No he podido localizar la cita, pero recuerdo que hace mucho leí en un antiguo texto indio (posiblemente una Upanishad) algo así como (cito de memoria):
"Esa pregunta última por el sentido de todo cuanto existe sólo el Principio Supremo o Conciencia Cósmica lo sabe.
O tal vez... tal vez tampoco lo sepa"
Esa posible ignorancia, tan distinta a la omnisciencia del dios judeocristiano.
Me pregunto si Occidente habría sido menos conquistador si la duda habitara así su íntima raíz teológico-metafísica...
...o viceversa: si Occidente no fuese tan conquistador podría haber reconocido en sus dioses su íntima pequeñez, el dios de los pastores y no sólo el dios de los ejércitos...
ResponderEliminarpreciosa la cita, ese desasimiento de la necesidad de saber
otro abrazo
La duda, siempre la duda, la pregunta que no sabe responderse. Siempre es preferible a la verdad que apisona a los distintos.
ResponderEliminarMuy sabia esa cita, y humilde, como todo saber que se precie.
Abrazos.
Querida Anamaría:
ResponderEliminares una felicidad que sigas acompañando las briznas, así, delicadamente, en el corazón del verano...
te lo agradezco desde esta íntima pequeñez,
un abrazo
Isabel:
ResponderEliminarcita sabia y muy antigua, miles de años... quizá aún no hemos aprendido esa necesaria humildad, quizá aún no carecemos, no sabemos carecer del lastre de nuestra mente,
un abrazo!
la duda sí, la duda pero sin respuesta, no la duda a la descartes, sino esa otra duda...
ResponderEliminartodo son caminos, ahora lo veo, todo son caminos y no es posible detenerse nunca.
saludos alunizados
Laia!
ResponderEliminarno nos detengamos nunca,
que sea nuestra la indetenible quietud...