El sacrílego profesional. Persigue cultos ignorados, se vuelve adepto a ellos sólo por el placer de convertirse en blasfemo o hereje en el último estadio de la devoción.
Sus precauciones: “No hay que apresurarse a profanar. Primero conviene familiarizarse con el santuario, participar del ritual, observar el tótem del dios regente. Sólo entonces se impone la acción”.
Su código deontológico: “Si el ídolo se resiste a la palabra, si no lo ruboriza la injuria, mancíllalo con medios más bajos”.
Su mayor logro: “Cuando a aquella cabeza de buey sagrada le metí una zanahoria en cada oreja, observé un brillo lúbrico en los ojos de las negritas”.
Sus precauciones: “No hay que apresurarse a profanar. Primero conviene familiarizarse con el santuario, participar del ritual, observar el tótem del dios regente. Sólo entonces se impone la acción”.
Su código deontológico: “Si el ídolo se resiste a la palabra, si no lo ruboriza la injuria, mancíllalo con medios más bajos”.
Su mayor logro: “Cuando a aquella cabeza de buey sagrada le metí una zanahoria en cada oreja, observé un brillo lúbrico en los ojos de las negritas”.
Qué interesantes y provocadoras tus recomendaciones, Stalker. ¿Te sientes un sacrílego profesional? Yo hasta ahora, sólo me considero un aficionado, jaj, y espero serlo de por vida. ¿O los textos entre comillas son escogidos? Me confundes/ me confundo.
ResponderEliminarFeliz tarde sabatina.
Los textos entre comillas forman parte de mi desmañada inventiva, Fackel.
ResponderEliminarMe gusta confundirte, y eso que es difícil extraviar a un sacrílego sutil como tú...
Abrazos
no soy sacrilego, mas bien sacro y creyente, aunque, o precisamente por mismo creo que es la mayor de las disidencias en este hora del mundo de pesamientos unicos.
ResponderEliminarDicho esto, también dire que el texto de la entrada me encanta.
Eres un crack stalker, y me alegro que te gustara l scwarkopf ya lo conocias? verdad? besos adolfo belmonte
esa finísima línea imaginaria que nos sitúa en uno u otro lado...
ResponderEliminargracias, stalker.
òscar.
Claro que la conozco, Adolfo. Larga vida a la música...
ResponderEliminaro en el borde entre ambos...
ResponderEliminarabrazos, búfalo
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ResponderEliminarLautremont que estás en lo incierto
ResponderEliminarbájate hasta nosotros
y deguella a los inocentes lectores
que vuelven con los misales rojos
Rimbaud que te hundíste en las afueras
carga con tu látigo sobre los obedientes
Bukowski que te bebiste Los Angeles sucios y las tristes calles de mierda, cubre las viejas tubas de los músicos proxenetas
Panero que vendimias en los huertos de Carnaby Street desencarcela a los esquizofrénicos lagartos para que al sol inmolen sus colas inútiles
Vergas de Apollinare en huelga
Orificios del irrefrenable Parnaso
Jugos de las impúberes visitadoras de Mondragon
callad un momento:
oigo llorar a un niño
se alza hoy la revuelta
es la amanecida antipsiquiatrica
de los interrogadores
y las plañideras,
de los huevos de caimán
y las herejes hostias de marzo
a esa religión disidente me apunto ya mismo, proceso la liturgia y festejo las fechas de guardar.
ResponderEliminarya mismo, donde hay que bautizarse?
blogger me pide nestrate, ¿vale como palabra sacra?
para mí, ser un hereje pero para luego poder alzar una fe más profunda y visceral.
ResponderEliminarpor otro lado, stalker y/o adolfo, quién es el tal scwarkopf? acabo de ponerlo en el emule y no sale nada, y en el google sólo aparece una crema para el pelo, ¿está bien escrito el nombre?, mi ansia musical me pide alimento y alimento...
un beso.
Querido Víktor:
ResponderEliminarno sé cómo corresponder a tus generosas entradas.
Releeré, minuciosamente, tu desbordante intervención.
¡Gracias!
Raúl:
ResponderEliminarte bautizo yo mismo, y de paso te exorcizo a mi manera: sólo para inocularte otros demonios.
Bienvenida la pequeña subersión, ésa que descorchamos con una insinuación o una sonrisa...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarAna:
ResponderEliminarse trata de la soprano Elisabeth Swarzkopf. Te gustará...
Nadie ha dicho nada de la burla implícita en la entrada: esto stestigua mi fracaso como escritor satírico.
Próximamente intentaré fracasar en la épica: éxito garantizado.
también puede significar nuestro fracaso como lectores...
ResponderEliminarPrecauciones, las lógicas que impone la consciencia de estar vivo. Código deontológico: la verdad, aunque joda. Logro: aceptación de no poder lograr lo imposible y vivir como si aún quedase la esperanza de conseguirlo.
ResponderEliminar¿Seré yo, amigo, siendo así, sacrílego?
...Un abrazo
ResponderEliminarAdolfo, creo que estás en el buen camino. Sólo hace falta soltarse un poco...
ResponderEliminarAbrazos
La verdad es que hace tiempo me noto bastante suelto escribiendo en cualquier forma. Me permito la rima, la métrica, el verso libre, la prosa, lo que sea con tal de seguir incordiando. Pero muchas gracias, porque escucho y acepto todo tipo de observaciones, críticas u opiniones. Un abrazo.
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