domingo, 25 de julio de 2010

Der Weg. Das Augenlicht.


































(De Auritz a la fábrica de Orbaitzeta, y de allí por senderos, bosque, círculos de piedras mágicas, hasta el Lepoeder: el alto cielo infinito. Luego, bajada por el camino de Santiago que sube desde Saint Jean Pied Port hasta Roncesvalles)

Encontré el lugar y no pregunté. No hacía falta: el propio camino era la pregunta y la respuesta, y la propia imposibilidad de preguntar, y la paz sin nombre.

Doce horas solo en el bosque y la montaña (unos 40 km de marcha, con muchas paradas, un desnivel de hasta 700 metros desde Orbaitzetako Ola hasta el Lepoeder).

La infinitud del verde, el silencio y a la vez el murmullo incesante de todo lo que vive en el bosque, bajo el bosque, en los huecos, bajo las piedras, toda la vida que prolifera, canta y se exhala -misterio, génesis, inagotable y susurrada fecundidad- todo esto es de una belleza intensamente verde, intraducible, pero que se puede recorrer...

Ich stehe im Wald

Der Traum kommt nicht

Aber der Weg

Das Augenlicht

Das Immer

innerhalb

25 comentarios:

Bashevis dijo...

que hemos hecho antonio... donde termina el asfalto, quien nos puso aqui... respiro en esas imagenes hermano.

salud

Belnu dijo...

Qué alivio volver al bosque, a ese lugar de sombras y un intenso verde profundo, y a su respiración colectiva, ese rumor del viento en los árboles. Anteanoche me desperté, en el château en ruinas donde dormía, y al pronto creí que llovía, tan generalizado era el sonido. Luego comprendí que sólo era viento. La oscuridad era densa y absoluta, pero podía restituir los árboles gigantes que se yerguen allí... Me alegra que tú también estuvieras en un lugar así, en el camino de Santiago

Stalker dijo...

Bashevis:

¿Qué puedo decir? Tus dudas son las mías.

Esa parte de Navarra es Vascongadas, pertenece intensamente a tu tierra. Y yo me siento como en casa al llegar ahí, es un lugar único en el mundo, con infinitos rincones que aún me quedan por explorar. Me interno en el bosque haciéndome muy silencioso, increíblemente pequeño y mudo: ni te imaginas. Siempre temo perturbar la vida de los seres que viven ahí.

No tengo nada que enseñarte, claro. Tú eres vasco. Es tu tierra. Y yo amo esa tierra con todo lo que soy.

Algún día vamos a hacer exactamente ese recorrido tú y yo. Espero que estés en forma porque es bastante duro...

abrazos

Stalker dijo...

Belnu:

hermandad entonces en la distancia. Homeostasis. Trayectorias que convergen y nos permiten fluir, desde lo que somos, hacia nuestro futuro nacimiento. Es así.

besos

Stalker dijo...
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Stalker dijo...

Lo olvidaba:

el pequeño conjuro que he hecho en alemán (ignoro si con alguna falta gramatical) funciona...

:)

Lola Torres Bañuls dijo...

Stalker los conjuros no saben de ortografía. JJAJAJA.

es precioso, uno de encuentra más cerca de no sé que misterio en esos lugares tan bellos.
El asfalto es una mmmm.... quién es el idiota que a inventado la carretera.

He disfrutado el paisaje pero desde una imagen no es lo mismo.

Stalker no te pierdas ni un sonido, ni una sensación. Disfrutalo todo.

Un abrazo. (las aves zancudas se esconden en el bosque cuando están cansadas de volar).

Isabel Mercadé dijo...

Uno de los caminos pendientes desde hace tiempo. Precioso. Y enhorabuena por ese conjuro que funciona.
Un abrazo.

Stalker dijo...

Bel:

lo es. La paz sin nombre que se respira allí es algo indescriptible.

Te estará esperando,

Los conjuros funcionan cuando uno se hace lo bastante pequeño como para entrar en ellos,

abrazos

Stalker dijo...

Lola:

¡es cierto! Los conjuros no saben de ortografía y gramática... ¡gracias por recordármelo!

Las aves zancudas descansan al fresco, antes de atravesar el océano...

abrazos

Say dijo...

Stalker,
aunque es indecible lo que la naturaleza nos ofrece y el cobijo que produce cuando uno está dentro de ella, logras descrirlo en esas imágenes y en las palabras, de una manera interior.

Y qué decir!. En esos caminos se logra la resistencia y la certidumbre y la promesa de vida.
Como ese conjuro que se cumple...

Estoy en el bosque...

Stalker dijo...

Say:

nunca salgas del bosque. Cuida ese silencio y la vida de los escarabajos bajo las hojas secas (es increíble todo lo que hay debajo del manto de humus y bajo las piedras del bosque).

Hubo un momento muy curioso: oí a un animal enorme avanzando por la espesura.

No logré verlo, pero sus pisadas eran poderosas, la hierba y los helechos crujían a su alrededor.

Me escondí detrás de un tronco e "invisibilicé" mi respiración.

Al cabo de un momento oí una especie de sonido gutural, entre berrido y chillido, muy agudo.

Imagino que era un ciervo, un ciervo enorme. Desde luego no era un jabalí.

Por un momento pensé que podría tratarse de un oso, aunque me aseguran que no los hay (o no se han visto desde hace mucho) en la zona.

abrazos

Fackel dijo...

Stalker. Impresionante despliegue fotográfico, hermano, de ese rincón (nada apartado, sí muy comunicado, pero que apetece sentirlo como recóndito) Las estelas de Espinal y Burguete (ya no recuerdo cuál de los dos tiene un cementerio medieval apacible y precioso en un prado, con simbologías antiguas) no tienen pérdida iconográfica.

Sorprendente que en medio de un paisaje tan bucólico el gobierno de Carlos III de España (hubo otro anterior de Navarra) colocara allí una fábrica de armas. Había agua, había materia prima para la energía de los hornos, había materia prima in situ (hierro, etc.)para forjar el armamento, y estaba en un paraje escondido para los espías y el enemigo en general.

Con ser este lugar sorprendente y donde te autoexpulsas del ritmo de la vida cotidiana (no para siempre; Navarra está extraordinariamente comunicada en su interior y con respecto a otras comunidades e incluso Francia) hay más lugares francamente seductores en la región.

Por cierto, no sé si esa parte de Navarra es Vascongadas (habría mucho que hablar sobre el tema, y dudo que te diesen la razón sus pobladores. Navarra tuvo un estado relativamente moderno en la Edad Media cuando esas otras Vascongadas no lo tenían: o pertenecían a Navarra o a Castilla) Ese paisaje no es más hermoso por ser vasco o navarro o francés ni jacobeo.

Uno piensa en todo cuando lo recorre. Pero si dejas de lado la historia y los tránsitos, y te sumerges en lo físico, tu percepción es más animista que ortodoxamente cultural. Pienso.

Hiciste bien en disfrutarlo. Un abrazo.

Stalker dijo...
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Stalker dijo...
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Stalker dijo...
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Stalker dijo...
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Stalker dijo...

Mi muy querido y admirado Fackel:

has hecho una lectura muy personal de esta entrada, y yo te lo agradezco, pero con el cariño que te tengo, te digo que tu comentario me resulta sorprendente. Ni la ortodoxia cultural, ni las fronteras ni los nacionalismos se cuentan entre mis intereses.

Se trata de un viaje intensamente físico y también interior y espiritual. Esto es lo único que hay, Fackel. Sólo eso.

Tampoco comprendo tu insistencia en que se trata de un lugar muy bien comunicado y en absoluto apartado. Me he movido por bosques, caminos y senderos donde pasas muchas horas sin ver a un ser humano. Por supuesto hay una carretera que une Pamplona y Roncesvalles, pero eso no invalida el aislamiento y recogimiento que se respira en toda la zona.

con un abrazo

Madison dijo...

Yo solo puedo decirte que mientras miraba atentamente las fotografías una calma increible se ha instalado en mi.
Que suerte recorrer esos bosques. Siempre que he tenido la oportunidad de estar en un lugar parecido, (en mi caso el Pirineo catalán) me ha sorprendido la canitdad de estrellas y la profundidad del color del cielo por la noche.
Un abrazo

Stalker dijo...

Madison:

el Pirineo es todo él maravilloso.

Es esa paz sin nombre, esa paz sin nombre.

El centro secreto de lo que somos, íntimamente revelado en el silencio que nos entra. En esa lentitud.

abrazos

Unknown dijo...

Una sucesión de imágenes sin duda espléndida para disfrutar y ser disfrutada.
En la plenitud del bosque y los helechos imagino que hubo hueco para una lectura (o solo de un breve recuerdo)de algún poema de Hainuwele de Chantal Maillard,autora que sigues ya que llegué hasta este blog buscando acerca de ella.

Stalker dijo...

Denis:

Hainuwele va conmigo a todas partes, es un bosque dentro de mí. Me es un libro muy querido.

En la caja de resonancia del bosque real no hacía sino crecer, proyectado desde ese pequeño hueco luminoso que, dentro de uno, la oscuridad no alcanza a nombrar.

Pasa cuando quieras...

raúl quinto dijo...

definitvamente has estado en La Zona, y al ver las fotos algo de verde se ha colado en mi garganta, parece que respiro mejor... quiero ir allí, necesito algún día estar allí.

Stalker dijo...

Raúl:

la Zona ya va conmigo.

Húndete en el verde...

abrazos

O de FLANEURETTE dijo...

de vontriery ANTICHRISTo un pelin, ja ja!
lo recorri hazze 10 anys en santiaguero, nice...
salud!

 
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