No sé, amigo, si tiene sentido el comentario porque lo oído es un susurro de una fuerza que todos hemos sentido al oler el sueño de un niño y, en ocasiones, cuando nos despertamos otro, podemos captar la misma música esta vez en la piel.
El hambre se sacia con un ligera gota de agua que cae de arriba del árbol y que nuestra lengua detiene para no perturbar el sueño del niño.
la peli es turca y se titula "Miel", de Semih Kaplanoglu: una verdadera delicia con homenajes explícitos al Kiarostami de "¿Dónde está la casa de mi amigo?"...
entre la voz y el texto: encontrar las ramitas tiernas donde posarnos...
"Tarachime", maravillosa y emocionante! Me alegra muchísimo habértela descubierto y que te guste
el comentario tiene sentido porque todo suma y afluye, todo va llegando a esa corriente que a todos nos arrastra, y ahí hallamos tesoros, buscamos la íntima afinación, el saber y el sabor de la experiencia compartida...
esa gota de agua es preciosa y calma la sed; el sueño del niño hace el resto...
"...La fragilidad que no reconocemos y nos desborda... aguas del ser abajo..." Sólo puedo escuchar y conmoverme con tanta belleza, me recuesto a tu voz que se hace árbol y me hago silencio verde y musgo
ya de niño pensaba cómo sería convertirse en árbol, y ahora todavía me asalta la idea de cómo sentirán, cómo percibirán el tiempo y el mundo circundante
acercar el sueño al árbol es tal vez la única manera que tenemos de sincronizarnos un poco a su ritmo vital
14 comentarios:
Esta foto y tus palabras son reconfortantes. No hay nada más bello que ver un niño dormir.
Un abrazo
Y la canción es : Epifanía de la madera.
Si el texto hubiera estado transcrito, mucho mejor, más completo. Es un texto hondo, telúrico. Un texto que roza la nana.
Me recomendaron este lugar.
Un saludo.
(Tengo que ver esa peli. ¿Podrías escribir el título?)
(Veo que tienes aquí tu propio programa de radio :) , me gusta este nuevo formato, la relación con la escucha y el habla.)
(Por cierto, vi Tarachime el otro día y me dejó muy emocionada. Gracias de nuevo por Kawase.)
No sé, amigo, si tiene sentido el comentario porque lo oído es un susurro de una fuerza que todos hemos sentido al oler el sueño de un niño y, en ocasiones, cuando nos despertamos otro, podemos captar la misma música esta vez en la piel.
El hambre se sacia con un ligera gota de agua que cae de arriba del árbol y que nuestra lengua detiene para no perturbar el sueño del niño.
Maravilloso.
Querida ave zancuda:
es así... ese sueño nos reconforta y nos cuida...
un abrazo grande!
Tempero:
rozar la nana, tocar el centro de lo vivo... intentarlo al menos...
pensé en subir el texto escrito, pero luego me pareció bien dejarlo así, suspendido, balancéandose en la voz...
bienvenido!
Tarsier:
la peli es turca y se titula "Miel", de Semih Kaplanoglu: una verdadera delicia con homenajes explícitos al Kiarostami de "¿Dónde está la casa de mi amigo?"...
entre la voz y el texto: encontrar las ramitas tiernas donde posarnos...
"Tarachime", maravillosa y emocionante! Me alegra muchísimo habértela descubierto y que te guste
abrazo volador!
Luis:
el comentario tiene sentido porque todo suma y afluye, todo va llegando a esa corriente que a todos nos arrastra, y ahí hallamos tesoros, buscamos la íntima afinación, el saber y el sabor de la experiencia compartida...
esa gota de agua es preciosa y calma la sed; el sueño del niño hace el resto...
abrazo fuerte!
"...La fragilidad que no reconocemos y nos desborda... aguas del ser abajo..."
Sólo puedo escuchar y conmoverme con tanta belleza, me recuesto a tu voz que se hace árbol y me hago silencio verde y musgo
Abrazos
Anamaría:
en ese silencio verde y musgoso vives siempre
ya de niño pensaba cómo sería convertirse en árbol, y ahora todavía me asalta la idea de cómo sentirán, cómo percibirán el tiempo y el mundo circundante
acercar el sueño al árbol es tal vez la única manera que tenemos de sincronizarnos un poco a su ritmo vital
un abrazo!
Hola,
me gustaría suscribirme a tu blog.
mar
mar,
encantado!
un saludo
Entro aquí en días de lluvia, fuga y adentro.
Gracias.
Querida Dulce:
y aquí eres siempre acogida, ésta es tu casa...
un abrazo enorme!
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