lunes, 24 de octubre de 2011

El sermón del fuego

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Así lo he oído. En cierta ocasión, el Venerable residía en Savatthi, en la arboleda de Jeta, en el parque de Anathapindika.
Entonces el asceta errante Vacchagotta fue adonde estaba el Venerable, se le acercó e intercambió saludos con él. Terminada aquella charla amigable, se sentó a su lado. Una vez sentado, el asceta errante Vacchagotta dijo así:
-Veamos, maestro Gotama: "El mundo es eterno, eso es la verdad y lo demás es falso", ¿es ésta la opinión del venerable Gotama?
-Vaccha, yo no soy de esa opinión.
-Entonces, maestro Gotama: "El mundo no es eterno, eso es la verdad y lo demás es falso", ¿es ésta la opinión del honorable Gotama?
-No, Vaccha, ésa no es mi opinión.
-Veamos, maestro Gotama: "el mundo es finito, eso es la verdad y lo demás es falso", ¿es ésta la opinión del honorable Gotama?
-Vaccha, yo no soy de esa opinión.
-Entonces, maestro Gotama: "El mundo es infinito, eso es la verdad y lo demás es falso", ¿es ésta la opinión del honorable Gotama?
-No, Vaccha, ésta tampoco es mi opinión.
-Veamos, maestro Gotama: "El alma y el cuerpo son una misma cosa", ¿es ésta la opinión del honorable Gotama?
-No, Vaccha, yo no soy de esa opinión.
-Entonces, maestro Gotama: "El alma y el cuerpo son dos cosas distintas", ¿es ésta la opinión del honorable Gotama?
-No, Vaccha, ésta tampoco es mi opinión.
-Veamos, maestro Gotama: "El Tathagata [ lit. "El Así Venido", el Buddha] existe tras la muerte", ¿es ésta la opinión del honorable Gotama?
-No, Vaccha, ésta no es mi opinión.
-Entonces, maestro Gotama: "El Tathagata no existe tras la muerte", ¿es ésta la opinión del honorable Gotama?
-No, Vaccha, ésta tampoco es mi opinión.
-Veamos, maestro Gotama: "El Tathagata existe y no existe tras la muerte", ¿es ésta la opinión del honorable Gotama?
-No, Vaccha, ésta no es mi opinión.
-Entonces, maestro Gotama: "El Tathagata ni existe ni no existe tras la muerte", ¿es ésta la opinión del honorable Gotama?
-No, Vaccha, ésta tampoco es mi opinión.
-Veamos, maestro Gotama, cuando al asceta Gotama se le pregunta sobre las diez opiniones anteriores, responde que ninguna de ellas es su opinión. ¿Qué peligro ve el maestro Gotama para no adoptar ninguna de esas opiniones?
-Vaccha, adoptar alguna de esas diez opiniones supone enredarse en la maraña de las opiniones, el yermo de las opiniones, el enredo de las opiniones, el infierno de las opiniones, la traba de las opiniones, lo que conlleva sufrimiento, ansia, tribulación y excitación, no conduce al desapego, al desapasionamiento, a la cesación, a la paz, al conocimiento superior, al despertar, al Nibbana.
»Viendo este peligro, no adopto ninguna de esas opiniones especulativas.
-Entonces, ¿qué opiniones adopta el maestro Gotama?
-Vaccha, el Tathagata ha superado las opiniones. Vaccha, lo que el Tathagata ha visto es esto: ésta es la forma material, ésta es la raíz de la forma material, ésta es la extinción de la forma material. Ésta es la sensación, ésta es la raíz de la sensación, ésta es la extinción de la sensación. Ésta es la percepción, ésta es la raíz de la percepción, ésta es la extinción de la percepción. Éstas son las disposiciones mentales, ésta es la raíz de las disposiciones mentales, ésta es la extinción de las disposiciones mentales. Ésta es la conciencia, ésta es la raíz de la conciencia, ésta es la desaparición de la conciencia. Éste es el lenguaje, ésta es la raíz del lenguaje, ésta es la extinción del lenguaje.
»Por todo esto, afirmo que con la extinción, el desapego, la cesación, el desasimiento y la renuncia de toda imaginación, de toda especulación, de toda acción inspirada por las concepciones de "yo" o "mío" y de toda presunción latente, un Tathagata se libera sin adherirse.
-Entonces, maestro Gotama, ¿dónde renace un monje con la mente así liberada?
-Vaccha, "renace" no es aplicable.
-Entonces, maestro Gotama, ¿es que no renace?
-Vaccha, "no renace" no es aplicable.
-Entonces, maestro Gotama, ¿es que renace y no renace?
-Vaccha, "renace y no renace" no es aplicable.
-Entonces, maestro Gotama, ¿es que ni renace ni no renace?
-Vaccha, "ni renace ni no renace" no es aplicable.
-Cuando al maestro Gotama se le preguntan todas estas cosas, responde: "No es aplicable". He aquí, maestro Gotama, que estoy desconcertado, confuso e incluso el grado de confianza que tenía en el maestro Gotama ha llegado ahora a su límite.
-Vaccha, es normal que estés desconcertado y confuso. Vaccha, la enseñanza es profunda, difícil de ver y de comprender, apacible, excelsa, más allá de la lógica y las palabras, sutil, para ser experimentada por pocos. Para ti es difícil de entender, dado que sostienes opiniones, perteneces a otra escuela, estás bajo la influencia de otros, practicas otro camino y sigues a otro maestro.
»Ahora, Vaccha, te preguntaré yo, así que respóndeme como te resulte apropiado.
»Vaccha, ¿qué opinas?, si hubiera un fuego ardiendo delante de ti, ¿sabrías que hay un fuego ardiendo delante de ti?
-Maestro Gotama, claro que lo sabría.
-Entonces, Vaccha, si alguien te preguntara: ¿qué hace arder a este fuego que está ardiendo delante de ti?, ¿qué responderías a esa pregunta?
-Maestro Gotama, respondería que el combustible de hierbas y leña.
-Vaccha, y si se extinguiera el fuego que está delante de ti, ¿sabrías que se ha extinguido?
-Maestro Gotama, lo sabría.
-Y entonces, Vaccha, si alguien te preguntara: ¿en qué dirección se ha ido el fuego extinto que estaba delante de ti, al este, al oeste, al norte, al sur?, ¿qué responderías a esa pregunta?
-No tiene sentido, maestro Gotama. El fuego ardía a causa del combustible de hierbas y leña. Una vez consumido, desaparece y se considera como extinto.
-De igual modo, el Tathagata está libre de toda definición por la forma material, está liberado de las condiciones que hacen surgir la forma material. "Renace", "no renace", "renace y no renace", "ni renace ni no renace" no son aplicables.
»El Tathagata ha trascendido las sensaciones, las percepciones, las composiciones mentales, la conciencia por la cual le conocería quien tratase de conocerle. Esas sensaciones, percepciones, composiciones mentales y conciencia las ha arrancado de raíz y las ha dejado como el tronco de una palmera que, una vez cortado, ya no puede volver a brotar de nuevo. El Tathagata ha superado las opiniones especulativas, la conciencia de la dualidad, la escisión, el desgarro, la trampa del lenguaje, el infierno del lenguaje, el apego por el que definimos el mundo desde el "yo" o como "mío". Esto conduce al desapego, a la cesación, a la calma, esto conduce a la emancipación inconcebible y a la no mente, a la ausencia de vibraciones corruptas, a la vida sin ataduras, a la respiración libre, a la extinción de las palabras.
»Aniquilado el renacer, apaciguadas todas las vibraciones, no hay más devenir.



"Sermón del fuego", Suttas del Majjhima Nikâya (siglo VI a. C.)(traducción de Abraham Vélez de Cea y Daniel de Palma)


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19 comentarios:

Stalker dijo...

Uno de los textos que más me han impresionado de todo lo leído este año...

Debe tenerse en cuenta que el Buddha fue un maestro que no escribió y que sus enseñanzas se transmitieron oralmente durante generaciones: por eso los "sermones" empiezan con "Así lo he oído".

Esto también explica la estructura de los suttas (en sánscrito "sutras") de los Nikâyas: la repetición de estructuras y la sencillez en la exposición eran estrategias mnemotécnicas muy eficaces...

Roxana Basso Alvari Artista dijo...

Que desafían el orgullo intelectual (y la inseguridad) en la que se sustentan muchos que defienden a capa y espada el lenguaje como, oh, causa, razón y fin de todo.
Lindo sermón, Stalker, un gusto pasear por aquí de nuevo con el Buda mnemotécnico dándonos respiración boca a boca e iluminación a nuestras pobres mentes intoxicadas por el mundo.
Salutti

anamaría hurtado dijo...

"la rosa es sin porqué
florece porque florece,
no tiene preocupación por si misma,
no desea ser vista"
me vino Silesius
ese desasimiento, abandono de la rosa y del Buddha, siempre nos alcanza , querido Stalker,lo busquemos o no, a nuestro pesar o a favor del deseo. A veces vemos la rosa, otras nos vemos en ella, otras no sabemos ni que la vemos ni que somos ella, llegamos al sin por qué, al silencio. siempre somos fuego extinto
precioso texto, profundo y estremecedor.
un abrazo
anamaría

laia dijo...

aprender que todo es como la respiración, el mismo movimiento... lo doble que ya no es doble, como dice la frase de Ana, "siempre somos fuego extinto"

oh, abandonar y entrar entonces

increíble texto

Darío dijo...

Impactante. Claro que quisiera trascender la opinión, pero me siento tan ínfimo! El texto en sí, desnuda mi pequeñez.

çç dijo...

Excuse mi libre albedrío pero a veces me sucede que releo los textos en Marienbad, y me postergo y a veces no llego. Quiero dejarte unos versos a raiz de la anterior entrada de Rimbaud.
'Vigilias':

'Es el amigo ni violento ni débil. El amigo.

Es el amado ni atormentador ni atormentado. El amado.

Aire y el mundo no buscado. La vida.'

Respecto al fuego decir que yo también y sin saber porqué me sentí atraido en su día por textos "suttas" Cuando en la biblioteca pasaba horas leyendo "el libro de las transformaciones" sin entender nada, pero que me ayudaba a entender la tumba de la realidad. Para explicar el fuego tendríamos que entender antes el aire. Y para entender el aire habría que entender el agua... y está claro, que en la soledad de los parques se nos descubre esa silenciosa marea.

Un abrazo Stalker.

Stalker dijo...

RAB:

qué bueno tenerte otra vez por aquí, en esta entrada que desafía nuestra raíz etnocéntrica, el centro de lo que somos... Aunque mucho me temo que nuestras mentes intoxicadas y destruidas necesitarán algo más que esta breve conversación ígnea y "deconstructiva" para despertar; urge replantearnos el lodazal en el que hemos convertido nuestra existencia, el basurero de nuestra civilización... del budismo se puede aprender mucho, pero los oído están tapiados y avanzamos hacia el abismo al son de fanfarrias grotescas: y al final no será el Buddha, será el Bosco y su orgía de muerte dionisíaca, lo que prevalecerá...

el hombre es un triste animal, decían...

abrazos, RAB

Stalker dijo...

Querida Anamaría:

siempre somos fuego extinto, aun antes de quemarnos las alas que nos prometieron y que eran tan frágiles que no resistieron el primer rayo tibio de sol en la aurora del mundo,

fuego extinto, extinción en la ternura, desaparición en lo inextinguible que nos nombra apenas y ya nos deja, nos ha dejado siempre en una orfandad irreductible, en una lengua quebrada y un puro anhelo que nos proyecta hacia el futuro y en el que la teología ha encontrado una mina que explotar (la teología, parasitando la esperanza, explorando la culpa, negando el aquí y el ahora)

la rosa es sin por qué

enmudezcamos en esa ausencia de designación, en ese silencio retraído

regresemos a la ternura, si es posible aún, extintos, atentos, delicados

regresemos

/abrazo fuerte

Stalker dijo...

Laia:

"abandonar y entrar entonces"

entrar...

este texto ha sido importantísimo para mí, lo he leído decenas de veces, me lo sé de memoria. He encontrado en él una casi milagrosa confirmación de algunas intuiciones.

Pensar, además, que fue concebido en el siglo VI a.C. ¡A mí me parece un texto muy posmoderno! Su rechazo de la metafísica, su centrarse compasivo en el dolor del hombre (para erradicarlo): he aquí lo que el budismo propone, sin extenuarse en campos retóricos trascendentes ni proponer otra cosa que no sea una "terapéutica" de la inmediatez (además de una prodigiosa fenomenología de la conciencia)

abrazo!

Stalker dijo...

Joven Cuervo:

ya desnudarnos ante un texto así es habernos trascendido un poco y merecer nuestra pequeñez, un tesoro que nos ha sido concedido, frente a la "grandeza" y las grandes verdades, siempre verticales e intolerantes...

abrazo

Stalker dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Stalker dijo...

CC Rider:

gracias por los versos y por postergarte, por demorarte y que en esa lentitud se infiltre el agua lenta de una revelación, un espasmo o un quiebro de vida...

me permito introducir una pequeña disonancia si digo que "El libro de las trasformaciones" (entiendo que te refieres al I Ching) no es un texto "sutta". Los sutras son originariamente textos indios y están concebidos desde una estructura mental muy distinta a la china, me atrevería a decir que más especulativa, más "abstracta" y lógica, y capaz de concebir la irrealidad del mundo (una idea extraña a la mentalidad china, en cierto modo más pragmática, aun en sus mitos). Por eso la experiencia de leer el I Ching y cualquier texto del budismo primitivo o incluso de cualquiera de los seis sistemas ortodoxos del hinduismo es la experiencia de pasar de un universo mental a otro, cosa que se traduce en las ideas pero también, incluso, en la materialidad sensible de las palabras (que siempre amonedan una imagen "cósmica"). Se trata de topologías mentales en principio heterogéneas e inconmensurables.

Me ha gustado la idea de "entender la tumba de la realidad".

Respecto a entender el aire, tal vez si lo pensamos, si pensamos intensamente en el aire, empezarán a salirnos alas, tímidamente. O tal vez, no, tal vez ésta no sea más que una imagen pueril...

un abrazo

çç dijo...

El agua se ha filtrado y empieza a cubrirlo todo.

Gracias por hacerme notar, el equívoco al nombrar un libro hindú con el título de uno chino. Nada que ver, lo siento, no he leido de oriente más que el libro Dao, creo que nada más. Me gusta que digas "especulativa" al tanto de los Suttas, puede ser. El año pasado leí 3 libros sobre India, "La historia de la India" un enorme libro que no acabé escrito por un inglés de principios del siglo XIX, Siddartha y Kim, bueno, y alguno sobre el hinduismo. Los tengo en otra residencia ahora.

Y sí, me es costoso pensar en el aire, me es más sencillo evocar el agua o el fuego. El fuego, el sermón. Ahora estoy visionando un film de Bresson del cual quiero hacer estudio. Nunca ví una película suya y ahora acometo. Empiezo por "Les Dames du bois de Boulogne"
Los elementos se reclaman, el amor llama al amor, el agua al agua... la conciencia se adiestra y multiplica por analogías. Si miramos el fuego, buscamos los animales precedidos. Las palabras. La conciencia. Agnés mira el fuego (el teatro tramado inconscientemente) por Helene (María Casares, qué bella siempre) que se convierte en una venganza. Te dejo y prosigo fascinado por la tragedia, la escritura de REobert Bresson, la luz, los trajes, los decorados... y la trascripción que hace Cocteau de Diderot.

Un abrazo Stalker.

çç dijo...

Prosigo con Bresson una vez acabado el film te cito una frase sobre la tragedia del mismo que para él es una inmensa metáfora de la vida real "El movimiento de las escenas no procede de un frenético desplazamiento de la cámara, sino de una vida interna, de los remolinos y los choques en que se debaten 4 personajes" y así es. Conozco la obsesión de este ralizador por el cual se empeña en que los actores digan, reciten, y no interpreten.

Luis González dijo...

Leí hace un par de días el Sermón que nos presentas y, en un pequeño paseo, me vinieron a la mente las palabras de Gorgias en el Discurso del no-ser. Sin embargo, quizás haya diferencias - el oriente vs(sic) el occidente - en el hecho de "apaciguar las vibraciones". No sé. He escrito un comentario más amplio en mi blog. Ya sabes que está invitado.

Saludos de apaciguamiento vibrante

L

Stalker dijo...

CC Rider:

gracias...

conozco bien a Bresson, he visto sus películas muchas veces. Imprescindible su libro de aforismos poético-cinéfilos... Uno de los maestros inolvidables, y no sólo en lo que a cine se refiere...

un abrazo

Stalker dijo...

L:

me apaciguaré en tu blog en cuanto mis vibraciones se raltenticen un poco (mañana, sin falta),

abrazo!

leonardo dijo...

Podría decir como Gotama : desconcertado y confuso, yo que vivo en las trampas del lenguaje, el infierno del lenguaje, sufrimiento, ansia, tribulación y excitación. Pero creo que las virtudes pedagógicas del texto que señalas en tu comentario, alcanzan a transmitir algo que está más allá de las palabras y que está en nosotros como una llama apagada.
Un abrazo fuerte

Stalker dijo...

Leonardo:

esa llama apagada es la que convocan presencias como la tuya

siempre, aun extinto, el corazón sabe: en la mudez nos pronuncia

abrazo

 
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