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Si mariposa
y perrito se miran,
el mundo sobra.
Chilla el faisán:
la montaña, de pronto,
se torna real.
Un mundo vivo
dentro de cada gota
lucha, rocío.
El pino anciano
no será Buda aún
mas lo ha soñado.
¡Distancia, avispas!
Lo mismo en esta
que en otras vidas.
Tarde de niebla.
El caballo no olvida,
puente, la grieta.
Encrucijada.
Dan un sermón... Pamplinas.
Pero qué calma.
Muévete, grillo.
Voy a darme la vuelta,
hazme un ladito.
¿Gente? Muy poca.
Aquí cae una hoja,
allá cae otra.
Gorriones, no.
¡Nada de hacerse pis
en mi edredón!
Mi vieja casa.
El caracol y Buda:
la misma cara.
¿Insectos músicos?
¡Bah! La hormiga, callada,
me enseña el culo.
Canta el cuclillo,
pero la yerba mala
y yo, ni pío.
Préstenme, insectos,
por un rato mi casa,
que tengo sueño.
Cuando me vaya,
saltamones que heredas
mi tumba, guárdala.
¿Y los mosquitos?
En su escondite
Buda se ha convertido.
En mejor época
te hubiera convidado,
mosca, a mi mesa.
¿Sobrevivirlos
a todos? Sí. ¿A todos?
Oh, no, qué frío.
Sólo los dos,
frente a frente, mirándonos,
el sapo y yo.
De una tina (nacimiento)
a otra tina (muerte),
cuánta palabra inútil.
haikus de Kobayashi Issa (trad.: Orlando González Esteva)
Imagen: Ma-Yuan
.
Te dejo este rumor, también de Issa:
ResponderEliminarNaki nagara
mushi no nagaruru
ukigi kana
なきながら蟲の流るゝ浮木かな
¡Un tronco que flota
a la deriva y en él
insectos que cantan!
Detenerse y mirar. O mirarse. El sapo y sus ojos. La mariposa y el perrito (blanco y caniche, como si lo viera). Hojas, gorriones meones, grillos que lo ocupan todo (ya se sabe, los grillos), avispas o mosquitos. Detenerse y mirar o mirarse, poetizar.
ResponderEliminaren todo lo que tiembla
ResponderEliminarIssa
¿dónde, ahora, mi temblor?
de ana gorrión a stalker perrito
abrazos
Cuando me pierdo
ResponderEliminarescucho los rumores
del viejo haijin.
(Me gusta ese rescate de Issa)
Acabo de leer uno que, no sé muy bien por qué, me ha dejado verdaderamente impactada. Lo traigo aquí, para que se sume a este bellísimo rumor que tú has recopilado:
ResponderEliminar"El año se va:
oculto mis canas
a mi padre."
Raticulina:
ResponderEliminargracias por vibrar al unísono de este rumor...
insectos cantan en ese tronco, me encanta!
un abrazo
Eastriver:
ResponderEliminarmirar y dejarse mirar por el mundo: ejercicio de desnudez imprescindible para la mirada del "poeta"
el rostro de un animal, o incluso el zumbido de un insecto, nos ofrecen la temperatura anímica adecuada, y sobre todo la detención, la quietud: tiempo empozado que se podrá dar en el poema, pequeño satori, advenimiento, escucha: encrucijada de dos seres entre los que algo pasa, más abajo, más pequeño que las palabras
la tentación del mundo
/abrazo
Anamaría!
ResponderEliminardelicado haiku que deviene temblor y aquí, el que dejas como miguitas de pan en la intemperie...
gorrrión y perrito... ¿sabes que ése haiku en el que "el mundo sobra" es de las cosas más hermosas que he leído en los últimos tiempos?
Daría toda la filosofía, todo el arte y el "alma" misma por ese instante de reconocimiento en el que todo está de más...
son dos animales los que se encuentran,
y los que en tus palabras nos encontramos,
abrazo sin mundo
Haijin:
ResponderEliminarespléndido...
aunque más bien siento que es Issa el que nos rescata, el que nos hace "estar", habitar por un momento el vertiginoso anonadamiento del instante,
hasta tal punto somos menesterosos siervos de las Ideas, hasta tal punto ignoramos la impermanencia,
salve
(*,
ResponderEliminarese haiku se suma a este rumor con un ritmo apacible,
al leerlo mi mente ha respondido con un anti-haiku o contra-haiku:
"llega el año:
mis canas
son mi padre"
Sístole y diástole
Jano bifronte
tesis y antítesis
¿la síntesis?
Más abajo, sin palabras, donde el animal interior
/abrazo fuerte
Sin palabras. Ya sabes. Abrazos.
ResponderEliminarAh, Kowayashi Issa! Yo hablé de él y de sus haikus del duelo de su hija en mi texto sobre Denise Desautels, El jardín de las almas, que está aquí, por si te pudiera interesar
ResponderEliminarhttp://www.fronterad.com/?q=el-jardin-de-las-almas-de-denise-desautels
Me encanta Issa y ese poema que has puesto, ese rumor de vida (hoy estoy pesada con lo mío, pero mi artículo sobre Soseki se llamaba algo así, "Escuchar el rumor del mundo" http://articulosisabelnunez.blogspot.com/2011/03/mi-articulo-de-natsume-soseki-en-turia.html), aunque los diminutivos de esta traducción me irriten un poco, pero son manías mías, y pido excusas por esas autocitas, que sólo quieren señalar unas afinidades y sincronías, nada más!
La verdad
ResponderEliminarcuando es minuciosa
no necesita
los sobresaltos de la gloria.
Hay poemas que llevan consigo lo que no es palabra y lo que no del todo es pensamiento. Esos poemas se comunican de otra forma y no permiten que crezca en Uno la palabra, la palabra-conjetura, palabra-respuesta; no hay necesidad; no hablan ese lenguaje.
ResponderEliminarEste es uno de esos casos, apenas puede uno balbucear conceptos; puedo decir "conmovedor"; puedo decir que pienso afinidades con lo-que-se-dice-aquí y que la sensación es gratificante, purificadora. Pero no sería justo, no sería lo-que-me-pasa, no sería equilibrado, porque no hablaría el lemguaje del poema.
Gracias por compartirlo Stalker,
abrazo
Maravillosos haikus.
ResponderEliminarun sapo, un grillo, una mariposa, una gota de rocío, un poeta, un perro, Buda, un caracol, un caballo, una avispa, una palabra, la niebla, un lector, las hojas, un faisán, un grillo, un edredón, hormigas... variantes de lo mismo.
ResponderEliminarun abrazo cariñoso
el viaje de retorno.
ResponderEliminarla belleza de lo escaso contra el ruido de las inundaciones.
preciosos, como siempre, estos acercamientos. qué paz devuelven.
abrazos*
Bel M:
ResponderEliminarsin palabras, gracias por estar ahí...
y un abrazo
Belnu:
ResponderEliminargracias por los artículos, ya había leído uno de ellos...
en cuanto a los diminutivos, a mí me parecen muy tiernos:
"Grillo, échate a un ladito..."
un abrazo!
Camino:
ResponderEliminaren efecto, cuando es minuciosamente pequeña y sólo se ofrece a ojos atentos o desesperados...
saludos
Ahab:
ResponderEliminarcuando el poema está vivo todas las imágenes y palabras sobran.
El poema se hace animal al entrañarse y no hay distancia ni miedo
y esa escucha es ya otro animal, otro poema
La lectura: encuentro gozoso de dos animales que se reconocen y destruyen las fronteras, las palabras, los pactos y hasta la carencia misma...
abrazo
Lola:
ResponderEliminartan marvilloso como el paso leve del ave zancuda...
Leonardo:
ResponderEliminarclaro: la energía danza y se condensa en las formas, pero es la misma y el poema la ofrece calladamente...
abrazos
Laia:
ResponderEliminara veces creo que todo lo que buscamos, todo lo que anhelamos, todo lo que sufrimos, es por recuperar un átomo de esa paz que nos ha sido arrebatada y que el mundo nos niega
el haiku sería eso: esa paz del juicio suspendido, una vez abolida la metafísica. El instante en el que saboreamos la lentitud de vida y la herida empieza a cantar bajito...
abrazos
y es curioso que el haiku logra esa paz del juicio suspendido que tú dices, o la quietud,luego de un minucioso trabajo de la métrica, es algo que me llama poderosamente la atención, llegar a lo más simple, al elemento , al instante vaporoso de vida, a través de ese camino en la techné, entonces esa techné debe ser muy diferente a la conocida en occidente, donde más bien la métrica y el arduo trabajo del poema termina encorsetándolo y no liberándolo
ResponderEliminarabrazos de juicio suspendido, querido stalker!
"la herida empieza a cantar bajito"
ResponderEliminar¡la poesía lo intersticia, amigo!
Anamaría:
ResponderEliminarhas dado en el clavo: esa techné es más libre, menos encorsetadora, porque no está sustentada en la idea de la metafísica causal sino en la vacuidad, en la impermanencia de los seres, las cosas y aun los pensamientos. No en vano el haiku se vinculó pronto al budismo Zen y pasó a ser un modo de habitar el Ahora, una fenomenología que reduce el mundo a impulsos y trayectorias, al puro acontecimiento, fuera de la mente, ya no mente; fuera del concepto que aniquila la pureza del gesto en su trayectoria.
En los intersticios, la vida se hace poema. Pequeñito, por si acaso.
Fugazmente animal,
abrazo con huequito
No conozco la historia del haiku, pero llegar a esa forma breve (con escrupulosas reglas) es muy revelador: pensar que en diecisiete sílabas cabe un paisaje con una montaña, o un insecto, es una manera de ponerlo todo "en su sitio". Occidente, mientras tanto, produjo el soneto.
ResponderEliminarabrazos tardíos