viernes, 5 de septiembre de 2008

Retrato de senectud



Para Oscar de Sopa de Poetes, por saber escuchar el hondo murmullo del mundo

Seré un viejo hermético, iracundo, desmesurado. Desde aquí contemplo mis últimos años, ciclópeo y sepulto en arrugas, con una barba tolstoiana y unos ojos inyectados, pero con una rara dulzura. Me veo en una cabaña aislada, viviendo mi sueño de eremita, conversando interminablemente con perros sarnosos y legiones de gatos ariscos. En un estado de decrepitud lúcida. Velando siempre –el insomnio es privilegio de los que no olvidan. Escardando, bajo la bendición de la luna, un pequeño huerto minucioso. Envuelto en pieles, me desposeeré de todo, incluso del desierto, de la intemperie, de todo lo que lastre el mero estar-siendo. Mi presencia hosca intimidará al visitante improbable. Si alguien se acerca a mi morada, un recio cayado bastará para disuadirlo de toda curiosidad. Sólo al amigo recibiré: le ofreceré asiento y cobijo, pan y queso, y le diré: “Entra y come, ¡cojones!”, y después nos sentaremos a contemplar la evolución de cielos nocturnos e invictos.
No medrará la palabra en mi boca; al alba despediré al amigo con un gruñido y continuaré mi ardua tarea empecinada. Será mía la felicidad indolente del que se ha salvado, del que ha renunciado al fruto amargo del acto.
Y un día acercaré mi silencio a ese otro silencio que se insinúa en los atardeceres, entre la hojarasca y las piedras desnudas. Y mi muerte no será muerte, sino el encuentro gozoso de dos silencios que se buscaban.

5 comentarios:

Unknown dijo...

Hermoso, Stalker. Llegué aquí desde quientemeavirginiawoolf.

Suelo hurgar por el blog de Ana buscando sitios donde pararme, y esta entrada me ha atrapado bastante.

Como no soy un literato, y en general mis conocimientos en este mundo son bastante lamentables, me dejo llevar por sensaciones para valorar lo que leo, y de todo el texto, me han gustado especialmente las sensaciones evocadas por la reflexión sobre el insomnio y la muerte.

Aparte de esas dos bellas frases, me quedo con lo de "oir crecer la hierba", ya que me has hecho retomar una música que adoro y llevaba mucho tiempo sin escuchar.

Tienes un nuevo lector ;). Un saludo.

Stalker dijo...

¿Qué música es esa, Fjf?

¡Abrazos!

Inma dijo...

Lo que Vd. ha escrito es muy zen, el acto, el rebelarse o apegarse a cualquier cosa según el budismo es lo que nos lleva al camino de la perdición.
Siempre he idealizado lo que Vd. describe aquí tan bien, el dejar que la vida fluya, el quedarse mudo, vaciarse.
Qué inmensa paz sería aceptar eso, no podemos hacer nada y sin embargo nos pasamos la vida luchando y con dolor de estómago..

Stalker dijo...

Nos apegamos a la herrumbre del tiempo y olvidamos doblegarnos como junco ante los avatares de la vida...

Es todo tan fácil, y sin embargo lo complicamos tanto...

soperos dijo...

muchas gracias, amigo, por la dedicatoria. por "dedicarse". por "darnos"...

no miro al viejo para atisbarme o proyectar, sino para contemplar la definición absoluta de futuro, ese gran desprendimiento...

un viejo delicioso el que cuentas. el que cuenta.

muchas gracias otra vez. y ahora no sé porqué me acuerdo de bugs bunny, cuando dice aquello de: ¡qué hay de nuevo, viejo!.

muás!!!
òscar.

 
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