Increíbles fotos de lo desconocido. Es vertiginoso pensar que somos eso. Esas gigantescas motas de polvo y radiaciones solares. Esas enormes cosas brillantes que titilan por el espació.
Una profunda recreación estética produce esto que compartes. Exquisita selección de maravillas cósmicas.
Nos hemos pisado, casi, aunque tú me has pasado delante. Tenía también prevista una entrada parecida. Esos ojos me han dejado estupefacto, porque sé que nos vigilan. Gran entrada, colección de pintura abstracta (¿por qué era eso, no es cierto?) y sobre todo mirada que nos empequeñece haciéndonos más grandes. Un abrazo y felices días, felices 365 días del año 11.
Qué preciosidad. Espacios. Espacios. Espacio y océanos de espacios, mares de universos. Y aunque diminutos estamos ahí, con otros diminutos que afortunadamente para los otros no conocemos. En esos espacios existen muchas cosas que desconocemos, quiero volver a nacer y saber, saberlo... Conocer esa inmensidad de océano espacial como si fuera uno de nuestros pequeños océanos, y conocer sus peces, sus insectos palo, su vocabulario, su modo de comunicarse, de vernos, y de extirparnos de su universo, su modo de 'sanarse', quiero. te dejo un poema
Passp@rt
Algún día seré una supernova star un faro cósmico me raparé el pelo y seré como tú energía oscura hacia el futuro. ...... Así sabrás cuánto me ha dicho tu entrada de hoy. Eres un cielo, o un universo azul y galáctico. Me gusta celebrar la navidad así, a lo grande y pequeñito. te deseo 'felicidad', o algo parecido. Abrazos.
Formas que se rigen a sí mismas, bellísimas me parecen,estas masas de polvo y gases estelares,
Ha sido preciso el ojo del Hubble, para confirmar a los nuestros lo que ya "vieron" los antiguos místicos
“El mundo es un grano de polvo en el espacio; la ciencia de los hombres, palabras; los pueblos, los animales y las flores de las siete cimas son sombras de la nada” Omar Khayyam, siglo XI
La visualización de las imágenes me sugieren varias sensaciones.
Imágenes incomunicables…si cayéramos ahí… el alarido sería el eco de la intemperie.
Mirándolas una a una, son como los universos en los que nuestra soledad vive. Son diferentes y cambiantes como los estados emocionales…
En esas nebulosas veo concentración de átomos de existencia. Ahí, algo transcurre pero ¿qué?. Lo inmaterial e incognoscible. Imposible conocerlo.
Ante su visión…se pueden sentir las vibraciones o eso que los antiguos griegos llamaban la “música de las esferas”.
También son como los espacios de un sueño. Parecen sacadas de algún sueño…como si en ese sueño hubiésemos girado en un cielo lleno de parábolas y esferas…
Tú nos muestras el viaje de ese sueño en el que se han podido sentir muchas cosas.
¿y si el universo es el pensamiento, o el sueño, de un ser tan vasto y extraño que desbordaría la categoría de ser tal y como nosostros la conocemos?
Nosotros podríamos ser larvas en su sueño, pequeños engranajes necesarios para que esa economía onírica se active y avance.
Apenas existimos, y sin embargo padecemos el sinsentido de esta existencia-apenas en la que avanzmos errantes, a tientas, magullados, desafinados de intempérie e inutilidad, de tanto canto inútil
compartimos este asombro ante esa belleza desmesurada... es inconcebible que exista el universo y que sea como es.
Estamos en un lugar muy extraño.
A veces, conversando, alguien expresa su incredulidad ante la posibilidad, en la que siempre he creído, de mucha e intensa vida diseminada por el universo.
"¿Cómo va a ser así? Eso es imposible. Estamos solos"
Y entonces planteo únicamente esto:
"¿Y te parece posible vivir en una bola gigantesca que flota en el espacio, girando alrededor de una bola de fuego entre otras bolas de fuego en una galaxia que se desplaza a una velocidad pavorosa?"
Es algo extraño, extrañísimo, estar aquí.
Es lo más extraño que cabe imaginar.
Al lado de eso, pensar en la existencia de seres de silicio, sociedades hipertecnológicas, imperios o guerras galácticas en esta u otra galaxia, parece poca cosa.
Estar aquí y tener conciencia de ello (aun cuando la nuestra es conciencia-balbuceo, conciencia incipiente aún) me sigue pareciendo una desmesura, algo inconcebible que uno no deja de entrañar, con los años, sin asumirlo nunca del todo
será un placer transitar por tu próxima entrada, semejante a ésta.
Es pintura abstracta, sí. Es entraña abstracta. El mismo mundo que llevamos dentro, proyectado, diseminado, "inconmensurabilizado"...
No en vano venimos de ahí: polvo de estrellas reconvertido, erguido y bípedo, con una conciencia limitada que se interroga y se duele de la falta de respuestas.
Quizá nos observan o... quizá no. No somos tan importantes en la inmensa marea cósmica. Sólo un fenómeno más: un fenómeno especialmente insignificante en un planeta anodino de un sistema estelar periférico en una galaxia de tipo medio. Nada destacable para unos hipotéticos observadores (sean extraterrestres, "dioses" o el ojo cósmico de estas galaxias remotas).
Pero aquí estamos.
Al ver esto, el sentido de "aquí" se reviste de extrañeza y vértigo.
Aquí estamos, con nuestra mezquindad humana, nuestras carencias y nuestra absoluta falta de comprensión, generosidad y a-cercamiento
No es muy seguro que podamos responder afirmativamente a estas cuestiones.
No es seguro que podamos responder negativamente.
¿Y si nuestra vida es un simulacro o un sueño difuso? ¿Y si nuestra condición es la de espectros o la del gato vivo-muerto de Schrödinger?
Quizá habitamos una fluctuación, una indeterminación vida-muerte, la simultaneidad de una aparición-desaparición, una espectralidad irreductible a nuestra conciencia (¿también ilusoria?)
No hay respuestas, sólo el aquí.
El aquí que se hace cuerpo al in-corporar el asombro que provoca la contemplación de esta majestuosidad titánica: el vacío de los espacios siderales que refleja otro vacío, otra hambre, otro pozo (interior) que nos abre una distancia infinita entre el cuerpo y la caída.
no sé lo que daría por conocer lo que hay ahí, es un deseo intenso que me acompaña desde niño.
Me da mucha curiosidad saber qué es el universo, pero sé que no podemos saberlo, sé que rebasa la conciencia humana, aun cuando nos obstinamos en elucubrar e inquirir con la imaginación.
Pero lo que hay ahí: toda esa vida, eso sí me gustaría conocerlo.
Estoy seguro de que hay formas de vida que han desarrollado conciencia, incluso algo equivalente a civilizaciones, y que han sabido gestionar el caos de la convivencia mejor que nosotros.
Estoy seguro de que algunos seres viven ahí (aquí, en este universo que es nuestra casa; no sabemos si hay otros) sin el egoísmo que construye el pathos de lo humano, nuestra cadena y nuestra infamia (aun cuando creemos ser generosos porque amamos, ¿qué amamos? Una cosificación o posesión del otro, y el deseo de perpetuar este mundo crepuscular en todos sus males. Mentiras que se encadenan sin fin...).
Qué suerte para esos seres, sí, que no nos conozcan.
Ojalá no nos conozcan nunca ni sepan lo que es nuestra forma de relacionarnos, depredarnos, aniquilarnos física y afectivamente.
No tenemos nada que enseñarles, nada que aprender de nosotros mismos, parece. Cada generación está condenada a repetir los mismos errores terribles, imperdonables. Nunca se aprende nada.
Gracias por el poema, Alfaro. Me ha tocado.
Y después del anatema, después de la tristeza, en y desde la tristeza, me sigue quedando un intenso deseo de conocer y acercarme.
eso: intensamente
yo te celebro a ti estos días en esta ínfima inmensidad, en esta pequeñez ciclópea...
lo que me asombra es el asombro interminable que hizo mirar a nuestros ancestros al cielo con curiosidad y temor; ese mismo gesto sigue estando en nosotros, los verdaderos hombres de la Antigüedad (por mucho que nos creamos modernos, el hombre futuro, si hay tal, nos verá como seres remotos, bárbaros e insignificantes);
mirar al cielo con el mismo asombro e inquietud, la misma orfandad que nos abrasa a preguntas, que nos yergue de incertidumbre y espera.
No hay nada que esperar, claro, porque las preguntas son erradas: no podemos comprender el universo con nuestros ojos, así como el gato no entiende lo que "ve" en un televisor, no sabe que esos pajaritos que escucha y percibe no están ahí. No tiene manera de saberlo.
Es fascinante, hipnótico, enigmático.
Y es extraño cómo nos afanamos en nuestras vidas mezquinas, buscando medrar, trepar, machacar al competidor para acrecentar nuestro miserable "rinconcillo" en la tierra, con todo lo que tenemos a nuestro alrededor: el majestuoso esplendor de las bóvedas celestes, ¿no nos ha enseñado nada?
La larva humana está obececada en otros menesteres: en su autodestrucción sistemática, por ejemplo.
Deberíamos mirar estas galaxias y nebulosas, y sabernos insignificantes, y dejar de luchar y agredirnos: acercarse y cuidar al otro, hacerle más amable esta vida efímera que pronto, muy pronto, se apagará, y para siempre.
Es cierto, los antiguos místicos lo sabían. También los antiguos ateos.
Hace milenios, en la India, en China, incluso en la Grecia antigua, se sabían estas cosas. Luego vino la oscuridad, la alianza de sombra y silencio de varios poderes conjugados: siglos de oscuridad hasta que empezamos a "ver" estas cosas. Pero ya es un "ver" decaído, es un ver que necesita el ojo, un ver que no sabe: desarraigado o huérfano de visión interior, el ojo necesita el especulum, el desdoblamiento, la caída en el simulacro proyectado. Requiere un objeto en que vaciarse y le es ajena la con-moción: ese movimiento que es una forma del éxtasis.
Demasiados ciclos para regresar a esa visión ya decaída, empobrecida por la absoluta exigencia de visiblidad (y esto conecta con el neoplatonismo judeocristiano, con la culpa, lo erguido, la luz, y toda esa cadena infame de otra entrada).
Al mirar estas formas espléndidas imagino que podemos hacer abstracción de esa forma consensuada de mirar y mirar de otra forma, sin pensamiento, sin coacción: un mirar que sea como un dejar entrar, y que toda esa belleza nos anegue.
Los antiguos sin duda sabían la infinitud del universo, la pre-veían. Nosotros tenemos la suerte de maravillarnos ante esta 'colección de pintura abstracta' como dice Eastriver, gracias a nuestras terribles tecnologías y aunque nuestra mirada haya perdido la sabiduría, compartimos con ellos el vértigo, el sobrecogimiento. Abrazos desde mi miniatura.
lo bueno es que hemos sido polvo de estrellas, pues toda la materia de este planeta, de la que estamos formados, viene de ellas. Y volveremos a ser eso: polvo de estrellas a la deriva en una nebulosa, quizá una matriz que generará nuevos astros
es extraño pensar que en un futuro remoto arderemos quizá en el corazón de una estrella.
aprecio mucho cómo te has detenido a sentir y dejarte anegar por estas construcciones que, como señalas, bien podrían pertenecer a una geometría onírica incognoscible y que nos hacen pensar que esa inmensidad transcurre dentro, en ese temblor que somos, en esa constelación de la interioridad todavía por cartografiar, ignota aún, apenas conocida y que nos des-conoce siempre,
a veces, cuando estoy a punto de dormirme, tengo la sensación (es una sensación de vértigo y atracción casi física) de que soy absorbido por una estrella o un planeta, por ejemplo, me pasa con Júpiter. Tengo la sensación de que su gravedad tira de mí y que voy a ser arrastrado hasta un vórtice inconcebible:
hasta una visión que me hará detenerme, para siempre, en ese instante
es pavor lo que siento entonces, pero también admiración, porque esa visión nos limita y nos i-limita, nos contagia de infinitud a la vez que cerca las lindes estrictas del hambre con que afrontamos el mundo
(ese hambre, ese aún, también por declinar en la lengua venidera que entrevemos apenas, difusamente)
Quería decirte que valoro mucho tu visión de las cosas y tu forma de detenerte en ellas -esa forma que crea un tiempo, que da el tiempo: y es por eso una de las modalidades de la intimidad que se comparte-; lo haces en esta entrada y siempre, y es un regalo constante que fluye incluso por debajo del río de palabras, como una corriente subterránea que imanta lo que decimos, en la superficie,
es cierto que impresiona, estamos en un lugar vastísimo, irreductible a cualquier operación intelecutal, inabarbable, inexplicable, asombroso, aparentemente infinito...
pienso que el miedo está en nosotros
el miedo es el hombre, o su conciencia, el miedo es la cultura que nos ha enseñado a temer, siempre, por medio de estrategias burdas o sutiles (sutilmente burdas, muchas veces),
lo bueno es que esta colección de pintura abstracta sólo es pintura y sólo es abstracta por las terribles distancias siderales.
De cerca todo sería muy concreto: soles, sistemas planetarios, nubes de gas. Una enorme cantidad de espacio vacío, también.
Me gusta pensar en todo lo que puede haber ahí.
¿Imaginas que en algún mundo remoto una raza para nosotros inintegilible haya desarrollado algo análogo a la poesía (con otros materiales, quizá, pero que cumpliera una función similar a la que cumple la poesía entre nosotros)?
La pregunta es, fatalmente: ¿podrían esas formas poéticas acercarse y comunicarse de alguna forma (habida cuenta de que otra forma de comunicación sería quizá imposible)?
Te dejo la pregunta como un juego para que la mastiques con lentitud y la hagas turrón en tu paladar, estos días,
Son imágenes conmovedoras. Siento agujeros negros dentro de mí, mientras las contemplo. Y si pongo algunas canciones de Barret, la atmósfera es apoteótica. Un abrazo y que estés muy bien.
El caso es que yo tampoco creo en la navidad, pero por desear deseo que tengaís feliz navidad de todas formas.
Hablabas con Leonardo y ha salido el tema de la función de la poesía. ¿Cuál es la función dr la poesía la poesía? NO tengo ni idea. A ver si alguien me sabe responder.
Magnífica y bella entrada Stalker. Que relativa es la dimensión cotidiana mirando todo esto, (también cuando observamos hacia dentro con un microscopio)
Es un verdadero contrapunto para la reflexión sobre lo que creemos importante (como especie).
Recibir un gran abrazo "universal", tu y todos los amigos de Marienbad.
Estas enormes distancias, creadoras de belleza. Es tranquilizador el espectáculo de nuestra insignificancia, pero al ver estos laberintos, esas formas inverosímiles, siempre tiendo a imaginar que si pudiéramos ver las sinapsis de nuestros cerebros, sus interconexiones, los estallidos de cada idea o cada emoción, el resultado serían imágenes muy semejantes; quizá es una especie de consuelo esa fe en el microcosmos...
Cada noche y cada día tenemos un espectáculo grandioso y concreto, en efecto. El vacío, el sol, el azul inexistente, las estrellas que no podemos ver en el día y que cuesta trabajo imaginarlas fuera de la noche, la Vía Láctea, las constelaciones donde los hombres quieren verse y sentir su estrecha relación con los astros. Como dice bellamente Raúl Quinto, todo esto ocurre a millones de distancias dentro de nosotros. Porque también si vamos hacia lo infinitamente pequeño encontraremos esta como fractalidad, esos otros universos. Y claro, resulta difícil no pensar en todo lo que puede haber ahí. No sé a partir de qué momento en la historia el hombre empezó a pensar en la posibilidad de no estar solo en el Universo. Por mi parte estoy convencido del poblamiento de otros planetas. Sin embargo, siempre me ha parecido extraño el que imaginemos mundos tecnológicamente hiperdesarrollados y, por lo general, hostiles (claro, quizás el hombre sea incapaz de imaginar otro ser incapaz de voracidad).
2 Pero para ir a tu pregunta, ¿es posible que un ser vivo dotado de una "sensibilidad", de una "inteligencia" y de una "capacidad de expresión" (términos a mantener con pinzas) análogas a las nuestras, pueda escapar a la poesía? No lo creo. En eso estamos de acuerdo. Y en cuanto a saber si sería un medio de comunicarse, lo creo aún más. Por la empatía posible, por lo que la poesía puede tener de un lenguaje otro, uno que se dirige a las zonas no mercantiles del cerebro. Estoy seguro de que te ha ocurrido encontrarte frente a alguien que habla una lengua que no conoces pero que por la mirada o por alguna otra razón que se nos escapa, hablamos y tenemos la impresión de comprendernos porque la relación se establece a otro nivel. No sé si es H Miller o Durrel que evocan una anécdota así a propósito, creo, del colosse de Maroussi. Si escucháramos un poema 'escrito' por un habitante de otra lejana galaxia, estoy convencido de que penetraría en nosotros de alguna manera. Así como el canto de las ballenas no puede sernos indiferente, o el maullido de un gato en apuros o la formación en escuadra de una bandada de patos. Y si podemos mantener una conversación de algunos minutos con un gerente de banco, ¿por qué no podríamos comunicarnos con un poeta de la galaxia Cluster? Rcb 1 abrz
es así. Nuestro cotidiano se nos vuelve de repente insignifcante si contemplamos la evolución de estas galaxias remotas y cómo nos hablan de otra intemperie, la que llevamos dentro y nos esforzamos en nombrar con nuestra típica torpeza humana.
también te doy un gran abrazo universal y agradezco tu compañía y tus gestos, tan importantes y entrañados para quien esto escribe
si mal no recuerdo se han trazado mapas aproximativos de las transmisiones sinápticas, he visto algunas fotografías y escáneres asombrosos. Es algo aparentemente distinto a la flora del universo estelar: parece más reticular e imbricado el cerebro, aunque también es cierto que debido a nuestro tamaño minúsculo nos sería difícil ver las conexiones de los cúmulos galácticos, si es que están.
He leído que la distribución de las galaxias no es uniforme, como se creía. Tiende a agruparse en "brazos" o "tentáculos", es decir, forma quizá figuras que no podemos reconocer por una cuestión insuperable de escala. Si el Samkhya está en lo cierto y el universo es un ser cósmico dormido, tendría gracia que las galaxias trazaran las conexiones neuronales y que nosotros fuéramos una toxina que desencadena una forma local de sueño en que la conciencia cósmica se fragmenta, para reconocerse, fragilizarse, anonadarse y vaciarse de sí.
Tirando del hilo de estas elucubraciones fantasiosas podríamos llegar muy lejos (muy cerca).
planteas cuestiones muy interesants con gran intensidad y frescura.
Creo, como tú, que la vida es un fenómeno muy común en el universo. Creo que es algo inevitable en los procesos de formación de la materia; llega un momento en que, en determinadas circunstancias, prende una chispa; la vida no sería más que materia que ha adquirido una cierta complejidad y la capacidad de reproducirse (y aun esto último habría que someterlo a cierta cuarentena precavida). La conciencia surgiría quizá después, como un fenómeno también inevitable.
Por supuesto, el hombre, sobre todo el hombre occidental, definido por sus aspiraciones depradadoras y coloniales, imagina imperios galácticos y luchas infinitas en el cosmos. Es una proyección andro-etnocéntrica muy común y difícilmente salvable.
Por mi parte imagino que habrá de todo: formas de vida organizadas como enjambres, con una conciencia mucho menos acentuada de la propia identidad, y otras que, dotadas del principio de individualidad, habrán organizado estructuras de cooperación y convivencia inimaginables para nosotros.
Es un campo donde la especulación y la imaginación tienen vía libre, pero basta pensar en un solo detalle: en nuestro mundo, la química del carbono y su combinatoria ha originado formas tan divesas como una medusa y un ser humano, un gato y una mosca: la diferencia entre formas de vida es abismal. Imaginemos entonces lo que puede ocurrir con formas de vida no basadas en el carbono: su morfología puede resultarnos tan extraña, tan ajena e inconcebible, que difícilmente la reconoceríamos como vida (podría parecernos materia inerte, formaciones geológicas, etc.) Imaginemos las formas de "civilización", "conciencia" o "pensamiento" que pueden surgir a partir de formas de vida dotadas de sentidos desconocidos para nosotros (nuestra cultura ha privilegiado la visión, uno de los cinco sentidos, pero no está muy claro que no pueda haber otros muchos sentidos, otras formas de "ver", para nosotros inimaginables).
Y después de este rodeo llego a la poesía. Quizá éste podría ser un lenguaje que superara todas las barreras. Quizá sería posible que dos civilizaciones no llegaran a entenderse, comprenderse (quizá ni siquiera "percibirse"), pero pudieran compartir un mismo estremecimiento a partir de la manifiestación de lo que para ambos mundos irreductibles sería el arte, una forma de arte que trazaría analogías y puntos de con-tacto.
No es inverosímil suponerlo.
Gracias por tus palabras y tu presencia, cálida siempre,
Sí, las formas de vida posibles han de ser numerosísimas por no decir infinitas en un universo que parece serlo (infinito, adjetivo inconcebible). Y no olvidar que nosotros les resultaríamos igualmente extraños. Sin embargo, no sé porqué, pero me cuesta trabajo imaginar que las formas de vida análogas a la nuestra (a la del sapiens sapiens) no padezcan de los mismos males o, en todo caso, de algunos de ellos (claro, esto es más que una proyección de mi pesimismo) Quizás es uno de los temores principales que guían nuestra fantasía acerca de la vida extraterrestre: encontrar formas de organización que nos convertirían de inmediato en salvajes, a nosotros, los pretenciosos amos del mundo, a lo cual la respuesta inmediata sería la destrucción de ello, por supuesto, como ya ha ocurrido. Pero volviendo a la poesía, claro que sí, porque en la poesía hay un ir hacia el otro que es un ir hacia sí mismo y viceversa y en ese movimiento todo reconocimiento es posible : "Un ritmo es suficiente para in-formar el alma", dice CHM. Esta mañana escuché un proverbio georgiano : lo que das lo guardas, lo que guardas lo pierdes. Y va con un abrazo matinal y soleado
respecto a las civilizaciones extraterrestres, quiero pensar que hay de todo: algunas reproducirán patrones de destrucción análogos a los nuestros, otras habrán alcanzado algo que nosotros definiríamos con la palabra "armonía" y que quizá sea otra cosa: ese ritmo común que nos in-forma y que hace el mundo, y nos teje a nosotros en toda intemperie,
lo bueno es que esos destellos, vislumbres, injertos, están dentro, muy cuerpo adentro, en pliegues a veces silenciados; al hacernos lentos algo se despliega: una belleza, una pequeñez, música callada, pan de niño, la fragilidad
y es siempre Aquí el lugar al que somos traducidos, con-movidos, re-creados,
el instante-aquí, esa belleza, es quizá la última lengua del exilio, cuya gramática (que es cuerpo y es dentro) hemos olvidado
De todo eso estamos hechos. De espirales, luces y sombras, de destrucción regeneradora. Y sin embargo están las escalas, las que nos devuelven a la insignificancia, o a la grandeza fractal que mira hacia lo cualitativo. Porque nosotros mismos también somos un universo.
Me dejo mecer por esas imágenes. Una vez abrí mi pecho rodeada de noche oscura ofreciéndolo a las estrellas y el camino lácteo me catapultó. Pasado el primer pánico me supe nada, y que esa nada era yo, y que eso estaba bien.
58 comentarios:
Tal vez el universo es una extensa abstracción y nosotros apenas existimos.
Un abrazo.
Increíbles fotos de lo desconocido. Es vertiginoso pensar que somos eso. Esas gigantescas motas de polvo y radiaciones solares. Esas enormes cosas brillantes que titilan por el espació.
Una profunda recreación estética produce esto que compartes.
Exquisita selección de maravillas cósmicas.
Un abrazo
Nos hemos pisado, casi, aunque tú me has pasado delante. Tenía también prevista una entrada parecida. Esos ojos me han dejado estupefacto, porque sé que nos vigilan. Gran entrada, colección de pintura abstracta (¿por qué era eso, no es cierto?) y sobre todo mirada que nos empequeñece haciéndonos más grandes. Un abrazo y felices días, felices 365 días del año 11.
somos pequeñísimos y tan grandes...
Aquí vivimos? Vivimos?
un abrazo desde el otro lado y siempre gracias Stalker
Qué preciosidad. Espacios. Espacios.
Espacio y océanos de espacios, mares de universos. Y aunque diminutos estamos ahí, con otros diminutos que afortunadamente para los otros no conocemos. En esos espacios existen muchas cosas que desconocemos, quiero volver a nacer y saber, saberlo... Conocer esa inmensidad de océano espacial como si fuera uno de nuestros pequeños océanos, y conocer sus peces, sus insectos palo, su vocabulario, su modo de comunicarse, de vernos, y de extirparnos de su universo, su modo de 'sanarse', quiero.
te dejo un poema
Passp@rt
Algún día seré una supernova star
un faro cósmico
me raparé el pelo
y seré como tú
energía oscura
hacia el futuro.
......
Así sabrás cuánto me ha dicho tu entrada de hoy.
Eres un cielo, o un universo azul y galáctico.
Me gusta celebrar la navidad así, a lo grande y pequeñito.
te deseo 'felicidad', o algo parecido.
Abrazos.
Nos afecta tanto todo y sólo somos una pequeñísima partícula imperceptible de esa grandiosidad.
Disfruté las fotos. Son hipnóticas y misteriosas.
Un fuerte abrazo.
Formas que se rigen a sí mismas, bellísimas me parecen,estas masas de polvo y gases estelares,
Ha sido preciso el ojo del Hubble, para confirmar a los nuestros lo que ya "vieron" los antiguos místicos
“El mundo es un grano de polvo en el espacio;
la ciencia de los hombres, palabras;
los pueblos, los animales y las flores de las siete cimas
son sombras de la nada”
Omar Khayyam, siglo XI
abrazo
k
Un abrazo, Stalker, de mini partícula a mini partícula, pero el abrazo bien grande.
Algún día TODOS cruzaremos la línea y veremos lo que nos está esperando.
un abrazo sin compasión
Allí
( http://vimeo.com/9953368 )
"Aquí"... y ahora.
Beso
Tal vez nos convirtamos en estrella, en una nebulosa o algo así.
Que bonito.
La visualización de las imágenes me sugieren varias sensaciones.
Imágenes incomunicables…si cayéramos ahí… el alarido sería el eco de la intemperie.
Mirándolas una a una, son como los universos en los que nuestra soledad vive. Son diferentes y cambiantes como los estados emocionales…
En esas nebulosas veo concentración de átomos de existencia. Ahí, algo transcurre pero ¿qué?. Lo inmaterial e incognoscible. Imposible conocerlo.
Ante su visión…se pueden sentir las vibraciones o eso que los antiguos griegos llamaban la “música de las esferas”.
También son como los espacios de un sueño. Parecen sacadas de algún sueño…como si en ese sueño hubiésemos girado en un cielo lleno de parábolas y esferas…
Tú nos muestras el viaje de ese sueño en el que se han podido sentir muchas cosas.
Un fuerte abrazo
BON NADAL A TOTS
Fackel:
¿y si el universo es el pensamiento, o el sueño, de un ser tan vasto y extraño que desbordaría la categoría de ser tal y como nosostros la conocemos?
Nosotros podríamos ser larvas en su sueño, pequeños engranajes necesarios para que esa economía onírica se active y avance.
Apenas existimos, y sin embargo padecemos el sinsentido de esta existencia-apenas en la que avanzmos errantes, a tientas, magullados, desafinados de intempérie e inutilidad, de tanto canto inútil
¿nos ataremos al mástil?
en cierto sentido, sí, todo parece ilusorio
pero las flechas siguen carne adentro
salve
Ahab:
compartimos este asombro ante esa belleza desmesurada... es inconcebible que exista el universo y que sea como es.
Estamos en un lugar muy extraño.
A veces, conversando, alguien expresa su incredulidad ante la posibilidad, en la que siempre he creído, de mucha e intensa vida diseminada por el universo.
"¿Cómo va a ser así? Eso es imposible. Estamos solos"
Y entonces planteo únicamente esto:
"¿Y te parece posible vivir en una bola gigantesca que flota en el espacio, girando alrededor de una bola de fuego entre otras bolas de fuego en una galaxia que se desplaza a una velocidad pavorosa?"
Es algo extraño, extrañísimo, estar aquí.
Es lo más extraño que cabe imaginar.
Al lado de eso, pensar en la existencia de seres de silicio, sociedades hipertecnológicas, imperios o guerras galácticas en esta u otra galaxia, parece poca cosa.
Estar aquí y tener conciencia de ello (aun cuando la nuestra es conciencia-balbuceo, conciencia incipiente aún) me sigue pareciendo una desmesura, algo inconcebible que uno no deja de entrañar, con los años, sin asumirlo nunca del todo
abrazos
uakaaaaa!!
ajrrrrrrrrrrrr!!!
cricrii
Ramón:
será un placer transitar por tu próxima entrada, semejante a ésta.
Es pintura abstracta, sí. Es entraña abstracta. El mismo mundo que llevamos dentro, proyectado, diseminado, "inconmensurabilizado"...
No en vano venimos de ahí: polvo de estrellas reconvertido, erguido y bípedo, con una conciencia limitada que se interroga y se duele de la falta de respuestas.
Quizá nos observan o... quizá no. No somos tan importantes en la inmensa marea cósmica. Sólo un fenómeno más: un fenómeno especialmente insignificante en un planeta anodino de un sistema estelar periférico en una galaxia de tipo medio. Nada destacable para unos hipotéticos observadores (sean extraterrestres, "dioses" o el ojo cósmico de estas galaxias remotas).
Pero aquí estamos.
Al ver esto, el sentido de "aquí" se reviste de extrañeza y vértigo.
Aquí estamos, con nuestra mezquindad humana, nuestras carencias y nuestra absoluta falta de comprensión, generosidad y a-cercamiento
y sin embargo lo intentamos:
fatalmente aquí
aquí siempre
un abrazo
Emma:
cuánto condensado en tus preguntas.
¿Aquí vivimos? ¿Vivimos?
No es muy seguro que podamos responder afirmativamente a estas cuestiones.
No es seguro que podamos responder negativamente.
¿Y si nuestra vida es un simulacro o un sueño difuso? ¿Y si nuestra condición es la de espectros o la del gato vivo-muerto de Schrödinger?
Quizá habitamos una fluctuación, una indeterminación vida-muerte, la simultaneidad de una aparición-desaparición, una espectralidad irreductible a nuestra conciencia (¿también ilusoria?)
No hay respuestas, sólo el aquí.
El aquí que se hace cuerpo al in-corporar el asombro que provoca la contemplación de esta majestuosidad titánica: el vacío de los espacios siderales que refleja otro vacío, otra hambre, otro pozo (interior) que nos abre una distancia infinita entre el cuerpo y la caída.
Aquí
(abrazos)
Impresiona el universo, a veces no solo me impresiona, a veces me da miedo.
Felices fiestas Stalker aunque sea algo tarde.
Bon nadal per tú i familia
Alfaro:
espacios, espacios...
no sé lo que daría por conocer lo que hay ahí, es un deseo intenso que me acompaña desde niño.
Me da mucha curiosidad saber qué es el universo, pero sé que no podemos saberlo, sé que rebasa la conciencia humana, aun cuando nos obstinamos en elucubrar e inquirir con la imaginación.
Pero lo que hay ahí: toda esa vida, eso sí me gustaría conocerlo.
Estoy seguro de que hay formas de vida que han desarrollado conciencia, incluso algo equivalente a civilizaciones, y que han sabido gestionar el caos de la convivencia mejor que nosotros.
Estoy seguro de que algunos seres viven ahí (aquí, en este universo que es nuestra casa; no sabemos si hay otros) sin el egoísmo que construye el pathos de lo humano, nuestra cadena y nuestra infamia (aun cuando creemos ser generosos porque amamos, ¿qué amamos? Una cosificación o posesión del otro, y el deseo de perpetuar este mundo crepuscular en todos sus males. Mentiras que se encadenan sin fin...).
Qué suerte para esos seres, sí, que no nos conozcan.
Ojalá no nos conozcan nunca ni sepan lo que es nuestra forma de relacionarnos, depredarnos, aniquilarnos física y afectivamente.
No tenemos nada que enseñarles, nada que aprender de nosotros mismos, parece. Cada generación está condenada a repetir los mismos errores terribles, imperdonables. Nunca se aprende nada.
Gracias por el poema, Alfaro. Me ha tocado.
Y después del anatema, después de la tristeza, en y desde la tristeza, me sigue quedando un intenso deseo de conocer y acercarme.
eso: intensamente
yo te celebro a ti estos días en esta ínfima inmensidad, en esta pequeñez ciclópea...
abrazos
Isabel:
lo que me asombra es el asombro interminable que hizo mirar a nuestros ancestros al cielo con curiosidad y temor; ese mismo gesto sigue estando en nosotros, los verdaderos hombres de la Antigüedad (por mucho que nos creamos modernos, el hombre futuro, si hay tal, nos verá como seres remotos, bárbaros e insignificantes);
mirar al cielo con el mismo asombro e inquietud, la misma orfandad que nos abrasa a preguntas, que nos yergue de incertidumbre y espera.
No hay nada que esperar, claro, porque las preguntas son erradas: no podemos comprender el universo con nuestros ojos, así como el gato no entiende lo que "ve" en un televisor, no sabe que esos pajaritos que escucha y percibe no están ahí. No tiene manera de saberlo.
Es fascinante, hipnótico, enigmático.
Y es extraño cómo nos afanamos en nuestras vidas mezquinas, buscando medrar, trepar, machacar al competidor para acrecentar nuestro miserable "rinconcillo" en la tierra, con todo lo que tenemos a nuestro alrededor: el majestuoso esplendor de las bóvedas celestes, ¿no nos ha enseñado nada?
La larva humana está obececada en otros menesteres: en su autodestrucción sistemática, por ejemplo.
Deberíamos mirar estas galaxias y nebulosas, y sabernos insignificantes, y dejar de luchar y agredirnos: acercarse y cuidar al otro, hacerle más amable esta vida efímera que pronto, muy pronto, se apagará, y para siempre.
Abrazos
Karmen:
estupendo el poema de Omar Khayyam.
Es cierto, los antiguos místicos lo sabían. También los antiguos ateos.
Hace milenios, en la India, en China, incluso en la Grecia antigua, se sabían estas cosas. Luego vino la oscuridad, la alianza de sombra y silencio de varios poderes conjugados: siglos de oscuridad hasta que empezamos a "ver" estas cosas. Pero ya es un "ver" decaído, es un ver que necesita el ojo, un ver que no sabe: desarraigado o huérfano de visión interior, el ojo necesita el especulum, el desdoblamiento, la caída en el simulacro proyectado. Requiere un objeto en que vaciarse y le es ajena la con-moción: ese movimiento que es una forma del éxtasis.
Demasiados ciclos para regresar a esa visión ya decaída, empobrecida por la absoluta exigencia de visiblidad (y esto conecta con el neoplatonismo judeocristiano, con la culpa, lo erguido, la luz, y toda esa cadena infame de otra entrada).
Al mirar estas formas espléndidas imagino que podemos hacer abstracción de esa forma consensuada de mirar y mirar de otra forma, sin pensamiento, sin coacción: un mirar que sea como un dejar entrar, y que toda esa belleza nos anegue.
Ser pozo, ser-ahí.
Sin mediaciones.
Un abrazo
Los antiguos sin duda sabían la infinitud del universo, la pre-veían. Nosotros tenemos la suerte de maravillarnos ante esta 'colección de pintura abstracta' como dice Eastriver, gracias a nuestras terribles tecnologías y aunque nuestra mirada haya perdido la sabiduría, compartimos con ellos el vértigo, el sobrecogimiento.
Abrazos desde mi miniatura.
Bel M:
bien grande y pequeño, lo recibo con todo cariño en el cuenco...
y te lo duvuelvo, empequeñecido, en la voz de lo pequeño
Tula:
veremos, o eso incognoscible nos verá y nos delatará, para siempre
un abrazo con pathos, con la compasión que nos sigue siendo necesaria en este mundo en el que seguimos siendo extraños, huérfanos y tristemente mudos
LUG:
delicioso allí,
me recuesto en la espiral del caracol y en la pulsión de los números que trazan las correspondencias y los surcos que marcan el límite de lo visible
gracias por recordarnos que los números nos templan, pueden templarnos cuando nos abandonamos a nuestra condición más irrenunciable: la desafinación,
un abrazo
Mercedes:
aquí y ahora, una hormiga rosa, en fila india
así la mirada que se niega a la corrección y subvierte toda rectitud
¿será aquello remoto un hormiguero?
Abrazos
Lola:
lo bueno es que hemos sido polvo de estrellas, pues toda la materia de este planeta, de la que estamos formados, viene de ellas. Y volveremos a ser eso: polvo de estrellas a la deriva en una nebulosa, quizá una matriz que generará nuevos astros
es extraño pensar que en un futuro remoto arderemos quizá en el corazón de una estrella.
besos
Querida Say:
aprecio mucho cómo te has detenido a sentir y dejarte anegar por estas construcciones que, como señalas, bien podrían pertenecer a una geometría onírica incognoscible y que nos hacen pensar que esa inmensidad transcurre dentro, en ese temblor que somos, en esa constelación de la interioridad todavía por cartografiar, ignota aún, apenas conocida y que nos des-conoce siempre,
a veces, cuando estoy a punto de dormirme, tengo la sensación (es una sensación de vértigo y atracción casi física) de que soy absorbido por una estrella o un planeta, por ejemplo, me pasa con Júpiter. Tengo la sensación de que su gravedad tira de mí y que voy a ser arrastrado hasta un vórtice inconcebible:
hasta una visión que me hará detenerme, para siempre, en ese instante
es pavor lo que siento entonces, pero también admiración, porque esa visión nos limita y nos i-limita, nos contagia de infinitud a la vez que cerca las lindes estrictas del hambre con que afrontamos el mundo
(ese hambre, ese aún, también por declinar en la lengua venidera que entrevemos apenas, difusamente)
Quería decirte que valoro mucho tu visión de las cosas y tu forma de detenerte en ellas -esa forma que crea un tiempo, que da el tiempo: y es por eso una de las modalidades de la intimidad que se comparte-; lo haces en esta entrada y siempre, y es un regalo constante que fluye incluso por debajo del río de palabras, como una corriente subterránea que imanta lo que decimos, en la superficie,
un fuerte abrazo
Querida Lola:
yo no creo en la Navidad ni en ningún tipo de festejos, pero sí creo en ti,
por eso,
Bon Nadal y más, siempre
grillito:
uakayawaka guey
(la perra)
ajrrr-ajrrrr
(en pompa)
et puis je me balance
(amb piruleta)
no hay onomatopeya ni cuerpo que resista tus intervenciones:
esa delicadeza, tan animal y blandita
/abrazo
Madison:
es cierto que impresiona, estamos en un lugar vastísimo, irreductible a cualquier operación intelecutal, inabarbable, inexplicable, asombroso, aparentemente infinito...
pienso que el miedo está en nosotros
el miedo es el hombre, o su conciencia, el miedo es la cultura que nos ha enseñado a temer, siempre, por medio de estrategias burdas o sutiles (sutilmente burdas, muchas veces),
felices fiestas también para ti,
y un abrazo muy fuerte
Leonardo:
lo bueno es que esta colección de pintura abstracta sólo es pintura y sólo es abstracta por las terribles distancias siderales.
De cerca todo sería muy concreto: soles, sistemas planetarios, nubes de gas. Una enorme cantidad de espacio vacío, también.
Me gusta pensar en todo lo que puede haber ahí.
¿Imaginas que en algún mundo remoto una raza para nosotros inintegilible haya desarrollado algo análogo a la poesía (con otros materiales, quizá, pero que cumpliera una función similar a la que cumple la poesía entre nosotros)?
La pregunta es, fatalmente: ¿podrían esas formas poéticas acercarse y comunicarse de alguna forma (habida cuenta de que otra forma de comunicación sería quizá imposible)?
Te dejo la pregunta como un juego para que la mastiques con lentitud y la hagas turrón en tu paladar, estos días,
y recibe un abrazo fuerte
Son imágenes conmovedoras. Siento agujeros negros dentro de mí, mientras las contemplo. Y si pongo algunas canciones de Barret, la atmósfera es apoteótica.
Un abrazo y que estés muy bien.
El caso es que yo tampoco creo en la navidad, pero por desear deseo que tengaís feliz navidad de todas formas.
Hablabas con Leonardo y ha salido el tema de la función de la poesía. ¿Cuál es la función dr la poesía la poesía? NO tengo ni idea. A ver si alguien me sabe responder.
Yo también creo en ti, Stalker.
qué espectáculo! y pensar que todo eso sucede a millones de kilómetros, justo dentro de nosotros.
Magnífica y bella entrada Stalker.
Que relativa es la dimensión cotidiana mirando todo esto,
(también cuando observamos hacia dentro con un microscopio)
Es un verdadero contrapunto para la
reflexión sobre lo que creemos importante (como especie).
Recibir un gran abrazo "universal",
tu y todos los amigos de Marienbad.
Estas enormes distancias, creadoras de belleza. Es tranquilizador el espectáculo de nuestra insignificancia, pero al ver estos laberintos, esas formas inverosímiles, siempre tiendo a imaginar que si pudiéramos ver las sinapsis de nuestros cerebros, sus interconexiones, los estallidos de cada idea o cada emoción, el resultado serían imágenes muy semejantes; quizá es una especie de consuelo esa fe en el microcosmos...
un abrazo
Cada noche y cada día tenemos un espectáculo grandioso y concreto, en efecto. El vacío, el sol, el azul inexistente, las estrellas que no podemos ver en el día y que cuesta trabajo imaginarlas fuera de la noche, la Vía Láctea, las constelaciones donde los hombres quieren verse y sentir su estrecha relación con los astros. Como dice bellamente Raúl Quinto, todo esto ocurre a millones de distancias dentro de nosotros. Porque también si vamos hacia lo infinitamente pequeño encontraremos esta como fractalidad, esos otros universos.
Y claro, resulta difícil no pensar en todo lo que puede haber ahí. No sé a partir de qué momento en la historia el hombre empezó a pensar en la posibilidad de no estar solo en el Universo. Por mi parte estoy convencido del poblamiento de otros planetas. Sin embargo, siempre me ha parecido extraño el que imaginemos mundos tecnológicamente hiperdesarrollados y, por lo general, hostiles (claro, quizás el hombre sea incapaz de imaginar otro ser incapaz de voracidad).
2
Pero para ir a tu pregunta, ¿es posible que un ser vivo dotado de una "sensibilidad", de una "inteligencia" y de una "capacidad de expresión" (términos a mantener con pinzas) análogas a las nuestras, pueda escapar a la poesía? No lo creo. En eso estamos de acuerdo. Y en cuanto a saber si sería un medio de comunicarse, lo creo aún más. Por la empatía posible, por lo que la poesía puede tener de un lenguaje otro, uno que se dirige a las zonas no mercantiles del cerebro. Estoy seguro de que te ha ocurrido encontrarte frente a alguien que habla una lengua que no conoces pero que por la mirada o por alguna otra razón que se nos escapa, hablamos y tenemos la impresión de comprendernos porque la relación se establece a otro nivel. No sé si es H Miller o Durrel que evocan una anécdota así a propósito, creo, del colosse de Maroussi.
Si escucháramos un poema 'escrito' por un habitante de otra lejana galaxia, estoy convencido de que penetraría en nosotros de alguna manera. Así como el canto de las ballenas no puede sernos indiferente, o el maullido de un gato en apuros o la formación en escuadra de una bandada de patos. Y si podemos mantener una conversación de algunos minutos con un gerente de banco, ¿por qué no podríamos comunicarnos con un poeta de la galaxia Cluster?
Rcb 1 abrz
Curiyú:
con Syd Barret las constelaciones están dentro
y nos hacen cosquillas
un gran abrazo para ti y mis mejores deseos en el año que comienza
Lola:
es un tema tan amplio que no sé cómo abordarlo... tengo pensado hacer una entrada titulada "Qué es la poesía".
Si hago esa entrada, será quizá la última del blog, porque sería una buena manera acabar así.
Un abrazo fuerte
Raúl:
la interconexión entre micro y macrocosmos, algo tan nuevo y tan antiguo como el ser humano.
En las vísceras del átomo, nuevas galaxias nos esperan a ser descubiertas.
El Samkhya (teoría cosmológica hindú) afirma que vivimos dentro de un ser inmenso llamado purusha; las galaxias serían células de ese ser
me gusta imaginar que ese ser es un animal dormido y que nos sueña
sueña este sueño de tristeza, alegría, misterio y desconocimiento,
salute
Rosso:
es así. Nuestro cotidiano se nos vuelve de repente insignifcante si contemplamos la evolución de estas galaxias remotas y cómo nos hablan de otra intemperie, la que llevamos dentro y nos esforzamos en nombrar con nuestra típica torpeza humana.
también te doy un gran abrazo universal y agradezco tu compañía y tus gestos, tan importantes y entrañados para quien esto escribe
Rubén:
si mal no recuerdo se han trazado mapas aproximativos de las transmisiones sinápticas, he visto algunas fotografías y escáneres asombrosos. Es algo aparentemente distinto a la flora del universo estelar: parece más reticular e imbricado el cerebro, aunque también es cierto que debido a nuestro tamaño minúsculo nos sería difícil ver las conexiones de los cúmulos galácticos, si es que están.
He leído que la distribución de las galaxias no es uniforme, como se creía. Tiende a agruparse en "brazos" o "tentáculos", es decir, forma quizá figuras que no podemos reconocer por una cuestión insuperable de escala. Si el Samkhya está en lo cierto y el universo es un ser cósmico dormido, tendría gracia que las galaxias trazaran las conexiones neuronales y que nosotros fuéramos una toxina que desencadena una forma local de sueño en que la conciencia cósmica se fragmenta, para reconocerse, fragilizarse, anonadarse y vaciarse de sí.
Tirando del hilo de estas elucubraciones fantasiosas podríamos llegar muy lejos (muy cerca).
Abrazos diseminados
Leonardo:
planteas cuestiones muy interesants con gran intensidad y frescura.
Creo, como tú, que la vida es un fenómeno muy común en el universo. Creo que es algo inevitable en los procesos de formación de la materia; llega un momento en que, en determinadas circunstancias, prende una chispa; la vida no sería más que materia que ha adquirido una cierta complejidad y la capacidad de reproducirse (y aun esto último habría que someterlo a cierta cuarentena precavida). La conciencia surgiría quizá después, como un fenómeno también inevitable.
Por supuesto, el hombre, sobre todo el hombre occidental, definido por sus aspiraciones depradadoras y coloniales, imagina imperios galácticos y luchas infinitas en el cosmos. Es una proyección andro-etnocéntrica muy común y difícilmente salvable.
Por mi parte imagino que habrá de todo: formas de vida organizadas como enjambres, con una conciencia mucho menos acentuada de la propia identidad, y otras que, dotadas del principio de individualidad, habrán organizado estructuras de cooperación y convivencia inimaginables para nosotros.
Es un campo donde la especulación y la imaginación tienen vía libre, pero basta pensar en un solo detalle: en nuestro mundo, la química del carbono y su combinatoria ha originado formas tan divesas como una medusa y un ser humano, un gato y una mosca: la diferencia entre formas de vida es abismal. Imaginemos entonces lo que puede ocurrir con formas de vida no basadas en el carbono: su morfología puede resultarnos tan extraña, tan ajena e inconcebible, que difícilmente la reconoceríamos como vida (podría parecernos materia inerte, formaciones geológicas, etc.) Imaginemos las formas de "civilización", "conciencia" o "pensamiento" que pueden surgir a partir de formas de vida dotadas de sentidos desconocidos para nosotros (nuestra cultura ha privilegiado la visión, uno de los cinco sentidos, pero no está muy claro que no pueda haber otros muchos sentidos, otras formas de "ver", para nosotros inimaginables).
Y después de este rodeo llego a la poesía. Quizá éste podría ser un lenguaje que superara todas las barreras. Quizá sería posible que dos civilizaciones no llegaran a entenderse, comprenderse (quizá ni siquiera "percibirse"), pero pudieran compartir un mismo estremecimiento a partir de la manifiestación de lo que para ambos mundos irreductibles sería el arte, una forma de arte que trazaría analogías y puntos de con-tacto.
No es inverosímil suponerlo.
Gracias por tus palabras y tu presencia, cálida siempre,
un abrazo fuerte
purusha... me gusta cómo suena, me gusta pensar que formo parte de algo llamado así.
Sí, las formas de vida posibles han de ser numerosísimas por no decir infinitas en un universo que parece serlo (infinito, adjetivo inconcebible). Y no olvidar que nosotros les resultaríamos igualmente extraños. Sin embargo, no sé porqué, pero me cuesta trabajo imaginar que las formas de vida análogas a la nuestra (a la del sapiens sapiens) no padezcan de los mismos males o, en todo caso, de algunos de ellos (claro, esto es más que una proyección de mi pesimismo)
Quizás es uno de los temores principales que guían nuestra fantasía acerca de la vida extraterrestre: encontrar formas de organización que nos convertirían de inmediato en salvajes, a nosotros, los pretenciosos amos del mundo, a lo cual la respuesta inmediata sería la destrucción de ello, por supuesto, como ya ha ocurrido.
Pero volviendo a la poesía, claro que sí, porque en la poesía hay un ir hacia el otro que es un ir hacia sí mismo y viceversa y en ese movimiento todo reconocimiento es posible : "Un ritmo es suficiente para in-formar el alma", dice CHM.
Esta mañana escuché un proverbio georgiano : lo que das lo guardas, lo que guardas lo pierdes.
Y va con un abrazo matinal y soleado
Raúl:
purusha, el ser cósmico dormido
prakriti, energía que informa todos los estadios de la naturaleza
Oí por primera vez esos conceptos del Samkhya hace muchos años, en clase de filosofía oriental.
Nunca los olvidé,
un abrazo
Leonardo:
magnífico proverbio georgiano
te sigo en el reconocimiento y en la búsqueda
respecto a las civilizaciones extraterrestres, quiero pensar que hay de todo: algunas reproducirán patrones de destrucción análogos a los nuestros, otras habrán alcanzado algo que nosotros definiríamos con la palabra "armonía" y que quizá sea otra cosa: ese ritmo común que nos in-forma y que hace el mundo, y nos teje a nosotros en toda intemperie,
un abrazo fuerte ahora y siempre
Empecé el año viendo small glimpses of beauty y cada día vemos un poco. Maravilloso.
Destellos por Aquí.
Un abrazo!
Tera:
lo bueno es que esos destellos, vislumbres, injertos, están dentro, muy cuerpo adentro, en pliegues a veces silenciados; al hacernos lentos algo se despliega: una belleza, una pequeñez, música callada, pan de niño, la fragilidad
y es siempre Aquí el lugar al que somos traducidos, con-movidos, re-creados,
el instante-aquí, esa belleza, es quizá la última lengua del exilio, cuya gramática (que es cuerpo y es dentro) hemos olvidado
esos destellos nos la recuerdan,
abrazo
De todo eso estamos hechos. De espirales, luces y sombras, de destrucción regeneradora. Y sin embargo están las escalas, las que nos devuelven a la insignificancia, o a la grandeza fractal que mira hacia lo cualitativo. Porque nosotros mismos también somos un universo.
Me dejo mecer por esas imágenes.
Una vez abrí mi pecho rodeada de noche oscura ofreciéndolo a las estrellas y el camino lácteo me catapultó. Pasado el primer pánico me supe nada, y que esa nada era yo, y que eso estaba bien.
Que tengas un buen año.
Camino:
es así como dices,y tan bellamente expresado,
un abrazo
Raticulina:
hermosa experiencia que espero que repitas alguna vez...
un abrazo fuerte
Great!
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