jueves, 10 de septiembre de 2009
Pequeño conjuro para alejar el miedo y entrar y salir bailando de los hospitales
Para Mariel
El espejismo pequeñito estaba asustado sin un desierto que lo amamantase con la ocre leche del misterio.
Fue a una subasta de desiertos, pero como era un espejismo pobre sólo consiguió un desierto enclenque al que todos despreciaban.
Dicen que ese desierto se llamaba mente y que el espejismo chico, al habitarlo, produjo la ilusión del mundo y las cosquillas.
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23 comentarios:
para qué hacemos las cosas es lo importante. este texto, además de bien hecho, está hecho para el bien. sencillamente.
gracias. gracias a mariel también.
besos,
òscar.
Preciosa fábula, por llamarla de algún modo, un poema.Seguro que a Mariel le encanta este regalo.
abrazos
Sos la madera del suelo del ático, sos los secretos que se esconden en el ático, sos la sagrada trinidad profana que reside en el ático y custodia los secretos, sos los tres relámpagos rojos que queman y alejan el dolor. El dolor retrocede ante el fuego, el fuego encanta y hechiza a la serpiente. Sos el fuego. Solo tres y no cuatro. Que podrían ser vos, mi imagen reflejada en tu interior y el espacio entre vos y mi imagen. No hay dolor.
Sos simultáneamente el espejismo que cabe en la mano, la mano que amorosamente coloca el espejismo en la cabeza y la cabeza que es el misterio del desierto. Sos un misterio.
Sos el que sabe elegir en las subastas y sabe que en lo despreciado habita lo bello. Sos quien elige.
El mundo es una narración de nuestro córtex. Sos un poema clavado en el cerebro, como la llama sobre la madera, como el espejismo que ha encontrado su desierto.
Sos las cosquillas, que son hermanas de las mariposas. Uno tiene cosquillas, y mariposas, en el estómago. Sos el que ríe para que no llore. La madera que sostiene mi incendio, que es un miedo mortal del que nacen tres flores. Sos tres flores y tres lenguas de fuego, que se comen la vieja madera y se masticarían por mí, si pudieran, el terror.
Sos la alegría. El que instala en el desierto un ático, recoge y custodia la madera y percibe el desastre y atiza la resurrección que implica el fuego.
Con el instinto limpio de los animales y un corazón infatigable que se sale del pecho.
Eso sos, Stalker.
Jo. Que regalo más bonito para Mariel.
Lo celebro. Salker eres generoso y auténtico.
Un beso Muuuammmm.
Mariel, con esto ahora podrás bailar sobre el fuego que es el suelo del desierto.
Es muy hermoso.
"...la ilusión del mundo y las cosquillas".
Qué agudo. Me hizo sonreír, ¡gracias!
Seguro que a Mariel le habrá encantado.
Stalker, hermano. Los desiertos chicos pueden tener espejismos inmensos, y en ellos crecer, crecer, crecer y, aunque aparenten seguir siendo desiertos enclenques, suelen ser desiertos que se encuentran muy satisfechos y no se encogen en sus límites. Ellos perduran y acogen cuantos espejismos pequeñitos estén asustados.
¿Hay mayor crecimiento y mayor satisfacción que reconocer el don de la propia identidad?
Salud y fortaleza ante lo adverso.
Este conjuro -hecho para el bien- como señala Oscar y no se equivoca, es un regalo precioso, un talismán, un mantra para alejar sombras y entrar y salir de los desiertos o los hospitales con levedad, jugando como los niños sobre las baldosas flojas en las aceras llovidas.
No sé porqué intuyo que Mariel es de esa estirpe de seres que puede entrar a los goteros o al fuego y salir indemne, toda blanca,aún más niña. Bailando.
Qué mejor regalo este que has hecho stalker...
Un abrazo fuerte a lo dos,
Laura.
ayer te vi, hoy vuelvo a verte en este texto, están los mismos ojos y ternura.
un abrazo.
Los desiertos son los mejores espacios para extender los espejismos del alma y del conocimiento. Están limpios, sin construcciones ajenas. Allí, y sobre todo en los desiertos despreciados, es donde los "desclasados" tenemos nuestro paraíso. Mariel tiene dentro de sí tanta luz que en las llanuras de sus textos vemos reflejados siempre espejismos verdaderos y contundentes.
Un abrazo a los dos por regalarnos vuestras tempestades y vuestra calma.
Sí, precioso regalo, precioso conjuro, y preciosa la respuesta de Mariel. Seguro que funciona. Hoy hablaba con otra amiga bloguera de la bondad inteligente. Y ahora encuentro esto. A veces, todo parece confabularse "para el bien".
Abrazos a los dos.
Los pequeños conjuros son tanto más valiosos en cuanto estiran sus manos humildemente, y así ayudan a seguir bailando..., en la improbable magia del instante...
Un abrazo fuerte para ambos,
Arturo
Los quiero profundamente, búfalos-topos. Y los necesito (están en mi mundo).
Cosquillas en la ilusión del mundo... qué regalo, Stalker, para la gran gran gran Mariel. De paso construyes hermosos desiertos enclenques para cuantos te leemos.
Qué bello gesto, qué gran generosidad, qué pluma, y cómo acaricia los espejismos esta dosis de bien.
Besos (cargados de emociones)
Me gusta.
Cuanto más lo leo más me gusta. Aquí sí siento la certeza pequeña que no conseguía cuadrar en mi texto. Sólo señalaría una pequeña cuestión estilística -aunque señalar esto me hará parecer una doctora repelente, y aunque sé que este tipo de cuestiones no te preocupan, pero aún así lo señalaré, lo siento-, y es que yo suprimiría el adjetivo "ocre" o al menos lo pondría detrás del sustantivo, no delante.
Un beso.
"Espejismo pequeñito", yo diría que solamente por estar fuera de
toda escala en esa imposible
cartografía. Lo que es enorme es
tu conjuro, gracias Stalker.
Todos nos llamamos Mariel!...
¡Oh, hermanos! ¿Cuánto hay que subir y bajar de la montaña para que en el desierto, sin tablas de ley ni becerro de oro, el mundo nos haga cosquillas? Moisés sólo recorrió el camino del ARRIBA y del ABAJO una vez e impuso el pequeño espejismo como el Gran Espejismo.
En verdad en verdad os digo que hay que cuidarse de los excursionistas y de aquellos que sólo una vez subieron y bajaron la montañas. Mariel, alpinista y patinadora, equilibrista entre el pan y el verso, consigue la conversión del mundo en cosquilla.
Hermano, estoy aqui usando el portatil de mi hermano no me he ido, la tecnico me la jugo y ando sin red.
He leido a vuelapluma las entradas y sigo alucinado.stalker te quiero! adolfo.
Os doy las gracias a todos, esta vez no voy a comentaros individualmente porque un regalo no se comenta.
Ana, tienes razón, pero hay algo que justificia mi indiferencia estilística: el regalo ha de ofrecerse "impuro", con imperfecciones y aperturas que el otro completará. Si se procura perfecto, autocontenido, puede entenderse como un ejercicio de autocomplacencia. Un regalo con una esquina mellada, un asomo de herrumbre o una incipiente perplejidad en la designación de su ofrecerse... ése es el que el otro recibe y completa dentro de sí, creo.
Abrazos a todos.
Stalker, ya sé que es un regalo y sé que a ti te iba a dar exactamente igual lo del adjetivo. Pero como ya te comenté personalmente, sólo quería ofrecer un comentario desde otro punto de vista, desde otro lugar, un tipo de comentario diferente a los que por aquí habiamos dejado -todos muy interesantes, pero quería dejar otra mirada-. A veces -ciertamente solo a veces- es interesante desmenuzar, pero muchas veces nos olvidamos de ello, o bien porque el texto nos gusta mucho y no queremos entrar en detalles porque eso sería una "herejía", o bien porque tenemos prisa, o incluso en ocasiones porque nos da miedo ofender.
Quizá destrozar un texto, tocar un texto, manipularlo, también es amarlo. Y yo ciertamente amo este texto.
Un abrazo.
Ana:
sabes que puedes cometer todas las herejías que quieras. Tu patente de corso sigue intacta. Gracias por todo.
abrazos
Kieffer, interesante pintor y profundo. y también interesante tus lecturas, varios de los que citas; Maillard, Cioran, Char, Junger.
Saludos.
direccionunica.wordpress.com
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