sábado, 28 de agosto de 2010

Caracol












Fotogramas extraídos de Ladoni (1994), de Artur Aristakisyan.

Para Bashevis, que sabe lo que hay dentro de la caja y no le tiene miedo.


LA CAJA

Llevarla arrastrando de una
habitación a otra.
Ver cómo se amontona el
serrín en las esquinas.
Barrer -aquí también, qué extraño-.
O quién sabe si el agua,
formando sólido.
Mejor barrer. O bien
irse. Arrastrando la caja.

No es fácil ofrecer cobijo
cuando se lleva a rastras
una caja vacía.

(De Hilos, Chantal Maillard)

29 comentarios:

Anónimo dijo...

hermano búfalo,

tus entradas estos días han sido cojonudas, y disculpa lo explícito de mis palabras.

un abrazo!

mariwano

Eastriver dijo...

Extraña y desolada poesía también la de las imágenes. Ese diálogo que nos propones resulta, como mínimo, inquietante.

Madison dijo...

Las magenes son muy inquietantes.

Stalker dijo...

Mariwano:

celebro lo explícito de tus palabras, y me gusta verte por aquí.

Para mí ha sido un verano intenso en el blog, pese a las vacaciones y la bajada de los comentarios. Intenso como pocos,

abrazo fuerte

Stalker dijo...

Ramón:

en esa inquietud se cifra el sentido: en el quiebro, la sustracción, la carencia. La denuncia, también.

Y la necesidad del cobijo, algo que tan a menudo se nos olvida:

ese cobijo, la necesidad de aplacar la desolación, la amputación, el hambre o la pérdida,

abrazos

Stalker dijo...

Madison:

la anciana se llama Yazundotka, y no podía ya caminar erguida. A lo largo del metraje la vemos siempre así y se nos cuenta su singular historia (lo hace un narrador, pues ella y el resto de protagonistas de ese canto a los desheredados guardan silencio, un irredento silencio "sagrado").

Más adelante espero hacer una entrada sobre "Ladoni", para presentar, al menos, al resto de habitantes de los márgenes, la ciénaga y el submundo: retrato estremecedor e inolvidable y la obra fílmica que más me ha impactado este año.

abrazos

PÁJARO DE CHINA dijo...

Stalker, intuyo que Yazundotka nos cedería su caja vacía. los que avanzan erguidos con una caja llena suelen retenerla y hacer espacio no para cobijar, sino para acumular cosas que habiten la caja hasta que la caja termina rompiéndose. es un mundo de lucha por la posesión y el incremento brutal del peso de las cajas.

en una caja vacía cabría nuestro cuerpo entero. sería como una casa. en una caja llena no cabríamos jamás, o nos asfixiaríamos entre sus contenidos apretados, apretados no para tocarse ni reconocerse, sino para hacer hueco para la posesión.

no quiero idealizar la caja vacía: es cruel, es imperdonable. solo digo que los más pobres de cosas suelen ser los más generosos de sentidos.

la serie de imágenes que encadenaste es conmovedora y la intersección con el poema de Chantal ... ¿qué puedo decirte? así son tus ojos que trazan líneas uniendo lo que importa.

va de suyo que estás adentro de mi caja (aunque seas tan alto, sabés hacerte muy chiquito, como los lobitos que hacen música en el bosque).

Lola Torres Bañuls dijo...

Impresionante.
Las imágenes me impactan. Me parecen tan desoladoras, veo el frío y el sonido de la caja arrastrándose. Y la mujer...

El poema la misma desolación, y ese arrastrar la caja vacía. Ese polvo en las esquinas. El agua formando sólido.
El poema de Chantal es estremecedor también. Tanta tristeza.

Esta entrada es para observarla y quedarse frío y mudo, casi duele de tristeza.

Un abrazo Stalker.

Stalker dijo...

Mariel:

Yazundokta sin duda lo haría. Es una mujer muy especial.

En el documental se dice que en su juventud era la belleza del barrio. "la espalda más hermosa del mundo". Los fotógrafos se la rifaban para retratarla.

Cabremos en la caja vacía.

Yo mismo soy muy pequeño, sé hacerme muy pequeño.

abrazos desde el cobijo

Stalker dijo...

Lola:

hay desolación, pero yo también veo el principio de la vida y el calor.

Ya para empezar se habla del cobijo. Alguien absolutamente desolado es presa de su dolor y de su ego, y no piensa en dar cobijo (o en la dificultad de darlo).

Yadunkokta parece ensimismada, pero creo de veras que se daría a otro sin dudarlo, si lo viera más necesitado que ella.

Incluso lugares así, de aparente desolación, pueden ser el inicio de la felicidad.

La felicidad entendida como algo pequeño que crece desde los intersticios, desde el humus de la desdicha y la vida ensordecida, aniquilada (una periferia aniquilada por los que viven en el centro económico o fáctico). O eso creo, al menos.

un abrazo

tula dijo...

a lo mejor su caja es un no-hacer....
un abrazo.

tula dijo...

olvidaba...nuestras vidas son un misterio, sobre todo
para nosotros mismos.

Bashevis dijo...

No puedo decir gran cosa, hermano. En ese temblor estamos.

Impacto compartido como bien sabes. Nada más verla te indique los enlaces a esta trufa, digna de los mejores cerdos. Y tú la has acogido en tu seno, hasta el punto de crear unos subtítulos que debieran ser el revulsivo final para lograr que los interesados y curiosos la vean… la sientan, como experiencia que es, y la traduzcan a su manera, como tú has hecho, apropiándotela… así debe de ser con el cine, no con todo, pero si con este, (in)corporarnoslo, que se nos sedimente, que se nos amontone el serrín y el celuloide en la quijotera…

Tengo claro que algún día llegara una entrada sobre Ladoni, una o unas cuantas. Si te parece, más tarde pondré un nuevo comentario con los enlaces de descarga a la película, para que los aquí presentes puedan hacerse con ella… y tu puedes enlazar a los subtítulos en castellano.

Resignación.miedo.resistencia.
SaLuz

Stalker dijo...

Tula:

creo que sí, que su caja es, también, un no hacer. Quizá un nido, un no-hacer el nido que sea, al mismo tiempo, la forma más íntima de darse...

Somos un misterio siempre. El conocimiento sólo existe como velo o espejismo. Sólo podemos interrogar la extraña sombra que somos y no dejarnos engañar por sus respuestas.

Pero sí creo que existe una cierta forma de llegar al centro significativo de las cosas desde una cierta oblicuidad de la mente comprensiva...

abrazo

Stalker dijo...

Bashevis:

esos enlaces serán más que bienvenidos. Indícame si subes tú los subtítulos que traduje o si lo hago yo mismo y pego el enlace.

Tienes razón: es una obra que nos quiebra, que exige un lento proceso de decantación.

También creo que no es una obra para todo el mundo. Muchos no la entenderán. No quiero ponerme elitista, pero muchos no entenderán la belleza que hay en ese submundo de desheredados, de seres inocentes, mutilados física y espiritualmente, a los que el Occidente desarrollado (es decir: todos nosotros) hemos arrojado a una alcantarilla social, existencial e incluso ontológica (pues les negamos todo estatuto en cuanto seres, tal es la suprema repugnancia que inspiran a nuestras conciencias bienpensantes, sobrealimentadas con ínfulas artísticas e intelectuales).

En esos seres he visto una belleza tan radiante que pulverizaría todas las tarjetas postales, toda la parafernalia exhibida (disecada) en nuestros templos-museo; una belleza y una intensidad que revela las costuras de nuestro mundo e in-significa y aniquila nuestros conceptos más sólidos, aquellos en los que tristemente vivimos y que defendemos con tanta saña con nuestros mecanismos de inmunología preventiva (ésos que tan bien nos enseña la familia, el colegio y luego la universidad: sistemas de transmisión de taras colectivas e individuales).

Un mundo en el que todo el mundo pudiera disfrutar de una obra tan intensa y tan especial sería un mundo sin miedo, Bashevis.

Y esto es algo que no interesa. Muchos se alimentan del miedo y el sistema está constituido para que el temor se perpetúe en varios niveles interrelacionados. No hay nada que hacer.

Un corazón desnudo y una cierta inclinación. Basta eso y "Ladoni" te ofrecerá su vida, su sangre, su aliento: la víscera de un decir "marginal" a través de mecanismos de intensificación discurivo-senti-mentales y la alianza inexpugnable entre imagen y verbo: carne y sangre recíproca de un decir que se duele, que se está doliendo en lo que se muestra y segrega, como resina, el "discurso de un muerto lúcido" (aquí, Lispector), la revelación que adviene después de la catástrofe, la tierra quemada y la miseria.

Algo único, para mí único en la historia del documental y del cine (por supuesto, no es una obra documental ni es estrictamente cine: es el género Aristakisyan, ningún parecido con nadie aunque existan "confluencias" rastreables).

Un abrazo desde esta y otras impertinencias, la sana ira, la implacable lucidez

Say dijo...

Stalker,
fotograma a fotograma. Hace un tiempo viví en el Eixample. De vuelta del trabajo encontraba a una señora, con una garrafa y un cubo que llenaba en las fuentes que (afortunadamente) hay en algunos clafanes de las calles de Barcelona. Una vez me atreví a preguntar si podía ayudarla, cuando los transportaba llenos. Al principio me miró sin responder. Después dijo. Sí. Y dejó la garrafa y el cubo en el suelo.
Durante muchas tardes esa fue me dinámica antes de subir a casa. Hablamos de Ana Karenina, de la Regenta, de Chejov, de Lorca...en su piso de renta antigua no tenía luz, ni agua porque la pensión no alcanzaba...Yo encontraba cobijo en aquella caja-casa no vacía, sino llena de inteligencia y resonancias de coraje e integridad.

Hay ong´s que se empeñan en hacer caravanas para llevar ayuda lejos, lejos. Cuanto más lejos mejor. Que les gusta ponerse sus chalecos de exploradores con el anagrama de la organización bordado en el pecho y cruzar desiertos con sus camiones y sus todo terreno. Transportan, ayuda. Antes tienen que pagar sus lujosas sedes en palacetes de altos techos, amplios ventanales y cientos de metros cuadrados. Ninguno de ellos mira a un lado y a otro, la miseria que tiene delante de sus narices es demasiado ¿sucia? ¿trabajosa? ¿difícil?.
Me hace gracia el alcalde Hereu and company. Tantos desalojos de gente pobre en el Raval para vender el terreno a los capitalistas que hacen los hoteles de cinco estrellas. Y luego se pone al frente de los cooperantes X. O cuando expropia a los habitantes de toda la vida, de la zona de la franja marítima para hacer el Forum, y más hoteles lujosos y más pisos de altos precios..Qué hipocresía y qué desvergüenza.

Landoni...Aristakisyan...o el "discurso de un muerto lúcido", como el de los que arrastran una caja "vacía" o los que recogen agua de fuentes públicas antes del anochecer...

Me gustará saber más...

Belnu dijo...

Esas imágenes. He prestado la película a una amiga cineasta y ya sufro de no tenerla, aunque la recobraré pronto. Esa película está llena de una espiritualidad ardiente como sus interrogaciones, como su mirada.
Me ha gustado también esa "caja", contenedor misterioso.

Stalker dijo...

Say:

pones el dedo en una llaga tan dolorosa, tan real...

Hay muchos caracoles por doquier, nos rodean. Pero no queremos verlos: nos han enseñado que la mejor manera de mantener a salvo nuestra buena conciencia (la más profiláctica) es hacernos socios de una de esas ong's y delegar en otros la porción de ayuda al desamparado que nos ha tocado en suerte como ciudadanos bienpensantes.

En cambio nuestro vecino revienta al lado en silencio, ante nuestra indiferencia.

Estamos muy bien entrenados en esta y otras cegueras.

Siempre exportamos nuestros conflictos y tensiones hacia la periferia, para que se resuelvan allí: es más limpio, nuestra conciencia luminosa e inmaculada no podría soportar el contacto, la inmediatez, el hedor, el contagio, la cercanía y la posible invasión del Otro.

Esta hipocresía, que tan bien se traduce en los atroces ejemplos que comentas, es la base de la mente y el corazón de "ciudadanos" sanos y responsables, que cultivan su buena conciencia como el fruto más maduro de su aculturación servil y absoluta.

El triunfo del capitalismo es eso: ha logrado hacernos creer que somos libres, nos ha dado cultura, diversiones, espectáculos, nos ha dado tiempo libre, vacaciones pagadas, etc.

Y nos ha dado esa buena conciencia, lo que resulta el colmo del cinismo.

Intentaré hablar de la película en alguna entrada próxima, Say. Pero no es fácil comentar algo que ha entrado tan profundamente en uno: hay que distanciarse y eso no es sencillo. Lo intentaré...

un abrazo fuerte

Stalker dijo...

Belnu:

esos interrogantes que plantea la película me parecen tanto más lúcidos cuanto más delirantes, cuanto más bordean el sentido de lo patológico. Es difícil explicar el discurso de la voz del narrador, nada te prepara para ellos: podríamos decir que es una voz que construye un misticismo anarquista extrañamente subversivo (incluso hasta lo reaccionario), a la vez un viaje lisérgico y una contra-utopía, un deconstructivismo radical y un grito de ira, desde el fondo del abismo, contra la conciencia y el sistema. ¡Y aún nos quedaríamos cortos!

Son tan pobres las palabras que preteden describir algo así. Es una intensidad que hay que vivir, no se la puede narrar.

Sería como narrar el vértigo o el abismo.

abrazos

Luna Miguel dijo...

Ahora sé que Hilos es uno de mis libros favoritos. Y sé también que los hilos son los que nos sujetan. Los que si ceden nos hacen torcer la espalda. Quebrar el hueso entonces.


Un abrazo.

Stalker dijo...

Luna:

qué grata sorpresa verte por aquí, en la madrugada.

Me gusta cómo lo describes: los hilos nos sostienen, no sólo arriba, también desde el abajo. Nos sostienen y nos proyectan: son trayectos hacia el otro (el cobijo) y también pensamientos que se suceden, estrategias de supervivencia, gestos mínimos (agacharse a mirar al gato), el vuelco, el grito contenido: a quemavida, desde el dentro que se hace carne y voz, voz astillada y extraña, extraña comunión.

Extraña re-unión una vez el lenguaje ha sido arrasado y puesto en duda hasta los cimientos.

Una lectura que es una forma de estar intensamente-ahí.

La mujer de los fotogramas, Yazundokta, era de una belleza extrema en su juventud. Sólo un vagabundo sigue viéndola bella. Un vagabundo: el único que aún sostiene el hilo, el único que aún sabe mirarla. Gesto compasivo, amor sin herrumbre, entraña que se nombra en un hilo de voz, en la voz del hilo.

Un abrazo

Bashevis dijo...

Ahora mismo no encuentro tus subtítulos, pongo tan solo los enlaces a la película, por si alguien se anima a viajar:

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un abrazo.

Stalker dijo...

Gracias, Bashevis:

sin duda harás feliz a alguien con estos enlaces.

Aquí he subido los subtítulos:

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SaLuz

Portinari dijo...

Me enterneció mucho ver a Yazundokta con la caja. La imagen de Y. con la caja. La Y. era el cuerpo de la caja, en el fondo, lo dice su curvatura de la espalda.
Ir junto a ella y caminar así, del mismo modo. Decir una palabra en el idioma de la tierra. No ser significativo.

Hermoso que le dediques esta entrada tan delicada a Bash. Es hermoso...

Stalker dijo...

Portinari:

Yazundokta es ella misma una caja. Una caja que provoca una ternura abisal, indefinible...

Me alegra que te guste esta entrada y me enternece tu enternecimiento ante Y.

abrazos

Leonardo dijo...

Siempre me impactaron esos seres que van por el mundo con algo visible a rastras. Vengo de un lugar donde abundan (niños y niñas cartoneros, hombres, mujeres, viejos, locos, pregoneros). Seguro no vemos ni podemos saber lo que arrastran más allá de su carga. Sin duda lo que cada uno de nosotros también arrastra no lo ven todos. Me vienen algunas imágenes : La valise de Lucky (creo que Maillard en un cortometraje que, sin duda, vi aquí, también lleva una maleta); Brecht en un poema dice que siempre lleva un ladrillo para mostrarle a todos cómo era su casa; el personaje del conquistador español en la película Misión, cargando sus armas a través de la cordillera; el objeto talismánico que todo niño lleva en su bolsillo, el ruido fantasmagórico de las cajas que se arrastran, los cofres malditos de tantos piratas, los corotos que todo mendigo lleva o esconde en algún lugar de la ciudad. A lo mejor no puede haber desposesión total, carencia absoluta, algo nos queda y estamos dispuestos a llevarlo a cuestas o a rastras aunque no vayamos a ninguna parte.
Saludos y abrazos
(vuelvo lentamente e iré leyendo las entradas cojonudas)

Stalker dijo...

Leonardo:

comparto tu recorrido de seres que arrastran algo. Desde la infancia hasta ahora. Nos aferramos a objetos: a síntomas: a astillas de lenguaje.

Espero que hayas tenido unas buenas vacaciones,

abrazos

Belnu dijo...

Sí, tienes razón, es el abismo, pero hay una extraña poética en él, por eso es indescriptible... En cualquier caso, un millón de gracias por descubrírmela sin avisar

Stalker dijo...

Belnu:

podríamos decir que es un extraño abismo poético...

gracias a ti por disfrutarla...

 
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