Una entrada para rendir un pequeño homenaje a las canciones de nuestra adolescencia. Las que estuvieron y nos hicieron ser. Las que hoy, por muchos motivos, ya no nos acompañan (y también las otras, las que resisten al tiempo y siguen ahí). Canciones en las que pusimos nuestra vida y que aún nos dicen quiénes fuimos aunque ya no nos reconozcamos en voces, melodías, texturas.
Os invito a participar y a traer vuestros enlaces y comentarios. Subiré al cuerpo de la entrada vuestras canciones de la adolescencia y lo que queráis decir de ellas. Para que todas esas melodías, súbitamente reunidas, dialoguen entre sí: se conjugen, se refuten, se entrelacen: den cuenta del rito de paso donde quemamos la infancia y empezamos a articular lo que vendría después y para lo que aún no tenemos respuesta.
Echoes, Pink Floyd. Música entre las ruinas. Música en ruinas. Armonía que penetra en la "tiniebla" de la disonancia y regresa a las formas apolíneas de cierto clasicismo impecable.
Charlotte sometimes, The Cure. He soñado que era Robert Smith y cantaba esta canción. He sentido lo que se siente al cantarla, o lo que puedo sentir yo al hacerlo: experiencia intransferible, huella digital interna imposible de contar. En esta canción sencilla hay un pathos, algo indescriptible en lo que quemar las huellas de la adolescencia. Holocausto de intimidad. Ofrenda. Cierta magia, también.
Fascination Street, The Cure. Nunca me convenció el sonido Joy Division, pero sí el de The Cure. Cuando tocan, todo está tenso, no hay nada suelto. Se aniquila el margen, el azar es sustituido por una ausencia, por una inminencia de algo que no llega a resolverse. La línea de bajo entra, deja entrar. Simon Gallup ha sido, quizá, mi bajista favorito.
Merbow ya estaba ahí. En el límite. El límite del sonido, de lo audible, el límite de cierta experiencia de vida. Aquí, una nana, apenas. En otros lugares, cuchillos, catedrales derruidas, maquinarias quirúrjicas de matadero o endoscopia. Triturar, descuartizar. ¿Volver a construir? Esto último no parece interesar a Masami Akita, volcado únicamente en el diagnóstico.
Rosary, Scott Walker. Del "Tilt", un disco que me sigue gustando mucho, porque fue compuesto para los oídos de una época por venir: éste es el pop de otro siglo, de un siglo próximo donde el dodecafonismo, la atonalidad, la espectralidad habrán "descendido" a los márgenes de la música popular y se silbará a Feldman en las calles. Rosary es un pequeño lamento, algo más convencional, después de la desgarradura, después de la invencible quemadura fragmentaria. Un memento, quizá: defixión, inscripción o estela funeraria.
Human Behaviour, Björk. Nunca fui fan de Björk. Pero aquí hay algo. En el bajo electrónico percusivo, que se alía a la batería en un doble gesto propiciatorio. Una apelación en realidad muy primitiva, con la que resulta fácil sintonizar. Danzar alrededor del fuego, conjuración, fallida comunicación con dioses mudos o ya fallecidos.
Junkyard, Birthday Party. Antes de fundar las malas semillas, Nick Cave cantó en la fiesta de cumpleaños. Años heroinómanos, salvajes. Descontrol. Odio. Todo lo que vino después surgió de aquí. Nick Cave y Mick Harvey, casi irreconocibles, de tan jóvenes.
Pilots, Goldfrapp. Me gustaba (y me sigue gustando) la voz de Allison Goldfrapp porque no es una voz pop. Está más cerca del cabaret alemán: hay una textura de seda y a la vez una rugosidad, la anticipación de una fractura, en su entonación. En el primer disco se exploró este rasgo atípico.
Polaroid Cocaine, Ingrid Caven. "Chambre 1050" es uno de mis discos favoritos. Ya lo descubrí entonces y tengo poco que decir. Ante una canción y una interpretación como ésta, sólo puedo callar y agradecer.
Stella Maris, Einstürzende Neubauten. La emoción discreta va ascendiendo y te sacude de pronto: estábamos vivos y valía la pena vivir lo que se ha vivido y como se ha vivido.
Tom Taubert's blues, Tom Waits. Un jovencísimo Waits en su primera etapa. Estas primeras piezas me siguen pareciendo canciones de cuna.
Temptation, Tom Waits. Estamos en 1987 y el Waits original se enturbia. Las texturas se oscurecen, entran ritmos experimentales, se juega, se combina, se tritura y recompone. Hay una ebriedad extraña, una felicidad difusa y enloquecida. Estamos en los años salvajes de Frank...
Thrak, King Crimson. Estrategias para la demolición. Búsqueda de otro aliento. Habla la fractura pero no duele, no puede doler cuando se opera desde esa ecuanimidad, con un método de sustracción que incluye su analgesia.
You and your friend, Dire Straits. A los 18 o 19 años, llegue a pensar que ésta era la melodía que querría escuchar justo antes de morir. Así de arrogante puede uno llegar a ser. Ahora no pienso lo mismo pero me sigo deteniendo en las manos delicadas de Mark Knopfler y en cómo palpa las notas, cómo abre los silencios (y los silencios aquí son fruta que se abre y uno toma, si así lo desea, en desnudez), cómo trabaja el barro del tono, el timbre, la cadencia. Nunca me pareció un genio, ni un poeta, mucho menos un maldito del rock; en él no había pose, sólo ese trabajo silencioso de artesano: manos que buscan.
Dancing, Paolo Conte. Paolo sigue siendo amigo. Lo será hasta el final. Hay otra forma de bailar aquí: se baila inmóvil: el ritmo está dentro, no hace falta representarlo. Sus canciones, incluso las más lentas, bailan en un tranquilo frenesí. Bailan en su sitio con pies felices.
Billy Jean, Michael Jackson. MJ fue el primero en llegar a la adolescencia. Hay mucho que decir sobre el icono y sobre el hombre (aquí hablamos de ello), pero eso ahora no me interesa. Sigue siendo una canción magnífica para pista de baile, y en los últimos minutos la coreografía desafía lo concebible: algunos pasos son claramente "inhumanos".
Bilbao Moon. Sshhhh... Ute Lemper...
Sodade, Cesaria Evora. Descubrí a Cesaria antes que a las fadistas o a los cantantes brasileños (que llegaron algo después y lo cambiaron todo, para siempre). Aquí aprendí lo que era vibrar a otro ritmo, acercarse al ecuador, alejarse del mundo erguido, completamente visible y roturado, extenuado, que empezaba a ser Occidente en términos de descubrimiento musical. Cesaria me puso sobre la pista de otro sonido, otra inclinación y otra escucha.
Vem, Madredeus. Ya no me gusta Madredeus, pero fueron importantes. Me pulvericé los oídos escuchando los discos, me sabía las canciones de memoria. Acercaron Portugal y su lengua tranquila: un refugio frente a la aspereza del castellano peninsular, tan lleno de aristas, tan arisco a plegarse, a veces, a la dulzura, al acercamiento.
Creep, Radiohead. Otro oasis en medio del horror circundante
Let my people go, Diamanda Galas. Llegó muy pronto y nunca me dio miedo. Ni siquiera en las óperas satánicas, o en el mítico "Schrei X", donde, encerrada en una cámara oscura, se entrega al pánico y al exorcismo de los miedos internos a partir de aullidos viscerales, sonidos desgarradamente irrepetibles, conjuros impronunciables, exploración de la herida. Para mí siempre fue extrañamente melódica.
Avalanche, Leonard Cohen. Una de mis canciones favoritas. Poco puede decirse ante algo así: "I stepped into an avalanche, it covered up my soul".
martes, 14 de diciembre de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
14 comentarios:
Gracias por la invitación. La idea es estupenda y esto va a ser la bomba.
Vengo de más atrás.
http://www.youtube.com/watch?v=hgCvnds6Xps
Esta de Dave Clark Five, recuerdo que fue un compañero de instituto que me llevó a su casa a oírla (antes se hacía así: alguien recibía un disco que algún familiar le había traído de Inglaterra, y su casa se convertía en lugar de encuentro y conocimiento durante meses).
Aunque salía con chicas, me atraía la belleza masculina. Recuerdo la explosión que significó para mí esta canción, cuya letra no entendía. La pusimos 20 veces seguidas. Y recuerdo una vez que él miraba por la ventana, llevaba camisa blanca y un chaleco de color verde fuerte. Y me pareció muy guapo.
http://www.youtube.com/watch?v=F4DV-5d6a5g
Y esta de los Kinks fue la alegría por estar vivo. ¡¿Cómo se podía hacer algo así y que en mi país fuera todo el exterior tan gris?
¿Jackson ahí? Tampoco me gustó nunca esa rara llamada Bjork. Con otras cosas estoy obviamente más de acuerdo, sobre todo con la tristeza de Ingrid Caven, con esa dejación.
http://www.youtube.com/watch?v=s9CtmLUu2oM
La muerte tenia un precio (Ennio Morricone)
me gustaba escuchar silbar a los pájaros. entonces no prestaba atención a la película. ese silbido hacía que estuviera más en ellos. absolutamente y para siempre desarmado.
http://www.youtube.com/watch?v=oXE_NapvM_o
Estrella Errante (Lee Marvin)
los pensamientos deben ser como esta voz. debe haber en el pensar algo profundo, pensaba. ser una estrella errante me parecía magnífico.
besos,
ò.
Esta creo puede ser una buena muestra de la música que más marcó mi adolescencia:
The Chemical Brothers - Surrender
http://www.youtube.com/watch?v=rHOkmAZHq_Y
The Prodigy - Weather Experience
http://www.youtube.com/watch?v=6Yinw2zjVm8
El Último de la Fila - Piedra sobre piedra
http://www.youtube.com/watch?v=z55BvEIPTKs
Mike Oldfield - Incantations
http://www.youtube.com/watch?v=QeVd78LicaQ
Pink Floyd - a pillow of winds
http://www.youtube.com/watch?v=Rj3kDOIFnMI
U2 - Bloody Sunday
http://www.youtube.com/watch?v=JFM7Ty1EEvs
Coldplay - Spies
http://www.youtube.com/watch?v=ANa061EN8dw&feature=related
Led Zeppelin - Kashmir
http://www.youtube.com/watch?v=hW_WLxseq0o&feature=fvst
Metallica - Sad But True
http://www.youtube.com/watch?v=C9GPvzvu4vU
Rodrigo Leão - A Casa
http://www.youtube.com/watch?v=giDO7hp1B2w
Michael Nyman Band - Chasing Sheep is Best Left to Shepherds
http://www.youtube.com/watch?v=nfP0u_zf3EE
Gustav Holst - The Planets Op. 32 Saturn, the Bringer of Old Age
http://www.youtube.com/watch?v=afZCpOgTVvc
Radiohead - The Bends
http://www.youtube.com/watch?v=fAKFSnQdhvE
Miles Davis - In a Silent Way
http://www.youtube.com/watch?v=MMINC9EOZME&feature=fvst
De esta selección curiosamente sólo Radiohead, Miles Davis y Led Zeppelin continúan manteniendo actualmente un especial interés para mí.
Por dios! Cuanta belleza!!!
Te juro, y seré absolutamente subjetivo, porque The Cure, con todas sus deficiencias y niñerías, es mi preferido. Pero a mi se me ponían, se me ponen y se me pondrán las pieles de gallina con la versión de Charlotte Sometimes para el álbum Concert.
Si soñaste que cantabas esa canción...
O mi adolescencia no coincide con la tuya, o he vivido en un mundo paralelo :(
Queridos amigos:
me ha ocurrido una cosa, y es que me arrepentido de hacer esta entrada.
Iba a borrarla pero como algunos habéis comentado ya, la dejaré en atención a vosotros.
Muchas gracias a Nán, òscar, janusz y Curiyú por vuestra participación y entusiasmo.
Seguiré aprobando los comentarios pero habrá una actualización en seguida.
un abrazo
jajaa, Stalker, qué bueno que lo digas
yo me quedé colgada ayer escuchando algunos you tube (ese Lee Marvin que en su día me producía una nostalgia infinita)pero se me hacía muy cuesta arriba rememorar ese tiempo, sólo tenía clara una canción, Epitaph de King Crimson, y sentía reticencia de subirla...
(de todas formas creo que iré volviendo de a ratos a esta entrada para escuchar enlaces)
Un abrazo
¿Y por qué te has arrepentido, amigo?
Querida Ataúlfa:
lo cierto es que al poco rato de subir la entrada sentí que no me apetecía sostener la mirada de mi adolescencia en relación a los demás, no por pudor sino por una mezcla de pereza y resignación.
La lectura de dos de los comentarios arriba publicados terminó de disuadirme de seguir con esta entrada,
un abrazo fuerte para ti
No jodas, querido. Tu entrada derrocha buen gusto. Como el mío, claro.
Caray, Curiyú:
me apena por tu entusiasmo... Quizá algún día se resucite esta entrada, en otro avatar, con otro rostro...
un abrazo
es bonito que abras esta puerta a tus raíces, bonito y abrumador, necesito tiempo para degustarlo poco a poco, como merece... pronto ya llegará.
un abrazo.
Raúl:
pasa y sírvete, hay algún plato suculento, otros más ásperos.
Esta lista tiene poco que ver con mis gustos actuales, pero sin duda lo que uno es ahora también ha sido forjado por esto, por todo esto...
abrazo
Publicar un comentario