Cada día
el día destaja
la vida
en tu rostro
nada más que
obra
del tajo
la desnudez del hueso
***
la voluntad de lengua
da el ser
pero a quién
el tú
es sombra del tú
así ya te sazonas
bajo un ángel
***
qué hace que estemos vivos
la mano se levanta oscura
la boca está plena de tú
cada quien sueña con su mitad
un tú al desnudo
todo el saber es tumba
la lengua allí se agita
luego es sutura de sombra
en el fondo de los ojos crudos
Bernard Noël,
La sombra del doble (Pre-Textos, trad. de Carlos Henderson)
cojonudo! no sabía nada de este autor, comenta comenta...
ResponderEliminarLo cierto es que apenas sé nada de él. Acabo de terminar este libro de Pre-Textos, publicado en 1998. La portada dice "Edición al cuidado de José Ángel Valente", aunque la traducción es de Carlos Henderson.
ResponderEliminarA primera vista parece una inmersión en las poéticas del silencio y el despojamiento, unas veces con mayor acierto que otras. El tono del libro es homogéneo y, aunque llega a hacerse monótono, tiene hallazgos brillantes y reveladores. En todo caso me parece un poeta bastante riguroso y que comparte afinidades, creo que incluso amistad, con el propio Valente. No en vano el libro incluye citas de versos de este último. Aunque Noël me parece más seco, en cierto sentido más implacable y desengañado.
En fin, lo he leído con mucho gusto estos días y me alegra poder descubrirte algo, Raúl.
Abrazos
esta mañana, al levantarme (casi siempre es cuando me levanto), pensé en cómo sería hacer un viaje en automóvil con cuatro òscares más, cuatro idénticos a mí.
ResponderEliminardespués amplié la cosa. éramos más òscares conviviendo. hasta donde llegué, fue una convivencia deliciosa.
no sé más. no sé seguir.
el otro, verdad...
besos,
òscar.
ese valente siempre dando por saco ;)
ResponderEliminarmira por dónde blogger me pide:nosseu
nosotros la catedral.
Stalker. Para una contemplación estática, sí, todo el saber es tumba. Pero ¿y por qué no ser un útero activo? Ah, el saber, nada se crea nada desaparece, sólo la serpiente sabe...
ResponderEliminarCurioso: hace años leí algo de Nöel, lo tenía olvidado (tumba) y al leerlo ahora me dice (útero) ¿No parece que de eso se tratara el sublimado saber?
Un abrazo.
Las cosas que nos tocaron pueden emerger décadas después y hundir una porción del presente, que reputábamos estable.
ResponderEliminarSomos zarandeados por fuerzas de marea que nos superan, en una vasta red de insospechadas e ignotas conexiones (junto a otras obvias).
Salud y anarquía, Mr Fackel
sigo leyéndote, me encanta este autor. Como tengo tu correo, soy una privilegiada.
ResponderEliminarAbrazos, Ana
ResponderEliminarJoder, el último poema me ha impresionado vivamente.
ResponderEliminarGracias
Noël tiene su cosa, Rubenovich. Hay que tener cuidado o te salta a la yugular.
ResponderEliminarSaludos