miércoles, 28 de septiembre de 2011

En el mundo tan concreto

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Mujer, casa y gato.
Una piedra en la cabeza de la mujer; y en la cabeza
de la casa, una luz violenta.
Anda un pez extenso por la cabeza el gato.
La mujer se sienta en el tiempo y mi melancolía
la piensa, mientras que
el gato imagina la elevada casa.
Eternamente la mujer de la mano pasa la mano
por el gato abstracto,
y la casa y el hombre que voy siendo
son minuto a minuto más concretos.

La piedra cae en la cabeza del gato y el pez
gira y para en la sonrisa
de la mujer de la luz. Dentro de la casa,
el movimiento oscuro de estas cosas que no encuentran
palabras.
Yo mismo caigo en la mujer, el gato
dormita en la palabra, y la mujer toma
la palabra del gato en el regazo.
Miro, y la mujer es la palabra.

Palabra abstracta que se enfrió en el gato
y ahora se calienta en la carne
concreta de la mujer.
La luz ilumina la piedra que está
en la cabeza de la casa, y el pez corre lleno
de originalidad por la palabra adentro.
Si toco la mujer toco el gato, y es apasionante.
Si toco (y es apasionante)
la mujer, toco la piedra. Toco el gato y la piedra.
Toco la luz, o la casa, o el pez, o la palabra.

Toco la palabra apasionante, si toco la mujer
con su gato, piedra, pez, luz y casa.
la mujer de la palabra. La Palabra.

Me echo y amo a la mujer. Y amo
el amor en la mujer. Y en la palabra, el amor.
Amo, con el amor en el amor,
no sólo la palabra sino
cada cosa que invade cada cosa
que invade la palabra.
Y pienso que estoy completo en el minuto
en que la mujer eternamente
pasa la mano de la mujer por el gato
dentro de la casa.

En el mundo tan concreto.

Herberto Helder, La cuchara en la boca (trad. José Luis Puerto).


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24 comentarios:

José Antonio Fernández dijo...

Me ha encantado esa relación que como finos hilos se va gestando entre la mujer, la casa, la piedra, el gato y finalmente el lector.
Para mí, un grn poema. Todo entero.
Mi ignranci al no haber leido nada de Helder, pero que soluciono rápidamente.
Me ha recordado mucho a la poesía de Juarroz. Esas repeticiones y esa poesía circular.
Lo dicho, muy buena poesía.
Un saludo agradecido.

Eastriver dijo...

Uno, extrañado, se pregunta, ¿Concreto el mundo? Bueno, digamos que uno sabe que la vida no tiene literatura pero sí infinidad de literaturizaciones. Y entonces, todo más claro.

Un bello poema en que la retórica se convierte en ese asidero para mentirnos, en ese discurso de los locos que le ponen etiquetas a las cosas. Entonces, uno, desde su propia locura, se reconoce. Mujer, casa y gato. Y seguimos agarrándonos a los hilos para no caernos.

Isabel Mercadé dijo...

Todo un descubrimiento para mí el poema, el poeta. Mil gracias, Stalker.

anamaría hurtado dijo...

¡qué bello, stalker! que aparezca así la realidad de la mujer que no puede no ser gato, palabra, luz, casa,piedra,pez caricia... que no hay límites si el amor desde la periferia derriba la frontera y atraviesa en picada, que el mundo tan concreto es un caleidoscopio y en cada giro de visión oblicua y trastocada un semblante nos mira, nos pesa, nos ilumina, nos vibra, nos apalabra, nos saborea, hasta dejarnos en ese instante de la consumación donde no somos sino piedra, luz, caricia, gato , pez casa, mujer...

abrazo caleidoscopio
anamaría

Unknown dijo...

Este poema me ha dibujado unos bigotes de gato sobre el alma que siempre me ha ronrroneado. Gracias.

inés dijo...

Helder...uno de mis poetas favoritos. Aún recuerdo cómo lo descubrí en una librería de Lisboa. Fue el mismo día que descubrí a Sophia de Mello. Luego fue él...la luz de una, el lenguaje chocando contra sí mismo de otro...
Hermoso post, como siempre.
Un abrazo

Lola Torres Bañuls dijo...

Al principio lo había leído pero no me decía nada. Entonces he esperado, y en otro momento lo he vuelto a leer para veri si.
Tampoco lo tuve que dejar a mitad de la lectura.
Ahora vuelvo al poema y ahora sí.
Me parece precioso. Y lo he leído como si la palabra, el gato, la piedra, la casa y la mujer fluyeran como una cascada.
Es precioso.

Gracias Salter este autor no lo conozco aún.
Un abrazo.

Isabel Mercadé dijo...

Un descubrimiento reciente que me ha hecho acordarme de Stalker:
"¿Quién dice que es tan fácil salvar vidas?
En mitad de una entrevista de trabajo puede
que veas al gato desde la ventana en el piso diecisiete
cuando cruza la calle contra el tráfico,
cuando vas a responder una pregunta
acerca de tu peor rasgo de carácter
y mientes al decir que eres demasiado cuidadosa.
¿Y qué si sigues viendo al gato en todo momento y no puedes salvarlo?
El fracaso se parece más a esto que a duelos o maratones.
Todo se puede salvar, y no llegar a tiempo lo evita.
A cada minuto, respondes a la pregunta
y miras por la ventana de la iglesia para ver
a tu gran amor cegado por el resplandor, cruzando la calle, solo..."
Sarah Manguso (Massachusetts, EE.UU, 1974)

Stalker dijo...

José Antonio:

Juárroz, un imprescindible del lenguaje circular e imantado...

un abrazo

Stalker dijo...

Ramón:

esos (otros) hilos que nos permiten no ser marionetas

urdir, con ellos, otra trama: fragilidad,lengua del abajo...

abrazo

Stalker dijo...

Bel M:

gracias por partida doble: por dejarte descubrir por este poema (el poema nos descubre, no nosotros a él; de ahí que el poema sea íntimamente felino...) y también por el regalo de la poeta estadounidense...

seguimos al acecho,

abrazos

Stalker dijo...

Anamaría!

es un mantra caleidoscópico, que gira y gira sobre sí mismo probando la ternura de las múltiples combinaciones de la fruta palabra... un poema para apalabrarnos y hacernos lenta pulpa que algún animal comerá felizmente...

gracias por tejer aquí tus hilos de colores,

abrazos y más

Stalker dijo...

D:

el alma siempre te ha ronroneado,

nos columpiamos en esos bigotes

(y me acuerdo mucho del gato Alejo...)

abrazos, maullidos

Stalker dijo...

Inés:

el lenguaje chocando contra sí mismo, en delicada fruición contra su propia carne; siento que el poeta no escribe: come fruta, este poema es fruta y lentitud y nos crece dentro

de alguna forma es un eslabón más en el arte de la carencia...

abrazo luminoso

Stalker dijo...

Querida ave zancuda:

el poema es un puro fluir. Cascada, sí. Agua. No parece que pueda detenerse nunca ese interrogar, acariciar, ese puzzle nunca concluso en cuyo vértigo, inadvertidamente, descansamos...

para ti, también, estos itinerarios

besos

Unknown dijo...

Hay algo para ti en mi hueco. :)

leonardo dijo...

fluir de cascada, mantra, hilos tejidos, caleidoscopio, antiretórica... hay poetas que tienen la capacidad de desordenar la palabra, de tomarla entre sus manos como un terrón y desmenuzarla, así como esa tierra me parece que caen las palabras-poema-gato-casa-piedra-mujer de Helder, tierra sobre tierra.
un abrazo por seguir girando el caleidoscopio

Belnu dijo...

No sé por qué me he acordado (con ese gato, piedra, mano, mujer y el mundo tan concreto, que estaba lleno de luz, como la foto que has puesto) de algo que es casi el reverso, una mirlitonnade de Beckett, que sólo dice:

rêve
sans fin
ni trêve
ni rien

Anay dijo...

Contacto e intacto- afortunadamente- ese mundo tan concreto. Precioso. Gracias.

Stalker dijo...

Gracias, D,

tu hueco es el mío

Stalker dijo...

Leonardo:

gracias por venir y girar: tú eres un poeta giróvago también, un derviche-poeta-caleidocópico,

espero poder demostrártelo algún día,

abrazo

Stalker dijo...

Belnu:

un delicioso reverso de luz oscura, muchas gracias por traerlo

y abrazo

Stalker dijo...

Anay:

con-tacto, dentro, con tanto rumor y delicadeza...

abrazos

leonardo dijo...

¡Cómo no serlo y no girar cuando uno se lost in marienbad!

 
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