martes, 24 de mayo de 2011
Mis manos
bajo el agua, donde vibra la fragilidad (Navarra, bosque profundo, 2010)
son pequeñas
manos pequeñas de campesino delicado
su torpeza es evidente
su habilidad es evidente
saben encontrar
palpan fisuras en lo abierto
despiertan la grieta y no se mueren
han sacado gatitos moribundos de la basura
han cuidado camadas de cachorros abandonados
-han querido construir nidos entre los seres, y esto es sin fruto-
han leído rostros
han vivido rostros
han golpeado rostros
se alimentan
de cosquillas
de ritmos
de retales de caricias
de hilos de voz
de botones sueltos
su inteligencia supera –ampliamente-
a la del ser que no se atreve a poseerlas
manos animales
no pájaros pero pequeñas
no ratones pero mamíferas
manos mapache
manos tejón
manos lobo pequeño
conocen la lentitud que no se escribe
conocen la rapidez que no se escribe
detestan
los rostros de piedra
las verdades de piedra
lo unánime de la piedra
trabajan, severas, el dolor del otro
manos zahoríes
buscando el agua muda
dentro de los cuerpos
manos sismógrafo
para predecir
temblores
de la carne que se sufre
mis manos merodean
viven su vida
y van borrando el rastro caracol
que me voy siendo
ellas me hacen periferia
me enseñan la inclinación precisa
la perfecta objetividad
que elimina la distancias
mis manos hacen al otro un cuerpo
luchan contra el miedo
comen el desamparo y la ternura
Mi hoja caída sobre tus manos-cuenco.
ResponderEliminarEse es mi voto.
Hermoso poema
un abrazo
Me encanta....pero me quedo con: "mis manos hacen al otro un cuerpo". De ese tipo de versos que por si solos constituyen un poema...
ResponderEliminarUn abrazo Stalker
Es muy bonito el poema. Tus manos mecen, son un cuenco para beber, dulce brevario, dulces manos.
ResponderEliminarA este verso le sobra;", y esto es sin fruto-
"han querido construir nidos entre los seres".
Me ha conmovido lo de los gatitos y lo de cuidar cachorros abandonados. Mi padre hacía lo mismo.
Un abrazode ave zuncuda que se posa en esta charca llena de agua limpia.
Quizás algún día las estreche pero desde ya bebo en ellas.
ResponderEliminarHábil y delicado texto.
un abrazo
Una delicadeza.
ResponderEliminarMe han mojado tus manos
ResponderEliminarBellas manos
que crecen como enredaderas
Apenas soy fisura muda y periferia
Sedienta
Es tan poema tu mano
que se lee con mudez y entre las grietas
me hice cuerpo en estado líquido
me eleva
y me desciende
pequeño azul que tiembla
Quedé desamparada
ante la intemperie de la Belleza
Gracias ,Stalker, por el agua que te brota...
un fuerte abrazo de parte de los gatos
anamaría
manos de zahorí...han cruzado hace siglos, por las nevadas, duras y escarpadas montañas de las alpujarras...gotas de hielo hecho agua para traerlas en este cuenco ofrecido.
ResponderEliminarmanos animales, acarician como lo hacen ellos, suave pelo, lomo áspero, sin cuestiones humanas.
desposesión, sólo sentidos...
manos que saben
ResponderEliminarpoesía.
saludos, sicneros
Miro mis manos y me gustaría poseer una cartografía como la que dibujas con tus palabras. Miro mis manos y recuerdo otras manos. Labor de las manos el hacernos periferia cuando aparece la punzante carnalidad, lo objetivo de la camada de cachorros o ese nido que filtra el aire de los seres. Marca equidistancia con cualesquiera dos puntos porque anula la distancia, el distanciamiento que se dice necesario para llegar a la realidad, las manos no precisan separarse, no son miopes como los ojos. Lo salvado y lo golpeado está ahí.
ResponderEliminarDice Heidegger que la técnica nos desvela la realidad bajo la forma del "estar a la mano". ¡Qué perversión de la palabra!. Lo que alcanza la mano que poetizas nunca está a mano, no es tenaza la mano, no es hacha ni dedo especulativo que señala la luna a los idiota.
Mis manos carecen de cartografía, ya te dije. Por eso me gusta leer los mapas que me ofrecen los otros. Tal vez todos los mundos sean una misma geografía. Quizás lo dicho de tus manos sea compartido por todas las manos. Pero lo dudo. Porque sé que el poder de las manos del abuelo o la abuela que preceden tu reflexión no está ya "a la mano" salvo imagen y nostalgia. ¿Y dónde están esas manos que no nos atrevimos a tocar y todavía nos tocan en sueños, como una obsesión por el tacto?
Me gustó.
Salud
...Y dibujan finalmente,
ResponderEliminarpostreramente, las palabras
que sucumben a la elegía
del encuentro.
No he podido evitar recordar mis pies bajo el agua del mar
ResponderEliminarhttp://4.bp.blogspot.com/_aluwouQNa-4/TQDHLeygaPI/AAAAAAAACwo/mMAudsDEAN8/s1600/cada%2B017.jpg
Con esas manos tuyas con efluvios del bosque
Bonita mano, Stalk :+
ResponderEliminarGracias a todos por vuestras palabras, vuestras reflexiones (¡LUG!) y vuestra poesía (¡Anamaría, Say!)
ResponderEliminarDisculpad la demora en la respuesta y que en esta ocasión no sea individulizada, como me gusta hacer siempre. Espero tener un poco más de tiempo a partir de ahora...
abrazos
blancas manos, mojadas, largos dedos, que buscan y ansian tierra y verdad.mi deuda de gratitud contigo antonio (stalker) es y sera infinita por siempre.abrazos
ResponderEliminarStalker, tu imagen de la mano, es vitamina para mi cuerpo y mente, me sitúa en el presente sintiendo pasar el tiempo-agua por la piel; fresco movimiento de vida y música.
ResponderEliminarMientras que el poema subjetiviza más tu experiencia y biografía a partir de tus dedos, esa es la sensación espontanea que visualmente me produce;
Fragilidad y equilibrio del presente. Instante eterno
(aunque 1/250 seg)
Beso tu mano fresca.
Me gustan tus manos, Stalker, esas manos que esculpen versos y huyen de los rostros de piedra y de las verdades de piedra.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte y agradecido por la lectura.
Adolfo:
ResponderEliminarlo bueno es que no hay deudas... gratitud sí, y ésta se expresa en ambas direcciones: gracias por estar ahí,
un abrazo fuerte
Rosso:
ResponderEliminarfragilidad y equilibrio del presente, pequeña tensión de lo vivo: momento en el que palpamos la entraña íntima que somos,
es entonces cuando el corazón nos late abajo, dentro de la tierra,
un abrazo fuerte
Isabel:
ResponderEliminarmuchas gracias por pasarte...
¿qué podemos hacer con las manos si no asediar esos muros de piedra, intentar derribar la piedra de las verdades (y las verdades de piedra) con las que nos cercan y nos van minando?
Y mientras tanto, acercar algún verso, cuidar de un animal herido...
un abrazo
Vamos, compañero, tú recoges sobre todo con tus manos, y se lo transmites a la mente, el agua fresca de las ideas. Pero cuidado, el mundo del pensamiento es también el universo en expansión. No sabemos a dónde llegaremos.
ResponderEliminarNo nos libramos en nuestra pequeña escala del comportamiento de lo que se distiende por todos los recovecos de ahí fuera.
De piedra cálida me ha dejado tu poemita. Las manos tienen que aprender. Nunca son nuestras manos dos veces la mismas. Siempre tienen qeu percibir como si fueran nuevas; incluso cuando queden rugosas y sea su piel pellejo y huesos, casi inertes del todo, casi inútiles del todo, casi calladas del todo, serán manos nuevas. Tal vez alguien quiera escuchar también entonces su sabiduría y su amor.
Un abrazo (y otra cerveza)
Fackel:
ResponderEliminares una gran alegría para mí dejarte "de piedra cálida", con eso esta entrada crece y se adentra...
atiendo a lo que dices y asiento, asiento y voy entrañando el poso de tus palabras,
otro saludo, sin cerveza (¡Stalker no bebe alcohol!)
abrazo
He llegado aquí buscando cosillas de Sarah Kane, y mira, he encontrado más, mucho mas.
ResponderEliminarP:
ResponderEliminarte recibo cálidamente en esta morada, donde Sarah Kane ocupa un lugar muy especial,
un abrazo