Al Gran Horror lo he visto en sueños: era como un vértigo y un color. También era como una invasión: sepultaba, asfixiaba, pero a la vez descomprimía, vaciaba. Una succión desde dentro, que extendiera su vórtice hacia el alma. Cuando llegue lo hará calmadamente, nadie lo reconocerá. No habrá redención frente al Horror –algunos hombres construirán arcas en su espíritu, una para cada persona.
Y ni aun así.
.....logre disipar la angustia.
ResponderEliminarENTRE EL HORROR Y LA LUZ HUBO LUCHAS ETERNAS Y VIO DIOS QUE ERA MALO Y REGRESO DICIENDO:sellare para ti una nueva aliamza siempre que ames con todo tu alma.....y horror se esfumo para siempre!adolfo
Adolfo, qué buena cita me traes. Bienvenido al Espanto, pero no te quedes mucho tiempo: hay aire más allá del azul...
ResponderEliminares de mi cosecha como andas?adolfo
ResponderEliminares uno de los cuadros más descarnados de Bacon, y eso ya es atinar mucho.donde dice horror debe decir hombre.creo.
ResponderEliminarPues sí, Raúl Quinto, muy oportuno tu matiz. Pero el horror en los humanos es una relación de causa a efecto. Lo que ejecutamos carniceramente hacia afuera nos pasa la cuenta en forma de fantasmas de la mente. Esto, claro, debe ocurrir a los pobrecitos. En los poderosos y mandatarios no sé hasta qué punto.
ResponderEliminar¿Habrán tenido pesadillas los sucesivos presidentes de USA, por poner un ejemplo, con las barbaridades que han cometido en todos los continentes? Los líderes nazis sólo las tuvieron cuando les obligaron a rendirse. Y no sé si todos.
Stalker. En los sueños, en efecto, el horror se puede vivir con abstracciones, geometrías y vértigos. También las imágenes no figurativas toman nuestro mundo onírico. Doy fe personal de ello. No es mera literatura. Y te juro que se pasa muy mal.
ResponderEliminarTu texto me sabe a poco (ya: lo bueno si breve, etc.)
hemos de reconocerle un único mérito al horror que abreva en nuestros sueños: que sea real.
ResponderEliminary darle un puntapié o un abrazo.
besos,
òscar.
Adolfo:
ResponderEliminarte citas, pues, a ti mismo, lo que me parece genial.
Abrazos
El horror siempre es el hombre, Raúl.
ResponderEliminarQuerido Fackel:
ResponderEliminarhoy no doy para más.
Abrazos
Puntapié o abrazos. Quizá sólo la ternura pueda desactivarlo.
ResponderEliminarMe llega un estremecimiento. Quiebra este ahora.
ResponderEliminar¿Después de después
qué no tapia o fosa?
Un abrazote
Víktor
Magnífico poema improvisado, Víktor. Tu hacha y tu cauce permanecen gerosamente intactos; eres un "ínclito" afluente, siempre.
ResponderEliminarImpresionante el cuadro. Es uno de los que parecían haber creado un vórtice, un agujero negro, en las paredes del Prado.
ResponderEliminarSiempre hay una ventana abierta al horror, incluso en este universo de tapias y trampantojos. La era neobarroca, la llaman algunos.
El neobarroco nos atrapa, Rubén. El vértigo, también. Supongo que lo que importa es resistir y no sucumbir, ya, a la inevitable caída.
ResponderEliminarabrazos
De pulsiones van las grandes historias. Son suspiros de huracanes que arrasan por la vida de uno y descuartizan el alma.
ResponderEliminarDe Bacon me quedo con su poesía emergente de la paleta. Al mirarlo yo también me crucifico en los lagos negros de mi memoria.
Un placer verte por mi blog.
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ResponderEliminarBienvenida, Portinari:
ResponderEliminarsiéntete como en casa.
Abrazos