo contagioso...

Raúl y yo en Córdoba puede ser algo bastante insólito, habría que pensarlo...

un fuerte abrazo

rubén m. dijo...

El primer poema aparece en prosa en "Filosofía en los días críticos", ¿no?

Chantal como siempre conectándonos con un sentido de lo primitivo que se aleja de cualquier tópico, es puro presente.

Espero que tanto Belnu como Adolfo mejoren de sus respectivos problemas, este abrazo también es para vosotros dos!

Stalker dijo...

Querido Ramón:

Mariel maneja la espada con una destreza inigualable. Todos esos calificativos podrían aplicarse a ella (y alguno habría que inventar porque el pájaro desborda cualquier categoría...)

abrazos

Stalker dijo...

Rubenóvich:

cuánto tiempo sin verte por aquí...

en efecto, aparece en prosa en ese libro, con algunos cambios sutiles que resultan ser bastante decisivos,

pásate a escuchar la voz de Kali, a ver qué te parece,

un abrazo

Say dijo...

Estos salmos, estos versículos, estos versos, estas oraciones, estas palabras, estas invocaciones, estas irreverencias, estas destrucciones, estas construcciones, esta rabia, esta mirada, este corazón abierto, este romper límites, este estar en la fuerza de la fragilidad, este asumirse desde todos los hondos, este paño curativo, esta revolución de las conciencias, esta hermosa misa atea, de la hereje, de la perversa rompiente, de la apóstata, de la libertaria… este acero, estos nuevos nacimientos de entre las ruinas, henos aquí libres…

Cuando quiero sentirme acompañada leo y leo a la audaz Chantal- Kali . En su lectura encuentro una zona donde habito.

Stalker dijo...

Querida Say:

en el flujo de tus palabras, en su apasionado torrente, me reconozco.
Gracias por ese fuego...

entremos en la danza,

un abrazo

òscar dijo...

en la dedicatoria está todo.

he escuchado la voz de kali. he visto los pájaros invisibles en la lluvia. más tarde he leído los poemas. continúa la lluvia. después de la lluvia no viene el pájaro, después de la lluvia sigue el pájaro.

maillard no narra. los textos de maillard son la dedicatoria primera. los textos de maillard gritan al universo. alguien tenía que hacerlo.

mariel ríe aunque esté llorando.

el universo está perplejo. de entre las casi infinitas gotas de lluvia, una de ellas cae en la madera donde apoyaba mi vista.

en ella, adentro: dedicatoria, lluvia, pájaro, universo.

en ella, afuera: mi mirada que entra.

lo demás existe en esa gota, en "las lágrimas de kali".

no sé si ahora llueve en buenos aires. en cualquier caso, la gota también está allí. el universo acude a mariel para entregarse.

querido hermano búfalo, es precioso todo esto.

entonces, gracias.

besos,
ò.

Stalker dijo...

Querido hermano búfalo:

la lluvia, la gota, la madera, la dedicatoria, los versos:

dejar entrar

no otra cosa es la poesía

un abrazo animal

Lola Torres Bañuls dijo...

Es una entrada preciosa. Todo es un conjunto muy bonito. Sabes encontrar la armonía entre la palabra, la voz y la imagen.

ME he dejado llevar por la entrada y ahora me siento mejor, llevo dos semanitas que mejor no recordar.

Un abrazo.

Stalker dijo...

Lola:

espero de corazón que a partir de ahora mejoren las cosas,

un abrazo fuerte

rosso dijo...

Llevo algunos días visitando esta maravillosa ofrenda a (y de) un vuelo fuera de todo limite. Ayer casualmente (o no) abrí un libro de
Leopoldo Panero por una página que decía;

DERROTA DE NADA

El cuerpo es esquizofrénico
Todo acto repercute en el cielo
Y por ello la vida es prácticamente imposible
(Inter corpus et mentem)
La mente en el culo de ser
Rosa caníbal de mi frente
la rosa que cae al suelo
Dibujando un collar de craneos
¡Ah! Tú Kali que vistes un collar de cráneos
Enjoyada con los labios de la muerte
Fumándome otra derrota en los vestuarios de mi cráneo-alma, de mi
cuerpo derrota.

De La victoria del papel en llamas
Ardiendo con los restos de mi cuerpo
Y las estrellas arden en mí
Clavándome sus puntas de cristal
Enjoyadas en sangre
La sangre es un lujo para el coleccionista de almas
La sangre cae de la barra de los bares y de las barras de labios
que mienten
rojo canibal de mi frente
esperma de mi cerebro que cae goteando al suelo
y una rosa se dibuja en la nada.

("Escribir como Escupir" /L.P)

Quizás esta visión de Panero tiene otro registro más desacralizante (de derrota), pero al mismo tiempo es confluyente porque nos lleva a lugares compartidos y transitados como en este momento (danza).
(o tal vez sea lo del comienzo del poema...)
Un beso.

Stalker dijo...

Querido Rosso:

gracias por visitar -y dejarte visitar- por esta ofrenda,

y gracias por las confluencias, por el poema de Panero y por dar el tiempo a que "eso" aflore o se presente: se haga presente y sea un presente: tiempo del don, ofrenda, silencio

entremos en la danza

un abrazo

The Chelsea Papers dijo...

pensando en estas palabras, sintiéndolas, asintiéndolas, temblándolas, mirándolas de frente, rescatándolas como pajaritos de mi pecho, ovillándome. el cuerpo tironea por dentro, entro a leer estas palabras una y otra vez, recorro tu delicadísimo y perturbador mazo talismánico de naipes.

mi cerebro navega muy lentamente. tengo que volver a este río, muy pronto.

te abrazo fuerte.

Stalker dijo...

Y el río te acoge, los pájaros están dispuestos a volar, todo está preparado para el descanso, el cobijo, después del combate

abrazo fuerte

Stalker dijo...

Julio:

gracias por traer este magnífico complemento,

abrazos desde este otro ghat, desde esta otra orilla,

cuidate

 
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