miércoles, 17 de marzo de 2010

Cine-raíz



En Caracol (Katatsumori, 1994), Naomi Kawase se acerca a una ventana y observa a tu tía abuela, que la crió desde pequeña, mientras ésta trabaja en el jardín. Acerca la mano al cristal (con la otra sostiene la cámara de filmación casera) y acaricia la figura difuminada de la anciana, sus contornos, su sombra... Un par de secuencias más adelante sale de casa, se aproxima a ese cuerpo menudo, encorvado, y toca su rostro. Una cámara, una mirada, una visión para tocar, para palpar lo real: no otra cosa es ese vuelco en lo inmediato que a veces, en el cine de Kawase, se cifra en un inventario gozoso de los objetos que encuentra a su paso: Me fijo en aquello que me interesa, La concreción de las cosas con las que trato de relacionarme de múltiples maneras (1988) darán cuenta de una ética de la mirada, de una ontología de la imagen que se quiere material, que atiende a las asperezas, las fracturas, las apelaciones del tacto. Un cine para acercarse, para abolir la separación de los cuerpos. Tanto en las películas caseras, que dan forma a un diario íntimo que se enriquece con sucesivas entregas a lo largo de más de dos décadas, como en los films de ficción, Naomi buscará acercarse, negar la escisión, palpar los seres en lo más hondo que tienen: su superficie. Su mirada no ejercerá violencia sobre la materia, sino caricia. Caricia que acerca. Shigeki se abraza al árbol muerto, se echa a dormir en un agujero excavado en la tierra. Shigeki y Machiko se acompañan, en un doble movimiento compasivo, hasta cruzar el umbral que agota el tiempo del luto, amparados por un bosque vibrante que observa y acoge su trayecto (ese mismo bosque que ha aparecido aquí varias veces).

En otra latitud vital y cinematográfica, el Alain Leroy de El fuego fatuo (Louis Malle, 1963), se desesperará porque es incapaz de acercarse. "Si sólo pudiera tocar..."

Si el cine de Bresson es un cine para oír, el de Naomi Kawase es un cine para tocar, para conmover las estructuras íntimas, heredadas, aprendidas, inoculadas, que nos fuerzan a la distancia con los otros. Para desestructurarlas con la mirada frágil que se posa en un mínimo gusano, una flor o una tela de araña, en una celebración gozosa de la presencia que irrumpe en el campo de visión-tacto. En La danza de los recuerdos (Tsuioku no dansu, 2002) filma a un amigo fotógrafo, enfermo de cáncer terminal. Lo hace con la delicadeza de quien acompaña, en el gesto, en el tiempo, a quien se va. Sin dramatizaciones. Sin subrayados: un ahora que se infiltra lentamente en el receptáculo inviolable: alma-raíz desanudada.

Cine, también, para derribar la mirada asimétrica, colonizadora, reduccionista: para vencer a la mirada expoliadora que sustrae e imponer (no imponer: sugerir) la mirada acariciadora que da.

En sus películas, por eso, hay tantas imágenes que son como madrigueras que conectan espacios imposibles. Imágenes fundacionales, imágenes-cobijo para quien pueda hacerse lento con ellas, acompañándolas.

Caracol. Tender los ojos que tocan hacia lo real y, hallado el regazo, yacer en él.

51 comentarios:

Belnu dijo...

Me interesa mucho Naomi Kawase, me gustó muchísimo El bosque del duelo, que también habla de la pérdida, y la comenté en el blog. Me quedé con las ganas de viajar a ese bosque, a ese centro, alguna vez. No tanto, aunque también interesante otra película suya que pusieron en el último festival Baff. Espero que en este nuevo Baff haya otra. Esta de la abuela me la recomendó la blogueuse Objeto a, y espero verla un día.

Maria dijo...

Desde luego, ganas dan de ver películas suyas leyendo esto, así que apunto en la lista sus títulos... La historia es, ¿cuál primero?

Me gusta mucho tu blog, será por eso de tener en común Sarah Kane.

soperos dijo...

la pucha, qué ganitas de verla, sí, como dicen las amigas de arriba...

inteligente manera de acercar(se)

tocar la superficie es la manera de abrir el fondo de los seres, con la caricia, introducirse en el alma del otro.

lo hice millones de veces con la gata

creo que sólo con ella he sido capaz

trataré de ver esta peli.

muchas gracias, como siempre.

besos,
ò.

Yaiza Martínez dijo...

Precioso comentario, Stalker, también creo en la profundidad de la superficie, sólo porque en lo presente laten todos los tiempos. Y esa forma de acariciar para ver: atención pura, sólo el amor que surge e impulsa permite que vivamos así. El resto del tiempo parece que permaneciéramos dormidos. Pero tiene remedio, en cualquier instante. Un beso y gracias por la introducción a Kawase, Yaiza

Say dijo...

"palpar los seres en lo más hondo que tienen: su superficie"

"hay tantas imágenes que son como madrigueras que conectan espacios imposibles"

Stalker,
lo has expresado de forma precisa. Transmitir la emoción a través del silencio y los gestos es complicadísimo. Ozu, Naruse, Mizoguchi...conseguirlo a través de las palabras también lo es. Tú lo has conseguido.

Ella dijo...

Me estremecieron mujeres
que la historia anotó entre laureles
y otras desconocidas gigantes
que no hay libro que las aguante

(esto por todas las que tienes en el blog)

Gracias
Un abrazo

Eastriver dijo...

Me gusta esa relación sensual con el cine. Es cierto que no todas las filmografías permiten ese acercamiento, al menos a mí me resulta difícil hacerlo. Lo que me resulta más sorprendente es observar de qué forma es posible intentarlo con obras tan antiguas como las de Griffith, por ejemplo, que es básicamente visual al ser tan inicial, pero con momentos de una densidad muy próxima, incluso de una cierta sensualidad a un nivel parecido al que te refieres (y eso también aparece en las obras más vanguardistas).
Me gusta esa lección de vida que nos transmites (¿dije de vida? sí, claro, de vida... de cine pero también de vida). Es fundamental la mirada, descubrir, presentar, objetivar, pero también ser capaz de acariciar con ella y que esa imagen pueda transmitirnos desde la levedad hasta la rugosidad de lo externo (y de lo extremo). Gracias por aportar, de paso, lecciones de cine.

PÁJARO DE CHINA dijo...

amo tus palabras. me las meto en el pecho y aparto la caja de calmantes mentales. y con ellas me voy a dormir.

oscar, sabemos que no solo con tiza has sido capaz. y por si no lo sabés, te estoy avisando.

stalker, quiero tu carta de búfalo. palabras que rediman, de algún modo, el mundo.

Enrique M. dijo...

Dentro de esta antologia comparativa del (posible) tocar/acercamiento, introduciria como un resbaladizo intruso, a Bergman con Cara a Cara.

En una de las primeras escenas del film, Maria, paciente atendida por la protagonista y psiquiatra Jenny, tocara (sin pedir permiso), la cara de su doctora, al tiempo que pronuncia el nombre de cada parte de su rostro. Jenny, regañara a su paciente: ¡No, Maria, no debes hacer eso!

El acercamiento, la ruptura del tabu, como enajenacion social interpersonal.

O tu mencion, del sufrido Leroy de Malle, que me hace recordar su nota de suicidio (que condensa toda esta problematica):


Me mato porque no me habéis amado,
porque yo no os he amado
Me mato porque nuestras relaciones
fueron demasiado cobardes
como para afianzar nuestros vínculos.
Dejaré en vosotros una huella indeleble

El disparo al cristal opaco que no deja ver al segundo interlocutor, al otro. El extremo, unico factor con posibilidad de ser percibido.

Te agradezco, por otro lado, tu antologia, pues me haces recordar que debo ver las peliculas que tengo de la señorita Kawase.

Un saludo.

NáN dijo...

Gracias por decir.

Leonardo dijo...

"palpar los seres en lo más hondo que tienen: su superficie". ¿No es algo que el arte japonés (quiero decir poesía, pintura, arquitectura) ha logrado desde siempre?
Una pregunta, ¿qué es para ti la asimetría de la mirada?
Abrazo

Stalker dijo...

Belnu:

sigue la recomendación de la exquisita blogueuse Objeto a, te gustará "Katatsumori",

abrazos

Stalker dijo...

Maria:

¿cuál primero? Difícil elección. En webs como Allzine.com están casi todas las que se han comentado aquí. Quizá te recomendaría empezar por "Shara"; de los diarios visuales, quizá por "Kya ka ra ba a", también conocida como "Sky, Wind, Fire, Water, Earth"...

Y es cierto que Sarah Kane une mucho!

abrazos y bienvenida otra vez

Stalker dijo...

Hermao búfalo:

nadie mejor que tú para ingresar en el espíritu de una gata y expresarte a través suyo. De ahí la hibridez de pensamiento, el deslizamiento hacia surcos imprevistos, la imposible ecualización de tu flujo mental. Sigo dentro de esa gata maravillosa, ella también está dentro de ti,

abrazos

Stalker dijo...

Yaiza:

parece que permanezcamos dormidos, en efecto. Kawase propone un despertar, suave, pero un despertar al fin. Creo que todas las cosas que surgen por aquí, últimamente, tienden a eso mismo: a sacudirnos un poco, desanestesiarnos y arrojarnos a la vorágine de lo singular,

abrazos

Stalker dijo...

Say:

agradezco tu generosidad y tu atención siempre desbordante, precisa y fraterna.

Ozu, Mizoguchi, Naruse... sus antecesores, sus herederos. Siempre he creído que el cine japonés, en su conjunto, es el más variado, polícromo e impresionante. Sólo una historia del cine escrita por occidentales puede relegarlo a un segundo plano, muy por detrás de la invencible "máquina de goma de mascar-Hollywood" (la expresión aparece, curiosamente, en un anime sensacional: Patlabor 2).

Habrá que ahondar en esto en alguna ocasión, o más bien acariciar, de nuevo, superficies, y que aflore un estremecimiento, una mínima insinuación epitelial.

abrazos

Stalker dijo...

Ella:

desconocía tu pavorosa vena lírica. Lo de "no hay libro que las aguante" me ha llegado hondo

;)

abrazos, me alegra verte por aquí...

Stalker dijo...

Ramón:

tengo que repasar a Griffith porque me interesa mucho esa cercanía de aquella mirada primigenia, de aquel acercamiento fílmico a lo real. Una visión desnuda, desprovista de la retórica y la categorización que la historiografía crítica ha construido después. Esa desnudez... en el cine mudo se hicieron cosas impresionantes, algunas de las cuales no han sido superadas hoy, y todavía está por estudiarse el cuerpo a cuerpo increíble que algunos de aquellos creadores sostuvieron con lo abismático real e (imagino) con sus propios miedos (el primer Teinosuke Kinugasa, Viktor Sjöstrom...).

Abrazos

Stalker dijo...

Querida Mariel:

acabaré escribiendo esa carta de búfalo, pero aún me faltan años. Tengo que llegar a ser un búfalo pequeño, que rumia casi a escondidas, y para ello interiorizar algunas renuncias, prescindir de algunas adhesiones, desprender ciertas herrumbres. Entonces podré mugir esa carta, que no será carta sino un sonido de animal, un poco desafinado pero que ayudará a que la hierba crezca,

abrazos

Stalker dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Stalker dijo...

Enrique:

es muy intresante lo que cuentas de la película de Bergman. Sin embargo, verás que en Kawase ese acercamiento es muy diferente. En Bergman siempre hay un deseo de exposición quirúrgica, una distancia atravesada por una mente observadora que utiliza un escalpelo muy preciso. Es además un pensador, su cine está atravesado de extrañeza, pero es un cine que piensa. En Naomi Kawase no hay nada de eso; no sólo es no es intelectual, sino que a veces parece que no filmara un ser humano. También es un cine profundamente compasivo, algo que no siempre logra el despiadado (y admirable) Bergman...

Me alegra que pases por aquí,

abrazos

Stalker dijo...

Nán:

gracias a ti, por escuchar,

abrazos

Stalker dijo...

Leonardo:

sin duda el arte japonés ha acariciado las superficies, exhumando lo que se ahonda en ellas. El haiku quizá sería el arte de hacer legible la superficie, iluminando esa opacidad interior: desactivando el poder numinoso de la profundidad y restaurando así la inmediatez de la mirada en comunión con el mundo circundante.

La mirada asimétrica es para mí la mirada que reduce, expolia y aniquila. Es asimétrica porque no da nada: hurta, escamotea, es asimétrica porque produce relaciones asimétricas y descompensa, consume, conquista. Ha sido la mirada occidental, pero no sólo esa: es la mirada depredadora, al fin, esa con la que en cierto modo nos han educado (vuelvo a aquella teoría de los microfascismos cotidianos, la normalización de la humillación y la lógica de la obediencia consensuada e invisible)

abrazos

rubén m. dijo...

Muy interesante tu acercamiento a esta cineasta, consigues despertar la curiosidad a los que no la conocemos. Esa noción de cine-tacto, la complejidad de las superficies (frente al desprecio occidental-platónico de lo superficial) y aquello de que "a veces parece que no filmara un ser humano" -con "La hamaca hawaiana" me pasó algo así-...

También me apunto la recomendación de "Patlabor 2", hace siglos que no veo anime bueno.

salud

Lola Torres Bañuls dijo...

Hola:

Aún no he leído los comentarios, eso me lo guardo para después.

Ya hace días que he leído la entrada. Es como un poema.

"Acerca la mano al cristal (con la otra sostiene la cámara de filmación casera) y acaricia la figura difuminada de la anciana, sus contornos, su sombra... Un par de secuencias más adelante sale de casa, se aproxima a ese cuerpo menudo, encorvado, y toca su rostro. Una cámara, una mirada, una visión para tocar, para palpar lo real: no otra cosa es ese vuelco en lo inmediato que a veces...".
Eso poesía.

También a veces los poetas intentan ese acercamiento con las imagenes. He intentado encontrar en la red (pero no lo he logrado) un poema de Charles Simic que habla del silencio y en la escena hay una procesión de hormigas. Hubiese querido dejarte el poema porque sé que no te gusta mucho Charles Simic pero concretamente en ese poema refleja muy bien la mirada del poeta.

Según veo en el cine también se puede hacer poesía.

Al final todo es lo mismo, pero claro para eso están los grandes artistas. Para hacer sentir y dejar al descubierto lo que a simple vista no se percibe.

Un abrazo.

Julio Mas Alcaraz dijo...

Gracias por la hermosa entrada, Stalker. Yo descubrí a esta artista tarde y también gracias a El Bosque del Luto. En realidad tendría que dar las gracias al Festival de Cannes, que fuera de la sección más oficial me ha permitido "descubrir" también a gente como Weerasethakul o Shinji Aoyama.

El maravilloso momento que describes se puede ver online en la web de Naomi:

http://www.kawasenaomi.com/en/works/documentary_film/katatsumori_1/

He leído que algunos hablan de que el cine de Naomi no es cine. Alabados sean los críticos que nos señalan a los transgresores y distintos.

Siempre que descubro un artista de estas características vuelvo a la pregunta de todo lo que me pierdo, quienes se quedan fuera de Cannes o Venecia, los roces en cristales africanos o de repúblicas ex-soviéticas que ayer comentabas. Es una sensación parecida a la necesidad diaria de vivir más plenamente. La inabarcabilidad. Y el mercado cuyas consecuencias son más tóxicas de lo que percibimos: generaciones enteras de artistas que se quedan al margen del margen.

Tera dijo...

Siempre bello, Stalker.

El gesto de tocar... me recuerda a "Padre e hijo" de Sokurov, la escena en la que uno de los personajes acaricia los huesos de una radiografía.

Ahora tengo ganas de hacerme lenta viendo esta película.

Abrazos!

Bashevis dijo...

sacalas, las raices digo, sacalas. desenraiza y danos de comer. hagamos trizas la historia contada, a la sombra con su historia. sacar la ropa de los cajones y que nadie la guarde como solia. a la fosa a desenterrar, por higiene mental, por favor.

sempiterna salud

Stalker dijo...

Rubén:

algún día hablaremos aquí, también, de "La hamaca paraguaya", una de las grandes obras maestras del cine de nuestro tiempo (convenientemente silenciada, como no podía ser de otra manera).

Busca "Patlabor2", una película interesantísima donde hay algunos diálogos absolutamente arrebatadores. Aquí mismo ya hablamos de ella:

http://lostinmarienbad.blogspot.com/2009/03/diagnosticos.html

abrazos

Stalker dijo...

Lola:

si encuentras el poema de Simic será muy bienvenido. No es que no me guste Simic, he encontrado en él algunas cosas de interés, pero reconozco que la poesía basada en gran medida en el ingenio me interesa poco, y de los libros de Simic que he tenido ocasión de leer apenas he rescatado dos o tres versos o poemas. Demasiado poco, con todas las cosas maravillosas que aún quedan por descubrir...

Hay un tipo de cine muy cercano a la poesía. Suele ser un cine poco narrativo, con escasa o nula representación psicológica, etc. Por eso muchos dicen que no es cine (al igual que cierta poesía no tradicional es considerada como no-poesía).

Éste es el cine que me interesa, el que me sacude, por el que merece la pena vivir,

besos

Stalker dijo...

Julio:

pones el dedo en la llaga de una serie de consideraciones que a veces me han atormentado. Los mecanismos de la exclusión del capitalismo eurocéntrico son y serán devastadores mientras no se abran las puertas, pero de verdad, a las periferias, a la diferencia y a las minorías.

Nos jactamos de estar abiertos al mundo, pero como te decía, ¿dónde están los poetas kazajos? ¿Qué cine se hace en Madagascar? ¿Sabemos algo de la literatura japonesa actual al margen de Murakami o Banana Yoshimoto? En realidad está todo invisibilizado, y el canon siempre repite unos cuantos nombres previsibles...

Dices:

"He leído que algunos hablan de que el cine de Naomi no es cine. Alabados sean los críticos que nos señalan a los transgresores y distintos".

El cine de Naomi Kawase es uno de los más atacados que conozco. En foros de cine, la gente reacciona contra ella, a veces con una extremada virulencia. Se defienden de ella.

Es lo que digo siempre: basta con ser mujer, tener un dicurso y visión propias, poner el dedo en la llaga de ciertos temas que incomodan... para granjearse una cohorte de enemigos que sólo saben insultar o despotricar, pero pocas veces urdir una crítica medianamente coherente o informada.

Como dices, alabados sean los Boyero de este mundo por descubrirnos (con su ignorancia y mal humor) dónde están los insumisos.

Y me alegra mucho que conozcas a Apichatpong y a Shinji...

abrazos

Stalker dijo...

Tera:

Sokurov sería otro cineasta del tacto, aunque un tacto diferente: más bien un cineasta de la herrumbre, de la secreta corrosión que la distancia abre entre los seres. El tacto se afila, las sensaciones se destiñen, todo fluctúa, tiembla... En Kawase en cambio, lo real parece investido por una pavorosa concreción: la intensidad de lo inmediato, lo inmanente trascendental...

Hacerse lento para ver estas películas es una felicidad que no debes perderte,

abrazos

Say dijo...

Stalker,
una tarde fui al cine Casablanca a ver una película rusa, Euphoria, del director siberiano Ivan Vyrypaev. En la sala estábamos cinco personas. Cuatro vimos la película y el quinto durmió durante toda la proyección. Este durmiente es un crítico de cine muy famoso. Me pregunté qué crítica haría de aquella película que no vió.

Con tus palabras:
"Alabados sean los Boyero de este mundo por descubrirnos (con su ignorancia y mal humor) dónde están los insumisos."

Sí, con estos críticos tan "prestigiosos" hay que estar al tanto de sus críticas. Lo que más desprecien será lo que, sin lugar a dudas, habrá que ir a ver. Porque será el cine necesario para nosotros, los que queremos otra cosa.
Lo que dices a Lola: "un tipo de cine muy cercano a la poesía. Suele ser un cine poco narrativo, con escasa o nula representación psicológica, etc. Por eso muchos dicen que no es cine (al igual que cierta poesía no tradicional es considerada como no-poesía)"
"Éste es el cine que me interesa, el que me sacude, por el que merece la pena vivir"

Me ha gustado mucho lo de la mirada asimétrica que le explicas a Leonardo.

Un abrazo

Lola Torres Bañuls dijo...

Querido Stalker:

Ya he encontrado el poema. Aunque ahora al leerlo no me parece tan bueno como me parecía recordarlo. Pero aún así retrata bastante bien con pocas palabras "La soledad" una abstracción. Sin embargo el poema me parece equilibrado y a través de imágenes nos lleva a esa soledad.

En cuánto a los haikus que nombraban arriba. Los japoneses tienen esa facilidad para inmediatez, el captar ese momento fugaz y retratarlo en poco espacio.

He conseguido un libro que se llama "los poemas antes dela muerte" o algo así. Escritos por monjes antes de morirse. Aún no he podido leerlo pero creo que estará muy bien.

Bueno el poema:

SOLEDAD

Mira, ya se han caído
las primeras migajas,
crees que nadie las oye
golpear las baldosas

pero en algún lugar
las hormigas se calan
sus sombreritos cuáqueros
y salen a visitarte.




Un saludo a los topos.

PÁJARO DE CHINA dijo...

tu escritura, las hormigas con sombreritos cuáqueros de Lola, las ganas de Tera de "hacerse lenta" y recodar las manos que acarician los huesos en una radiografía ... esta casa es la zona tibia del mundo.

vere kawase y volveré con lo que pueda decir.

¡me diste ganas de repasar Griffith!

gracias y abrazos a mansalva.

P.S.: me fascina ver cómo Bash se radicaliza aun más, si cabe, a medida que pasa el tiempo. hace el movimiento inverso al de la mayoría de la gente. el movimiento-molotov.

Lola Torres Bañuls dijo...

HOla querida Mariel:

Disculpa las Hormigas el poema ese completo es de Charles Simic. No hay nada mío en ese poema. (Se me olvido mencionarlo por descuido)..

Un abrazo muy fuerte muy fuerte.

Leonardo dijo...

Lo esencial, tal parece, sigue siendo marginal, es una vieja guerra; sólo el stablishment decide quién debe aparecer en la portada. Creo que con un espacio como éste y con los topos que acuden se le van abriendo a uno nuevos horizontes (en todo caso ha sido mi caso) como en este caso. En cuanto a esto del eurocentrismo pienso que el error también viene de la periferia que ha sido incapaz de crear nuevos centros de atracción fuera de Europa, como si para existir fuera indispensable ser reconocido aquí y no entre 'los suyos'. Seguimos contribuyendo a la colonización, imponiéndonos los mismos patrones que crea 'Occidente' como si nos negáramos a nosotros mismos la universalidad de nuestra mirada, y la globalización acelerada que conocemos no va a ser de ninguna ayuda...
Si en algunos festivales salen cosas, por desgracia no aparecen luego en las salas o hay que estar superalerta, que todavía quedan por ahí algunas salas oscuras donde las ciudades sueñan de otro modo.
Esto de la poesía en el cine que comentáis con Lola me interpela sobremanera. Si consideramos que la poesía no está en las cosas y que es el poema el que la produce, me parece que en el cine el poema se pre-dice, la cámara se detiene allí donde la formulación con las palabras no ha empezado aún, pero el espectador es capaz de sentirla aunque le sea imposible formularla. Y cuando eso ocurre te entiendo cuando dices que es una razón para vivir.
Un abrazo para todos

Ella dijo...
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Anacanta dijo...

En lo epitelial, la interconexión:
lo mas hondo, lo mas expuesto.
El silencio se mira en el espejo
y descubre el tacto, el calor,
la oscuridad fecunda
de unos ojos cerrados
en su abandono sísmico
a la luz de la caricia.

Lo siento,
no se me ocurre un haiku.

Portinari dijo...

Ayer me di cueta de que no podría vivir sin el tacto. Y los caracoles. Su simetría. La lentitud que no se precide.

Busco a Kawase.

Leonardo dijo...

Hombre! que se me ha olvidado darte las gracias por la explicación de la mirada asimétrica.
Abrazo simétrico éste.

Stalker dijo...

Say:

cuánta razón tienes. De hecho, creo que sé de qué crítico se trata...

Ese cine, por el que merece la pena vivir.

Perseveremos en buscar la el guijarro en la playa...

abrazos

Stalker dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Stalker dijo...

Leonardo:

tienes razón en parte. La periferia no ha sido capaz de generar nuevos espacios de atracción. Pero es que el centro tampoco ha dejado que se creen esos centros. Esto ocurrirá tarde o temprano, pero vendrá dado de la mano del cambio económico en que estamos inmersos: cambiarán los centros económicos y también los culturales. Esa secreta alianza parece invencible...

A veces sí resulta empobrecedora la mirada de algunos cineastas orientales que pretenden seducir a Occidente triunfando en festivales, etc. En este sentido, Wong Kar Wai o Kim ki-duk han pasado de ser periferia a ser centro, domesticando sus discursos, diluyéndolos para hacerlos asequibles a las clases cultas europeas. Otros, como Tsai Ming-liang, han logrado infiltrarse sin limar asperezas...

"me parece que en el cine el poema se pre-dice, la cámara se detiene allí donde la formulación con las palabras no ha empezado aún"

Estas palabras tuyas son sensacionales. Aunque quizá este cine, en su acepción más pura, desconfía tanto de las palabras que lo transmite todo con imágenes o sensaciones. El poema, antes del decir, enemigo de la palabra...

abrazos

Stalker dijo...

Querida Mariel:

la interacción Kawase-Griffith puede dar lugar algo explosivo...

Estoy de acuerdo en que Bash está radicalizado últimamente. Yo también. Me parece que ya no damos el perfil subversivo. Desterrados de toda iconoclastia, sólo nos quedará arrasar los paisajes interiores. Terminar de desertizar el páramo...

abrazos

Stalker dijo...

Anacanta:

gracias por tu poema-comentario. En otra ocasión será un haiku. Ahora ha sido esto, y es un regalo igual de maravilloso,

abrazos

Stalker dijo...

Portinari:

no se puede vivir sin los caracoles, estoy plenamente convencido de ello,

y Kawase, finalmente, tal vez te encuentre ella a ti...

abrazos

Leonardo dijo...

Sí, es lo que quiero decir. Así como un poema no se puede contar, la secuencia que pueda compararse al poema tampoco, es irreductible a las palabras. El cineasta le hace a las imágenes lo que el poeta a las palabras, a cada cual sus herramientas. Pero el instante de la creación "poética" es el mismo y, de alguna manera, el cine nos permite estar ahí.
En cuanto a los centros, sin duda tienes razón, el famoso mundo multipolar. Ojalá podamos, en todo caso, seguir descubriendo, sin vértigo, la lentitud de otros caracoles, dejando su baba en los cristales.
Un abrazo

Stalker dijo...

Gracias a ti, laconic-ana ;)

Me alegra verte por aquí...

Anónimo dijo...

Y me encontró.

Casi hace un año de mi comentario.

Me llama muchísimo la atención una casualidad. Enrique saca a colación a Bergman, y yo cuando vi Katatsumori pensé precisamente, sin recordar el comentario de Enrique, en Bergman; y pensé en cómo me gustaba su cine. Sin embargo inmediatamente me sentí totalmente arraigada a la mirada de Kawase. A las manos de Kawase. La distancia que hay entre el hielo-Bergamn y el derrumbe cálido de Naomi lo salva mi cuerpo de un modo ininteligible.

Y era inevitable esta diferencia, la del acercarse así.

Me sorprendió que una película de escasos 40 minutos se acercara así a mí, haciéndome llorar incluso.

Gracias por encontrarnos, Stalker. Era muy necesario.

(Soy Portinari, estoy delinquiendo en la universidad, jejeje...)

Un abrazo fuerte.

Stalker dijo...

Portinari:

delinque, delinque de una manera tan hermosa

qué maravilla que las cosas se acerquen así a ti...

abrazos

 
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