Portinari: en efecto, hay cosas que cuando no se entienden calan más. El cine poético, como cierta poesía, acierta en el centro precisamente cuando lo desplaza y nos descoloca.
Creí que no iba a haber ningún comentario a esta entrada. Sé que el cine de Antonioni no está de moda y que es incluso despreciado por ciertos sectores cinéfilos relativistas y posmodernos, que lo tachan de cineasta del pasado, caduco, atrapado en un periclitado discurso existencial...
A mí Antonioni me parece atemporal y muy actual, y ahora lo he revisado y he puesto está película en clase. A la mitad les pareció tediosa y a la otra mitad una perfecta obra maestra, reacción que ya esperaba...
Sé que poner un fragmento descontextualizado de una de sus películas no es muy ortodoxo ni elegante, Portinari. Por eso te recomiendo que veas "El eclipse" en su totalidad, y también las otras obras de la "trilogía (para mí, tetralogía) del silencio": "La aventura", "La noche" y "El desierto rojo", que retratan minuciosamente el vagabundeo de un alma en ruinas que no consigue penetrar, como le ocurría al suicida de "El fuego fatuo", en la sustancia de las cosas.
Gracias por tu mirada atenta, Portinari, y por dejarte seducir por el misterio de estas imágenes...
el cine de Antonioni será fuente de gratos momentos para ti, especialmente si sabes introducirte en su ritmo lento. Puede costar al principio, pero el efecto catártico está garantizado.
Quizá El deserto rosso es la obra maestra definitiva de Antonioni. Pero es una obra de una madurez y una contundencia tal que se hace difícil imaginarla sin el largo camino cinematográfico previo. Ya desde "El grito" Antonioni empieza a inventar una forma que lo hará único y que puliendo en la trilogía. De "El eclipse" me gusta mucho que no hay penetración psicológica sino apenas un estudio de las superficies: es imposible penetrar, a partir de ahora, en la piel del mundo.
Yo no llegaria a decir que en Deserto Rosso hay una verdadera inmersion psicologica, sino algo casi pictorico. Haciendo juego con la importancia de lo cromatico en la pelicula, la protagonista persiste como un pigmento continuamente difuminado.
De hecho la psicologia de los personajes de Antonioni es muchas veces difusa. Ya Monica Vitti es apenas un cuadro clinico de neurosis viviente en Deserto Rosso. Quiza la gracia sea precisamente la psicologia del medio, del cuadro en su totalidad, del desierto.
Stalker, antes de nada, muchas gracias por tus recomendaciones. Lo que de verdad vale suele esconderse prudentemente, aunque su destello lo suele desvelar entre tanta oscuridad. Espero sacar un poco de tiempo para poder seguir tu ejemplo y ver El eclipse y todo lo que me recomiendas.
Creo que debería agradecer que mi intuición haga caso omiso a lo que digan ciertos sectores, como esos de los que hablas. Si por el contrario, les prestara más atención, me perdería obras como ésta.
Comentas que la has puesto en una de tus clases, y eso ha llamado mi atención sobre "qué clase".
Aunque soy consicente de que mi propio criterio se anula a sí mismo en la escatológica realidad actual, quisiera compartir contigo que no entiendo de ortodoxias ni elegancias; has captado mi atención, le he dado al play, y he disfrutado los minutos que dura el vídeo. Gracias por eso, ahora la ortodoxia y la elegancia pueden irse a dar un paseo, al menos estando yo cerca.
resérvate un momento para el cine de Antonioni. Me alegra haberte descubierto algo que te guste e interese.
Lo que decía sobre el rechazo a Antonioni es porque es un cineasta que ya en su tiempo concitó los recelos de parte de sus contemporáneos: Orson Welles o los críticos y cineastas de los Cahiers lo recibieron con frialdad u hostilidad declarada. Pero no me refería a eso: el otro día un egregio profesor catalán, al presentar una película, dijo algo así como: "Nosotros, que en los sesenta nos dejamos engañar por Antonioni y sus devaneos existenciales..." Es esa pose despectiva la que denuncio.
La clase es un curso de cine que imparto en Barcelona (ICE de la Universidad Autónoma). Nada muy importante, pero nos lo pasamos muy bien ;)
Intentaré traerte otras suculentas heterodoxias que sean de tu gusto.
Los leones nacen muertos y son despertados a la vida por el aliento que sucede al parto... Una vez roto el silencio...
Doy fe de que en Italia no se comparte ese desdén o menoscabo al respecto de su figura. En la facultad lo nombran y renombran, casi siempre elogiosamente… no están orgullosos ni nada, jeje.
Bien, Stalker, por traer a los autores que las modas no reconocerán jamás. Hace poco vi El desierto rojo y me quedé estupefacto. ¿Es la vida o es la protagonista o es la visión de un autor lo que hace que la creación sea rompedora y tenga lenguajes muy particulares, a pesar de los gustos, de los límites del espectador lineal y del concepto de visión del cine? Me he propuesto localizar las otras películas de la tetralogía antonioniana. Necesito revitalizarme en ellas. Redescubrir lo que en mi época no llegaba a mi, ni yo a esa obra. Los silencios, los tiempos que haya que tomarse con sus ritmos no exigentes, la observación de un mundo de gestos y de lentitudes, el antiHollywood, en fin, me apasionan cada vez más en la pantalla. ¿Qué será será, Stalker? ¿Estaré obsesionado con la recuperación del tiempo perdido? ¿Busco claves que antes no me significaban? La solción, en alguna próxima vida.
Quizá lo que buscas es la imagen pura. Todo son relatos, y para alcanzar el relato más íntimo, el que nos define, quizá necesitamos, paradójicamente, prescindir de la narración, instaurada por el Hollywood clásico y minada en Europa en los años sesenta (y en los últimos años, en la eclosión de algunos deslumbrantes cineastas orientales como Naomi Kawase, Tsai Ming Liang, Jia Zhang Ke o Apichapong Werasethakul). En la ausencia de narración tal vez resida el hueco, la ausencia, la imagen pura que nos defina.
En mi caso busco un cine o imágen poética, y existe: un cine no narrativo en el que la distancia es tanta como entre una novela y un buen poema. Antoioni es de los que mejor exploraron esa discontinuidad...
Disfrutarás, Fackel, sumergiéndote en este autor imprescindible.
Me ha dado la direccion de tu web una amiga tuya. Tu blog busca la totalidad, de ahi que destaca una sensibilidad animica y vital. En el mundo que das a conocer, comparto muchas cosas, especialmente tu pasion por Tarkovski, gran maestro, por Antonioni también : este pasaje transcurre al final de la pelicula, si mal no recuerdo, pero a mi me gusta sobre todo el principio de la pelicula en este espacio cerrado y oscuro entre los dos amantes. Cada imagen que van perfilandose recalcan una explosion visual de gran alcance. Cada plan es una fotografia, siempre me ha impresionado mucho. Ademas, esta pelicula trata de la penetracion del mercado en esta sociedad italiana, y su gran vulnerabilidad. De alguna manera, cobra una resonancia muy actual. En todo caso, es esta vulnerabilidad que me emociona tanto, como si todo fuera discontinuidad, como si todo se desvaneciera el tiempo de un eclipse : el amor, la pasion, la fortuna.... Igual que tu, soy gran admirador de Barbara desde hace algunos anos. Forma parte de mi vida, a veces voy a ver su tumba en el cementerio del Bagneux. Recuerdo que habia ido cuando festejabamos los 10 anos de su muerte, habia otros fans, el ambiente era pesado y tétrico, el silencio monacal, nos nos hablabamos, su tumba estaba saturada de rosas rojas, y yo habia puesto una rosa rosa en homenaje a la cancion de Nantes en la que habla de una "rose rose" en una version menos conocida. En todo caso, espero que podamos intercambiar nuestras direcciones de correo. La mia es : remi_cano@hotmail.com
En la película de Antonioni hay, en efecto, una cosificación de los cuerpos, trasunto de su conversión en valores mercantiles. Los cuerpos se desemantizan, pierden su alma y su sentido; todos son puras superficies que los elementos del espacio acotan y diseccionan de forma inmisericorde...
Si te gusta Barbara y Tarkovski, ésta es tu casa, Remi. Esos dos nombres, y alguno más, estarán siempre presentes mientras exista este blog...
Como toda obra grande, el cine de Antonioni, te coloca en ese trance propicio a la "mirada interior" vía sensaciones (sin racionalizar nada), directamente en vena. Su tempo y ambiguedad (creativa) hacen aflorar a la superficie tus oscuridades. Es Arte (con mayusculas), abierto, sin detestables evidencias. ¡Gracias por el fragmento! me va a animar a reencontrar su cine que ya en su tiempo me dejó atónito.
me gusta el cine que hacemos mientras vivimos. disociarnos.
alejar la lente para comprender. mirarnos con el ojo grande que mira insectos. como nuestras clavículas no giran más de unos cuantos grados.
vernos de tal modo. hasta perder el pueril sentido de unicidad. ser cosas. cosas vivas. en el preciso instante que una rana croa o cae sobre la acera la última cajetilla que alguien habrá fumado.
comer verduras en blanco y negro.
desbautizarnos.
comprender el juego.
exhabrupto.
digestión.
sangre.
filmar eso.
a veces pienso que antonioni es el mismo nombre que antonio.
no sé dónde voy a ir a parar. sí sé cuál será mi última palabra antes de abandonar la vida. será un nombre de animal.
Pasaje conmovedor, su silencio y sombra y además, el texto con que lo has acompañado (¿es tuyo?) no tiene desperdicio. Quizás por el blog sepas de mi debilidad por el blanco y negro.
Te dejo un abrazo, stalker. Gracias por compartir estas "joyitas".
Pocas palabras acertadas que dedicar al hueco que refleja este corto.
ResponderEliminarNo conocía al autor, casi todo son sorpresas.
¿Sentido? silencio maldito.
Me ha gustado mucho. Quizás sin entenderlo.
Un saludo.
Portinari: en efecto, hay cosas que cuando no se entienden calan más. El cine poético, como cierta poesía, acierta en el centro precisamente cuando lo desplaza y nos descoloca.
ResponderEliminarCreí que no iba a haber ningún comentario a esta entrada. Sé que el cine de Antonioni no está de moda y que es incluso despreciado por ciertos sectores cinéfilos relativistas y posmodernos, que lo tachan de cineasta del pasado, caduco, atrapado en un periclitado discurso existencial...
A mí Antonioni me parece atemporal y muy actual, y ahora lo he revisado y he puesto está película en clase. A la mitad les pareció tediosa y a la otra mitad una perfecta obra maestra, reacción que ya esperaba...
Sé que poner un fragmento descontextualizado de una de sus películas no es muy ortodoxo ni elegante, Portinari. Por eso te recomiendo que veas "El eclipse" en su totalidad, y también las otras obras de la "trilogía (para mí, tetralogía) del silencio": "La aventura", "La noche" y "El desierto rojo", que retratan minuciosamente el vagabundeo de un alma en ruinas que no consigue penetrar, como le ocurría al suicida de "El fuego fatuo", en la sustancia de las cosas.
Gracias por tu mirada atenta, Portinari, y por dejarte seducir por el misterio de estas imágenes...
Abrazos
me encanta esta nueva manera de comentar. en parte esas frases que intentan condensar a antonioni son también versos.
ResponderEliminarme debo una incursión profunda en su cine.
Querido Raúl:
ResponderEliminarel cine de Antonioni será fuente de gratos momentos para ti, especialmente si sabes introducirte en su ritmo lento. Puede costar al principio, pero el efecto catártico está garantizado.
Abrazos
Siempre me quede con Deserto Rosso, aunque El Eclipse ademas de otros muchos encantos, tiene a un castizo Francisco Rabal.
ResponderEliminarSalud, Enrique.
ResponderEliminarQuizá El deserto rosso es la obra maestra definitiva de Antonioni. Pero es una obra de una madurez y una contundencia tal que se hace difícil imaginarla sin el largo camino cinematográfico previo. Ya desde "El grito" Antonioni empieza a inventar una forma que lo hará único y que puliendo en la trilogía. De "El eclipse" me gusta mucho que no hay penetración psicológica sino apenas un estudio de las superficies: es imposible penetrar, a partir de ahora, en la piel del mundo.
Salud
Yo no llegaria a decir que en Deserto Rosso hay una verdadera inmersion psicologica, sino algo casi pictorico. Haciendo juego con la importancia de lo cromatico en la pelicula, la protagonista persiste como un pigmento continuamente difuminado.
ResponderEliminarDe hecho la psicologia de los personajes de Antonioni es muchas veces difusa. Ya Monica Vitti es apenas un cuadro clinico de neurosis viviente en Deserto Rosso. Quiza la gracia sea precisamente la psicologia del medio, del cuadro en su totalidad, del desierto.
Stalker, antes de nada, muchas gracias por tus recomendaciones. Lo que de verdad vale suele esconderse prudentemente, aunque su destello lo suele desvelar entre tanta oscuridad.
ResponderEliminarEspero sacar un poco de tiempo para poder seguir tu ejemplo y ver El eclipse y todo lo que me recomiendas.
Creo que debería agradecer que mi intuición haga caso omiso a lo que digan ciertos sectores, como esos de los que hablas. Si por el contrario, les prestara más atención, me perdería obras como ésta.
Comentas que la has puesto en una de tus clases, y eso ha llamado mi atención sobre "qué clase".
Aunque soy consicente de que mi propio criterio se anula a sí mismo en la escatológica realidad actual, quisiera compartir contigo que no entiendo de ortodoxias ni elegancias; has captado mi atención, le he dado al play, y he disfrutado los minutos que dura el vídeo. Gracias por eso, ahora la ortodoxia y la elegancia pueden irse a dar un paseo, al menos estando yo cerca.
Un placer dejarse caer por aquí.
Así es, Enrique, no se puede explicar mejor.
ResponderEliminarsaludos
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarresérvate un momento para el cine de Antonioni. Me alegra haberte descubierto algo que te guste e interese.
ResponderEliminarLo que decía sobre el rechazo a Antonioni es porque es un cineasta que ya en su tiempo concitó los recelos de parte de sus contemporáneos: Orson Welles o los críticos y cineastas de los Cahiers lo recibieron con frialdad u hostilidad declarada. Pero no me refería a eso: el otro día un egregio profesor catalán, al presentar una película, dijo algo así como: "Nosotros, que en los sesenta nos dejamos engañar por Antonioni y sus devaneos existenciales..." Es esa pose despectiva la que denuncio.
La clase es un curso de cine que imparto en Barcelona (ICE de la Universidad Autónoma). Nada muy importante, pero nos lo pasamos muy bien ;)
Intentaré traerte otras suculentas heterodoxias que sean de tu gusto.
Abrazos
Los leones nacen muertos y son despertados a la vida por el aliento que sucede al parto... Una vez roto el silencio...
ResponderEliminarDoy fe de que en Italia no se comparte ese desdén o menoscabo al respecto de su figura. En la facultad lo nombran y renombran, casi siempre elogiosamente… no están orgullosos ni nada, jeje.
Salud!
En Italia, la fe de los mausoleos; aquí una indiferenica hispánica, tan nuestra...
ResponderEliminarBash, bueno es verte por aquí.
abrazos
Bien, Stalker, por traer a los autores que las modas no reconocerán jamás. Hace poco vi El desierto rojo y me quedé estupefacto. ¿Es la vida o es la protagonista o es la visión de un autor lo que hace que la creación sea rompedora y tenga lenguajes muy particulares, a pesar de los gustos, de los límites del espectador lineal y del concepto de visión del cine? Me he propuesto localizar las otras películas de la tetralogía antonioniana. Necesito revitalizarme en ellas. Redescubrir lo que en mi época no llegaba a mi, ni yo a esa obra. Los silencios, los tiempos que haya que tomarse con sus ritmos no exigentes, la observación de un mundo de gestos y de lentitudes, el antiHollywood, en fin, me apasionan cada vez más en la pantalla. ¿Qué será será, Stalker? ¿Estaré obsesionado con la recuperación del tiempo perdido? ¿Busco claves que antes no me significaban? La solción, en alguna próxima vida.
ResponderEliminarUn abrazo.
Quizá lo que buscas es la imagen pura. Todo son relatos, y para alcanzar el relato más íntimo, el que nos define, quizá necesitamos, paradójicamente, prescindir de la narración, instaurada por el Hollywood clásico y minada en Europa en los años sesenta (y en los últimos años, en la eclosión de algunos deslumbrantes cineastas orientales como Naomi Kawase, Tsai Ming Liang, Jia Zhang Ke o Apichapong Werasethakul). En la ausencia de narración tal vez resida el hueco, la ausencia, la imagen pura que nos defina.
ResponderEliminarEn mi caso busco un cine o imágen poética, y existe: un cine no narrativo en el que la distancia es tanta como entre una novela y un buen poema. Antoioni es de los que mejor exploraron esa discontinuidad...
Disfrutarás, Fackel, sumergiéndote en este autor imprescindible.
Abrazos
Me ha dado la direccion de tu web una amiga tuya. Tu blog busca la totalidad, de ahi que destaca una sensibilidad animica y vital. En el mundo que das a conocer, comparto muchas cosas, especialmente tu pasion por Tarkovski, gran maestro, por Antonioni también : este pasaje transcurre al final de la pelicula, si mal no recuerdo, pero a mi me gusta sobre todo el principio de la pelicula en este espacio cerrado y oscuro entre los dos amantes. Cada imagen que van perfilandose recalcan una explosion visual de gran alcance. Cada plan es una fotografia, siempre me ha impresionado mucho. Ademas, esta pelicula trata de la penetracion del mercado en esta sociedad italiana, y su gran vulnerabilidad. De alguna manera, cobra una resonancia muy actual. En todo caso, es esta vulnerabilidad que me emociona tanto, como si todo fuera discontinuidad, como si todo se desvaneciera el tiempo de un eclipse : el amor, la pasion, la fortuna....
ResponderEliminarIgual que tu, soy gran admirador de Barbara desde hace algunos anos. Forma parte de mi vida, a veces voy a ver su tumba en el cementerio del Bagneux. Recuerdo que habia ido cuando festejabamos los 10 anos de su muerte, habia otros fans, el ambiente era pesado y tétrico, el silencio monacal, nos nos hablabamos, su tumba estaba saturada de rosas rojas, y yo habia puesto una rosa rosa en homenaje a la cancion de Nantes en la que habla de una "rose rose" en una version menos conocida.
En todo caso, espero que podamos intercambiar nuestras direcciones de correo. La mia es : remi_cano@hotmail.com
Saludos, Remi:
ResponderEliminarEn la película de Antonioni hay, en efecto, una cosificación de los cuerpos, trasunto de su conversión en valores mercantiles. Los cuerpos se desemantizan, pierden su alma y su sentido; todos son puras superficies que los elementos del espacio acotan y diseccionan de forma inmisericorde...
Si te gusta Barbara y Tarkovski, ésta es tu casa, Remi. Esos dos nombres, y alguno más, estarán siempre presentes mientras exista este blog...
te escribiré
abrazos
Como toda obra grande, el cine de
ResponderEliminarAntonioni, te coloca en ese trance
propicio a la "mirada interior" vía sensaciones (sin racionalizar
nada), directamente en vena.
Su tempo y ambiguedad (creativa) hacen aflorar a la superficie tus
oscuridades.
Es Arte (con mayusculas), abierto,
sin detestables evidencias.
¡Gracias por el fragmento! me va a
animar a reencontrar su cine que ya en su tiempo me dejó atónito.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarBienvenido, Rosso!!
ResponderEliminarAntonioni te reserva ésas y otras sorpresas. Soberbio siempre...
Salud
me gusta el cine que hacemos mientras vivimos. disociarnos.
ResponderEliminaralejar la lente para comprender. mirarnos con el ojo grande que mira insectos. como nuestras clavículas no giran más de unos cuantos grados.
vernos de tal modo. hasta perder el pueril sentido de unicidad. ser cosas. cosas vivas. en el preciso instante que una rana croa o cae sobre la acera la última cajetilla que alguien habrá fumado.
comer verduras en blanco y negro.
desbautizarnos.
comprender el juego.
exhabrupto.
digestión.
sangre.
filmar eso.
a veces pienso que antonioni es el mismo nombre que antonio.
no sé dónde voy a ir a parar. sí sé cuál será mi última palabra antes de abandonar la vida. será un nombre de animal.
gracias,
besos,
òscar.
Hermano búfalo:
ResponderEliminardespués de tu increíble intervención, me permito el lujo de callar y darte un abrazo.
Gracias
Pasaje conmovedor, su silencio y sombra y además, el texto con que lo has acompañado (¿es tuyo?) no tiene desperdicio. Quizás por el blog sepas de mi debilidad por el blanco y negro.
ResponderEliminarTe dejo un abrazo, stalker. Gracias por compartir estas "joyitas".
Laura.
Querida Laura:
ResponderEliminarme alegro que te haya gustado y te recomiendo, sin más, la trilogía completa de Antonioni, con una deliciosa fotografía en blanco y negro.
El texto es mío. Si no pongo el nombre del autor, suelo ser yo el autor del desaguisado...
abrazos para ti