Era puro:
merecía
ingresar
en el alud
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Datos personales
Clarice Lispector
Unica Zürn
Birgitta Trotzig
Sarah Kane
Olga Orozco
Marina Tsvetáieva
Marlene NourbeSe Philippe
Emily Dickinson
Idea Vilariño
Danielle Collobert
Mariel Manrique (aka pájaro cachorro)
Edith Södergran
Laura Giordani
Jorie Graham
Chantal Maillard De Koesteer aka búfala
Alejandra Pizarnik
Marlen Haushoffer
Anne Carson
Martine Broda
Hanni Ossott
Blanca Varela
Anne Sexton
Djuna Barnes
Agota Krystoff
Ingeborg Bachmann
Anna Ajmátova
Olvido García Valdés
Sharon Olds
8 comentarios:
Era puro:
merecía
diluirse
en su sangre.
el señor stalker tiene su puntillo cuando se pone a escribir poemas. o eso me han dicho ;)
asi no resta:
vapor de sí.
no tranparencia,
temblor de hidrógeno
en dos átomos
de oxígeno.
y ese más: suma.
Tu Víktor
qué palabra tan bella "alud".
sigue dándonos de tu cuenco.
enorme tratado de filosofía.
recoger el alud del olvido y transformarlo en algo que acoge, elegir bien al ser puro, introducirlo ahí para que se des-haga, para que la fuerza creadora prosiga...
awatajaya (como diría el amigo ezpeleta, para el silencio)...
besos,
òscar.
Gracias a todos por vuestros amables comentarios. Dicen más de vuestra generosidad que de los pobres mimbres de este antropoide, de lo cual me alegro.
Un abrazo ecuménico
Hola de nuevo, tengo una curiosidad. Para qué etiquetas esta entrada y otros poemas como "lapidaciones"?
Adolfo:
quizá porque son auto-lapidaciones del alma. Es como mirar dentro de uno y arrojar una piedra que reverbera en el pozo, y sentarse a escuchar luego el sonido.
En otras ocasiones, la lapidación es exterior, pero esa es la obvia, la que se enfrenta al mundo, a veces desde una pueril insumisión.
Abrazos
Publicar un comentario