Anoche, en el canal 33, Chantal Maillard, Antonio Gamoneda y Albert Balasch conversaron sobre poesía y el hacer poético.
Si tenéis una hora, no os lo perdáis. Se han dicho muchas cosas muy valiosas.
El vídeo incorporado al blog ha de ser forzosamente pequeño, pero en la esquina inferior derecha hay un cuadradito que permite ampliarlo a pantalla completa. También puede verse, en un formato quizá más agradable visualmente, en el siguiente enlace:
La segunda fotografía y en general la estética del estudio de grabación me han hecho pensar en Twin Peaks, en concreto en el último e inquietante capítulo, donde las cortinas rojas dan paso a la otra realidad. Quizá la poesía también es eso.
He mirado un rato y mañana me pondré más. No lo vi en directo. A veces veo el programa, algunos días está bien, en otras ocasiones no. En general me gusta siempre que no salga Pérez Andújar (es broma, es broma... o no). Un abrazo.
este programa es de los buenos, además está muy bien llevado por sus presentadores. Una hora conversando de poesía y arte a este nivel reflexivo es impensable en las lamentables cadenas nacionales, donde la cultura dejó de existir hace mucho.
Entre poesía y filosofía y la teoría de Chantal Maillard. La creación, en una, por medio analógico y la otra por medio causal. Por fuera vemos dos puntas pero por debajo los icebers se unen. Son un mismo bloque. O como la teoría de la subjetividad de Gamoneda y ese saber no sabiendo de San Juan de la Cruz. Un saber que no se sabe. Algo que se crea por debajo. O la palabra sintomática de la que habla Maillard. O cuando Víctor Amela, que siempre aporta reflexiones y subraya cosas...le decía a Chantal sobre sus versos "escribo para que el agua envenedada pueda beberse" y ella con la nitidez apabullante explicaba "en la infancia el agua todavía era clara, luego fue envenenándose..."
Eso que dices sobre la estética del estudio y "donde las cortinas rojas dan paso a la otra realidad". Maillard habló sobre que la realidad permanecerá siempre inaprensible y esa frase que a Víctor Amela le gusta tanto de Albert Balasch "no servimos ni para vivir", y que a mí también me encanta. Y por eso damos ese paso a la otra realidad: la poesía.
vi ese programa muy interesante si te pasas por mi blog hay un video de ENRIC CASSASES que te puede interesar , ayer lo vi en la plaza del Rei recitando , muy bueno.
pareces haber sido la primera en ver el programa íntegro: ¡gracias por comentar!
Me llama mucho la atención todo lo que dices y en particular dos cosas:
cuando Albert Balasch afirma que el hombre "debe cantar",
y cuando Maillard dice algo así como: "Mi animal dentro de mí no quiere escribir, es la mente la que quiere escribir, y la mente es mi enfermedad, trazada desde antiguo, desde la infancia. Ojalá pudiera liberarme de ese lastre...". O cuando entiende el poema como "núcleo pequeño con el que no se debería comerciar". La baba del caracol.
Gamoneda estuvo muy sobrio y preciso, y se acercaba continuamente a las propuestas de ella, de los demás.
Querido stalker... qué bien que compartas estos minutos intensos. Voy a mirar y a escuchar con mucha atención; me interesa lo que pueda resultar de esa conjunción Chantal-Antonio.
Te dejo un abrazo muy fuerte y a ver si puedo dejar algún comentario después de verlo.
Es una suerte que tengáis esos programas en Cataluña. En Madrid, por traspasar varios pueblos el símil que realiza Gamoneda al final del vídeo, estamos en fase pre-homínido en cuanto a pluralidad televisiva se refiere.
La pregunta que se realiza al principio no por manida es menos interesante. ¿Poesía en tiempos de miseria? Todo tiempo cree que es el más mísero, al menos en poesía, igual que toda generación piensa que es la descubridora del sexo oral (no recuerdo de quién es la segunda parte de la frase pero no es mía). Es interesante aquella cuestión porque no tiene ningún tipo de respuesta que nos satisfaga.
Chantal diferencia entre poiesis, poesía, y el poema, atribuyéndole, acertadamente creo, cualidades de humildad al poema frente a la "parafernalia" de la poesía. Si alguno tiene oportunidad, me gustaría saber si Chantal opina lo mismo sobre la filosofía. Bajo el análisis que realiza, me resulta tan peligrosa la poesía como la filosofía, en especial porque si la poesía se está convirtiendo en un "producto", la filosofía lleva tiempo siendo el producto.
Me gusta cuando Maillard explica que vivimos una sociedad que ha olvidado cantar y reivindica ese canto como parte sustancial del ser humano. Recuerda el olvido educacional y es verdad que los niños ya no cantan en el colegio, como ella apunta.
Me gusta también cuando Antonio Gamoneda habla del descubrimiento como hábito en los niños, y la forma en que relaciona esto con su inicio en la lectura (a través del único libro de su padre). El lenguaje que descubrió era distinto al que escuchaba pero no le sorprendió porque todo en el mundo infantil es una sorpresa y por tanto un hecho cotidiano. Ahora entiendo mejor la extrañeza del lenguaje de Gamoneda y a la vez su naturalidad.
Creo que no estoy de acuerdo cuando Chantal pregunta qué poema no tiene metáforas. Es verdad que luego matiza que hay más figuras retóricas pero veo una cierta identificación poesía-retórica-placer con la que no estoy muy de acuerdo. Y creo que esa identificación explica en parte porque diferencia entre poesía y poema, siendo el poema una unidad que podría estar desnuda del engaño retórico. Si un poema puede ser perfectamente poema sin retórica, también lo puede ser un conjunto de poemas. ¿En ese caso no sería poesía? Dudas. Entiendo el peligro del placer que menciona pero también hay una retórica del feísmo.
La definición de poesía de Antonio como pensamiento rítmico es clásica en él. Me gustaría preguntarle a qué se refiere con rítmico porque creo que no está hablando, como parece, de lo estrictamente musical. De hecho añadió sensible a rítmico. Seguimos en el terreno de lo indefinible, in-comprensible que diría Chantal, después de miles de definiciones de poesía.
Me gusta cuando ella dice que "la mente es nuestra enfermedad" y que mi animal no necesita escribir nada. Creo que es el momento de más desnudez de todo el programa. Por deducción, frente a analogía poética, la poesía sería un resultado de esa enfermedad. Me parecen muy interesantes las consecuencias que se pueden extraer de esa afirmación. "La poesía es un síntoma.", dice más tarde. Y yo conecto ambos pensamientos.
Y por acabar este largo comentario, dice Gamoneda que el peligro mayor de la poesía sería que se convirtiera en un objeto sujeto a las leyes de la oferta y la demanda. Creo que ya estamos en ese peligro.
leyeron. dijeron. vi. escuché. estuve. cabeza abajo, líquidos cayendo.
la hosca sensación de que nada puede ser pensado. de que todo ha de llevar a todo, a otro lugar, que las palabras son cicatrices destinadas a reaparecer.
recordé que, por ejemplo, una perra vagabunda escrita por Gamoneda y un libro de Chantal Maillard apoyado en mi regazo pueden explicar al menos diez minutos de mi vida. eso es lo mínimo, una medida de tiempo que después fosiliza en la memoria. y en tantos otros actos. y eso,a veces, es demasiado.
en el vídeo, la serenidad reflexiva que necesitábamos.
Comentarios así son los que dan sentido a este blog. Estamos aquí para compartir estas cosas. Para vibrar así, en este unísono del espacio compartido, en la duda, en el temblor. También en la ternura. La extraña ternura.
Gracias Stalker por compartirlo ha estado genial, me ha sorprendido la naturalidad con la que se han compenetrado. Un pero, creo que no debías caer en la imposición del significado, en este caso, de la falta de significado. Citas unos versos, que no importan, y dices que nada significan, olvidas el "para ti", si no recuerdo mal creo que Chantal ha hablado de la importancia de la subjetividad. Por otro lado respeto tus gustos, te he leído a menudo y sé que ese tipo de poesía no te gusta mucho, pero creo que no se le puede negar a un poema (verso) su significado sólo porque nosotros no lo encontremos. Pero cuidado, no estoy hablando de calidad, gusto o lo que sea, estoy hablando de interpretación. Repito: los versos que has citado son lo de menos, me entiendes, no?
Los versos que he citado son de mi invención, y por lo tanto te puedo asegurar que no significan nada. Al menos, no los he dotado de significado alguno, de acuerdo por lo que, según mi subjetividad, entiendo por significado: no se trata de un sentido lógico, sino de un sabor y un saber hasta cierto punto inéditos, de una efervescencia y tensión del lenguaje, de una voluntad que se encauza en el decir y se proyecta hacia el afuera, los márgenes o las zonas de legibilidad del mundo. Esas palabras están muertas porque han sido escritas sin ninguna pasión. Claro que quizá ese tipo de arte sea posible y pueda conmover. Pero si no emerge de un fuego interior, de esa lenta falla tectónica que configura nuestro ánimo (por reiterar una de mis metáforas más abusivamente fetichizadas), para mí es una impostura. No vale nada, no tiene sentido.
No ignoro que esta es una postura radical, que sólo encuentra valor en las manifestaciones artísticas irradiadas desde la herida. Lo demás es construcción o artefacto, mímesis, representación lúdica, pero sólo la herida me habla, me sabe a algo y expresa un lenguaje que puedo entender.
El arte que para mí tiene sentido es el que hace inteligible el mundo. Para eso ha de tener ese fuego interior, ese eje desplazado o grieta que nuestra mirada ha de incorporar en el orden comprensivo y también en el abajo, donde sucede todo lo que de verdad importa.
Sin duda, todo esto me ocurre sólo a mí, en mi subjetividad, pero la subjetividad extra-vertida es ya un espacio compartido, de transición hacia el otro.
Querido Stalker, gracias por la aportación del vídeo y gracias a todos por estos comentarios. Me hacen pensar y no encuentro el final del hilo. Eso es bueno y me acompaña. Gracias de nuevo, Yaiza
Stalker he visto que ya has dejado otra entrada. No he podido ver el video aún. Aqui en el trabajo pongo en enlace y no se me abre el video y en casa llevo una semana sin poder abrir el ordenador por falta de tiempo. Pero estoy deseando verlo. Gracias.
Creo que sigues olvidándote de algo: el otro. Dices que escribiste esas palabras sin asignarles ningún significado, pero te olvidas que el significado, una vez la palabra está escrita y entregada, lo imponen otros: el lector, y en el terreno del lector, sin contexto, sin conocimento de la anécdota o pensamiento que pueda haber sugerido el poema, cualquier cosa puede adquirir un significado distinto, hasta un mosquito. Pero por otro lado, si cambiamos significar por algo más coloquial como "decir", el resultado ("estas palabras no me dicen nada") adquiere otro sentido, que si no me equivoco es donde tú quieres llegar. Entonces las palabras, por reiteración, se convierten en cliché, y lo que impresiona una vez, pierde fuerza la segunda vez, y no digamos ya una tercera, una cuarta, etc. (entonces las palabras, o conceptos, se vuelven contra el poema) y ya no dicen nadan (cuando todo arde...), si es aquí donde querías llegar entonces no hay debate. También pienso que Gamoneda ha abusado de cierto automatismo, el mismo que has querido parodiar, pero más terrible que ver a un autor caer en esos automatismos, es ver como otros autores adquieren esos clichés como si fuera una verdadera influencia.
Me ha gustado especialmente lo de la separación entre el yo y la realidad interpuesta por la mente. No asistimos a esa separación en "Cerca del corazón salvaje" de Clarice Lispector? Si no recuerdo mal, en un momento del libro la protagonista viene a decir algo parecido a: "todo se distancia de mí" (cito de memoria), curiosamente, esta autora ha sido citada en el programa.
es muy interesante, en efecto, la separación entre el "yo" y la realidad interpuesta por la mente. Muchas cosas se juegan ahí.
No es extraño que se citara a Clarice Lispector. Ella siempre está presente, aunque no se la cite, en los debates más importantes. Su obra es capital, no sólo como literatura, sino como pensamiento. A Chantal Maillard le suelen preguntar por Lispector: si la ha leído, si tiene influencia. Son visiones muy diferentes pero se parecen en una cosa: en una mirada oblicua e insumisa, y en una escritura en completa libertad.
Es muy hermoso ver eso, y muy atípico: una escritura que se expande con una libertad absoluta.
Pues mira tú, que me había perdido el debate y no sé muy bien porqué, veo que todo se concentró en tres días y no debía andar libre. ¡Cuánta cosa, van algunas reflexiones, perdona el desorden. Me gustó mucho el programa (aquí en Francia no creo que ocurriera, sólo poetas!!), nunca había oído a Gamoneda que he estado releyendo. Me gustó lo que se dijo sobre la oralidad y es algo que aparece de manera tan definitiva en la lectura de Chantal, van las manos, las entonaciones, el cuerpo, el ritmo, todo. El poema es, allí en el instante. Y eso me lleva al ritmo. Comparto totalmente lo de Gamoneda, el poema es ritmo, concatenación de palabras, el poema se da en el ritmo que es un vestigio importante de la oralidad. No hablo de música o de rima, no, es algo que es propio de cada poema y, de cada poeta. El poema es como un ciclista que se lanza a la pista y que debe encontrar el ritmo en el que es más eficaz. Me gustó también esto de arremeter contra la metáfora que dice Chantal y que habéis comentado más arriba. Con esto entramos en tu discusión interesantísima con Arturo. Yo estoy de acuerdo contigo que la imagen (y se lo escribía a una poeta andaluza hace poco) es un riesgo y que hay imágenes que no quieren decir nada. Tu ejemplo es excelente (es lo que yo llamo el silviorodriguismo, que tú describes : "es fácil jugar a los "juegos de lenguaje" preventivamente herméticos y epistemológicamente inanes, que conducen siempre a campos semánticos que fagocitan el quehacer poético convirtiéndolo en una combinatoria de palabras "últimas" que suenan bien".). En eso todos caemos, más lo jóvenes quizás, deslumbrados por el lenguaje. Y creo, contigo, que el poema tiene sentido si hace inteligible el mundo. Y bien lo dices, pero eso eres tú, alguien que precisa comprender. Ahora bien, cada cual tiende a lograrlo a su manera. Para mí hay que buscar un equilibrio, claro que es posible escribir poemas sin imágenes (me impactó mucho leer a Platón por ejemplo, tan diferente de un libro como Hainuwele), pero la imagen también puede abrir esas brechas, ésa es su tarea. La poesía de Gamoneda me impacta, aunque al principio me pareció muy hermética, hay una carga en sus poemas y en sus imágenes muy original que precisa alguna descodificación pero me parece que surge de un mundo muy concreto (los colores, los sabores, la tierra, la infancia, los olores). Y ya no sé por dónde iba. (sigue...)
En cuanto al desgaste de las palabras, estoy de acuerdo con Arturo que lo expresa con muchísima claridad : "El punto es cómo inscribe esos significantes en una cadena enunciativa". las palabras son las mismas para todos. A menos que creáramos neologismos cada dos versos para decir algo que sólo nosotros comprendemos. ¿Qué palabras deberíamos utilizar? Sólo nos quedaría el lenguaje científico y el lenguaje informático para ello que, por lo demás, ya ha sido introducido en el poema y seguirá siéndolo, abriendo, sin duda, nuevas posibilidades, pero gastándose igualmente. Yo no creo que las palabras estén gastadas sino los contextos. Hay que encontrar contextos que vuelvan a decir las palabras y es lo que dices con la poesía de la luz, etc.. Algo que a ratos me preocupa, tanto como el comsumismo de la poesía (del que, de alguna forma, también participamos, pues hay una moda de la poesía en la que muchos de los que escribimos estamos surfeando) es que la poesía se convierta en un asunto sólo de poetas. El que se tenga horror de escribir para el otro simplemente, quien quiera que sea. Escribir para otros poetas que ellos sí entienden. ¿Cómo hablar entonces de comunicación, de entrañamiento, del otro? Hay a veces un hermetismo snob, pedante, terriblemente excluyente. Eso no quiere decir que haya que aceptar cualquier cosa, pero el poema que tiende al entrañamiento, que tiende a hacer inteligible el mundo, no puede ser exclusivo de unos pocos. La sensibilidad y la inteligencia no son propiedad de la erudición. Aprecié también esto de la enfermedad humana (y creo que estamos en estado terminal) del pensamiento, de la necesidad de decir, y que la poesía es un síntoma. Pero eso somos, tenemos que vivir con esa enfermedad y dejar nuestra baba de caracol, seguiremos pensando, tratando de commprender el mundo, compartiendo conversaciones y tendremos que intentar ser felices con todo esto. Para mí, personalmente, los años que dejé de escribir es como si hubiera estado muerto, pues no tengo otra manera de pensar, es mi baba. Y bueno, ya no prolongo más. Llevo aquí tres horas mirando el final del vídeo, y leyéndoos y escribiendo y por nada me iría a dormir sin acabar de escribir. Fue todo un poco confuso, pero es que habéis estado formidables, tengo que volver a leer algunas cosas que quiero guardarlas. Un abrazo y gracias por este lindo debate. Leonardo
Stalker, muchas gracias por estos pequeños tesoros.
ResponderEliminarMuchas, muchas gracias.
Lo veré en cuanto pueda.
Abrazos.
Genial, se me pasó verlo anoche.
ResponderEliminarMuchas gracias Stalker.
La baba del coracol. Lo sagrado...
ResponderEliminarY el libro con la tinta del poeta...
Gracias, Stalker
Un abrazo
Espero que lo disfrutéis.
ResponderEliminarLa segunda fotografía y en general la estética del estudio de grabación me han hecho pensar en Twin Peaks, en concreto en el último e inquietante capítulo, donde las cortinas rojas dan paso a la otra realidad. Quizá la poesía también es eso.
abrazos
Gracias, querido Stalker, por los enlaces, que enlazan...
ResponderEliminarhermano búfalo,
ResponderEliminarhe disfrutado como un bendito escuchando a estos dos sabios...
mariwano
Mariwano, alegría de verte caer por aquí (tú eres fruta siempre madura, de esa que cae en el huerto del vecino):
ResponderEliminarhan estado sensacionales y se han compenetrado muy bien. Lucidez, ante todo.
Si alguien se anima podemos entrar en el contenido de la conversación. Hay muchos caminos que seguir, muchos puntos de fuga en que perdernos,
abrazos
He mirado un rato y mañana me pondré más. No lo vi en directo. A veces veo el programa, algunos días está bien, en otras ocasiones no. En general me gusta siempre que no salga Pérez Andújar (es broma, es broma... o no). Un abrazo.
ResponderEliminar"poema" es "oído".
ResponderEliminargracias, qhb
a todos,
ò.
Eastriver:
ResponderEliminareste programa es de los buenos, además está muy bien llevado por sus presentadores. Una hora conversando de poesía y arte a este nivel reflexivo es impensable en las lamentables cadenas nacionales, donde la cultura dejó de existir hace mucho.
salud
Hermano búfalo:
ResponderEliminarnada menos,
abrazos
Entre poesía y filosofía y la teoría de Chantal Maillard. La creación, en una, por medio analógico y la otra por medio causal. Por fuera vemos dos puntas pero por debajo los icebers se unen. Son un mismo bloque. O como la teoría de la subjetividad de Gamoneda y ese saber no sabiendo de San Juan de la Cruz. Un saber que no se sabe. Algo que se crea por debajo.
ResponderEliminarO la palabra sintomática de la que habla Maillard. O cuando Víctor Amela, que siempre aporta reflexiones y subraya cosas...le decía a Chantal sobre sus versos "escribo para que el agua envenedada pueda beberse" y ella con la nitidez apabullante explicaba "en la infancia el agua todavía era clara, luego fue envenenándose..."
Eso que dices sobre la estética del estudio y "donde las cortinas rojas dan paso a la otra realidad". Maillard habló sobre que la realidad permanecerá siempre inaprensible y esa frase que a Víctor Amela le gusta tanto de Albert Balasch "no servimos ni para vivir", y que a mí también me encanta. Y por eso damos ese paso a la otra realidad: la poesía.
vi ese programa muy interesante si te pasas por mi blog hay un video de ENRIC CASSASES que te puede interesar , ayer lo vi en la plaza del Rei recitando , muy bueno.
ResponderEliminarSay:
ResponderEliminarpareces haber sido la primera en ver el programa íntegro: ¡gracias por comentar!
Me llama mucho la atención todo lo que dices y en particular dos cosas:
cuando Albert Balasch afirma que el hombre "debe cantar",
y cuando Maillard dice algo así como: "Mi animal dentro de mí no quiere escribir, es la mente la que quiere escribir, y la mente es mi enfermedad, trazada desde antiguo, desde la infancia. Ojalá pudiera liberarme de ese lastre...". O cuando entiende el poema como "núcleo pequeño con el que no se debería comerciar". La baba del caracol.
Gamoneda estuvo muy sobrio y preciso, y se acercaba continuamente a las propuestas de ella, de los demás.
abrazos
Francis Black:
ResponderEliminargracias por la pista y el vídeo...
Querido stalker... qué bien que compartas estos minutos intensos. Voy a mirar y a escuchar con mucha atención; me interesa lo que pueda resultar de esa conjunción Chantal-Antonio.
ResponderEliminarTe dejo un abrazo muy fuerte y a ver si puedo dejar algún comentario después de verlo.
Laura.
Laura:
ResponderEliminarcreo que ha sido una ocasión excepcional y que han estado muy compenetrados,
si tienes un momento para comentar, será más que bienvenido,
muchos abrazos
Querido Stalker:
ResponderEliminarEs una suerte que tengáis esos programas en Cataluña. En Madrid, por traspasar varios pueblos el símil que realiza Gamoneda al final del vídeo, estamos en fase pre-homínido en cuanto a pluralidad televisiva se refiere.
La pregunta que se realiza al principio no por manida es menos interesante. ¿Poesía en tiempos de miseria? Todo tiempo cree que es el más mísero, al menos en poesía, igual que toda generación piensa que es la descubridora del sexo oral (no recuerdo de quién es la segunda parte de la frase pero no es mía). Es interesante aquella cuestión porque no tiene ningún tipo de respuesta que nos satisfaga.
Chantal diferencia entre poiesis, poesía, y el poema, atribuyéndole, acertadamente creo, cualidades de humildad al poema frente a la "parafernalia" de la poesía. Si alguno tiene oportunidad, me gustaría saber si Chantal opina lo mismo sobre la filosofía. Bajo el análisis que realiza, me resulta tan peligrosa la poesía como la filosofía, en especial porque si la poesía se está convirtiendo en un "producto", la filosofía lleva tiempo siendo el producto.
Me gusta cuando Maillard explica que vivimos una sociedad que ha olvidado cantar y reivindica ese canto como parte sustancial del ser humano. Recuerda el olvido educacional y es verdad que los niños ya no cantan en el colegio, como ella apunta.
Me gusta también cuando Antonio Gamoneda habla del descubrimiento como hábito en los niños, y la forma en que relaciona esto con su inicio en la lectura (a través del único libro de su padre). El lenguaje que descubrió era distinto al que escuchaba pero no le sorprendió porque todo en el mundo infantil es una sorpresa y por tanto un hecho cotidiano. Ahora entiendo mejor la extrañeza del lenguaje de Gamoneda y a la vez su naturalidad.
Creo que no estoy de acuerdo cuando Chantal pregunta qué poema no tiene metáforas. Es verdad que luego matiza que hay más figuras retóricas pero veo una cierta identificación poesía-retórica-placer con la que no estoy muy de acuerdo. Y creo que esa identificación explica en parte porque diferencia entre poesía y poema, siendo el poema una unidad que podría estar desnuda del engaño retórico. Si un poema puede ser perfectamente poema sin retórica, también lo puede ser un conjunto de poemas. ¿En ese caso no sería poesía? Dudas. Entiendo el peligro del placer que menciona pero también hay una retórica del feísmo.
La definición de poesía de Antonio como pensamiento rítmico es clásica en él. Me gustaría preguntarle a qué se refiere con rítmico porque creo que no está hablando, como parece, de lo estrictamente musical. De hecho añadió sensible a rítmico. Seguimos en el terreno de lo indefinible, in-comprensible que diría Chantal, después de miles de definiciones de poesía.
Me gusta cuando ella dice que "la mente es nuestra enfermedad" y que mi animal no necesita escribir nada. Creo que es el momento de más desnudez de todo el programa. Por deducción, frente a analogía poética, la poesía sería un resultado de esa enfermedad. Me parecen muy interesantes las consecuencias que se pueden extraer de esa afirmación. "La poesía es un síntoma.", dice más tarde. Y yo conecto ambos pensamientos.
Y por acabar este largo comentario, dice Gamoneda que el peligro mayor de la poesía sería que se convirtiera en un objeto sujeto a las leyes de la oferta y la demanda. Creo que ya estamos en ese peligro.
Gracias por el enlace, Stalker.
Abrazos
leyeron.
ResponderEliminardijeron.
vi.
escuché.
estuve.
cabeza abajo, líquidos cayendo.
la hosca sensación de que nada puede ser pensado. de que todo ha de llevar a todo, a otro lugar, que las palabras son cicatrices destinadas a reaparecer.
recordé que, por ejemplo, una perra vagabunda escrita por Gamoneda y un libro de Chantal Maillard apoyado en mi regazo pueden explicar al menos diez minutos de mi vida. eso es lo mínimo, una medida de tiempo que después fosiliza en la memoria. y en tantos otros actos.
y eso,a veces, es demasiado.
en el vídeo, la serenidad reflexiva que necesitábamos.
Laia:
ResponderEliminarme ha impresionado tu comentario.
Comentarios así son los que dan sentido a este blog. Estamos aquí para compartir estas cosas. Para vibrar así, en este unísono del espacio compartido, en la duda, en el temblor. También en la ternura. La extraña ternura.
Es así, como dices.
Me ha impresionado, de verdad.
abrazos
Gracias Stalker por compartirlo ha estado genial, me ha sorprendido la naturalidad con la que se han compenetrado.
ResponderEliminarUn pero, creo que no debías caer en la imposición del significado, en este caso, de la falta de significado. Citas unos versos, que no importan, y dices que nada significan, olvidas el "para ti", si no recuerdo mal creo que Chantal ha hablado de la importancia de la subjetividad. Por otro lado respeto tus gustos, te he leído a menudo y sé que ese tipo de poesía no te gusta mucho, pero creo que no se le puede negar a un poema (verso) su significado sólo porque nosotros no lo encontremos. Pero cuidado, no estoy hablando de calidad, gusto o lo que sea, estoy hablando de interpretación. Repito: los versos que has citado son lo de menos, me entiendes, no?
Un abrazo.
Ramón:
ResponderEliminar¿eres Ramón Eastriver? ¿Sí, verdad?
Los versos que he citado son de mi invención, y por lo tanto te puedo asegurar que no significan nada. Al menos, no los he dotado de significado alguno, de acuerdo por lo que, según mi subjetividad, entiendo por significado: no se trata de un sentido lógico, sino de un sabor y un saber hasta cierto punto inéditos, de una efervescencia y tensión del lenguaje, de una voluntad que se encauza en el decir y se proyecta hacia el afuera, los márgenes o las zonas de legibilidad del mundo. Esas palabras están muertas porque han sido escritas sin ninguna pasión. Claro que quizá ese tipo de arte sea posible y pueda conmover. Pero si no emerge de un fuego interior, de esa lenta falla tectónica que configura nuestro ánimo (por reiterar una de mis metáforas más abusivamente fetichizadas), para mí es una impostura. No vale nada, no tiene sentido.
No ignoro que esta es una postura radical, que sólo encuentra valor en las manifestaciones artísticas irradiadas desde la herida. Lo demás es construcción o artefacto, mímesis, representación lúdica, pero sólo la herida me habla, me sabe a algo y expresa un lenguaje que puedo entender.
El arte que para mí tiene sentido es el que hace inteligible el mundo. Para eso ha de tener ese fuego interior, ese eje desplazado o grieta que nuestra mirada ha de incorporar en el orden comprensivo y también en el abajo, donde sucede todo lo que de verdad importa.
Sin duda, todo esto me ocurre sólo a mí, en mi subjetividad, pero la subjetividad extra-vertida es ya un espacio compartido, de transición hacia el otro.
Un placer compartir, debatir.
Abrazos
Querido Stalker, gracias por la aportación del vídeo y gracias a todos por estos comentarios. Me hacen pensar y no encuentro el final del hilo. Eso es bueno y me acompaña. Gracias de nuevo, Yaiza
ResponderEliminarYaiza:
ResponderEliminarbusca un hueco y ves el vídeo. Es para aprender y subrayar.
Los hilos son sólidos. No nos abandonan.
abrazos
Stalker he visto que ya has dejado otra entrada.
ResponderEliminarNo he podido ver el video aún. Aqui en el trabajo pongo en enlace y no se me abre el video y en casa llevo una semana sin poder abrir el ordenador por falta de tiempo. Pero estoy deseando verlo. Gracias.
Lola:
ResponderEliminarprueba a verlo directamente en este enlace de tv3:
http://www.tv3.cat/lhoradellector/videos
Te va a gustar mucho, ya verás.
abrazos
Creo que sigues olvidándote de algo: el otro. Dices que escribiste esas palabras sin asignarles ningún significado, pero te olvidas que el significado, una vez la palabra está escrita y entregada, lo imponen otros: el lector, y en el terreno del lector, sin contexto, sin conocimento de la anécdota o pensamiento que pueda haber sugerido el poema, cualquier cosa puede adquirir un significado distinto, hasta un mosquito.
ResponderEliminarPero por otro lado, si cambiamos significar por algo más coloquial como "decir", el resultado ("estas palabras no me dicen nada") adquiere otro sentido, que si no me equivoco es donde tú quieres llegar.
Entonces las palabras, por reiteración, se convierten en cliché, y lo que impresiona una vez, pierde fuerza la segunda vez, y no digamos ya una tercera, una cuarta, etc. (entonces las palabras, o conceptos, se vuelven contra el poema) y ya no dicen nadan (cuando todo arde...), si es aquí donde querías llegar entonces no hay debate. También pienso que Gamoneda ha abusado de cierto automatismo, el mismo que has querido parodiar, pero más terrible que ver a un autor caer en esos automatismos, es ver como otros autores adquieren esos clichés como si fuera una verdadera influencia.
Me ha gustado especialmente lo de la separación entre el yo y la realidad interpuesta por la mente. No asistimos a esa separación en "Cerca del corazón salvaje" de Clarice Lispector? Si no recuerdo mal, en un momento del libro la protagonista viene a decir algo parecido a: "todo se distancia de mí" (cito de memoria), curiosamente, esta autora ha sido citada en el programa.
Un abrazo.
Ramón:
ResponderEliminares muy interesante, en efecto, la separación entre el "yo" y la realidad interpuesta por la mente. Muchas cosas se juegan ahí.
No es extraño que se citara a Clarice Lispector. Ella siempre está presente, aunque no se la cite, en los debates más importantes. Su obra es capital, no sólo como literatura, sino como pensamiento. A Chantal Maillard le suelen preguntar por Lispector: si la ha leído, si tiene influencia. Son visiones muy diferentes pero se parecen en una cosa: en una mirada oblicua e insumisa, y en una escritura en completa libertad.
Es muy hermoso ver eso, y muy atípico: una escritura que se expande con una libertad absoluta.
salud
ya tengo en qué entretenerme una de estas horas muertas del fin de semana.
ResponderEliminarseguro que merece la pena.
¡Mucho, Raúl!
ResponderEliminarsalud
Pues mira tú, que me había perdido el debate y no sé muy bien porqué, veo que todo se concentró en tres días y no debía andar libre. ¡Cuánta cosa, van algunas reflexiones, perdona el desorden.
ResponderEliminarMe gustó mucho el programa (aquí en Francia no creo que ocurriera, sólo poetas!!), nunca había oído a Gamoneda que he estado releyendo.
Me gustó lo que se dijo sobre la oralidad y es algo que aparece de manera tan definitiva en la lectura de Chantal, van las manos, las entonaciones, el cuerpo, el ritmo, todo. El poema es, allí en el instante. Y eso me lleva al ritmo. Comparto totalmente lo de Gamoneda, el poema es ritmo, concatenación de palabras, el poema se da en el ritmo que es un vestigio importante de la oralidad. No hablo de música o de rima, no, es algo que es propio de cada poema y, de cada poeta. El poema es como un ciclista que se lanza a la pista y que debe encontrar el ritmo en el que es más eficaz.
Me gustó también esto de arremeter contra la metáfora que dice Chantal y que habéis comentado más arriba. Con esto entramos en tu discusión interesantísima con Arturo. Yo estoy de acuerdo contigo que la imagen (y se lo escribía a una poeta andaluza hace poco) es un riesgo y que hay imágenes que no quieren decir nada. Tu ejemplo es excelente (es lo que yo llamo el silviorodriguismo, que tú describes : "es fácil jugar a los "juegos de lenguaje" preventivamente herméticos y epistemológicamente inanes, que conducen siempre a campos semánticos que fagocitan el quehacer poético convirtiéndolo en una combinatoria de palabras "últimas" que suenan bien".). En eso todos caemos, más lo jóvenes quizás, deslumbrados por el lenguaje. Y creo, contigo, que el poema tiene sentido si hace inteligible el mundo. Y bien lo dices, pero eso eres tú, alguien que precisa comprender. Ahora bien, cada cual tiende a lograrlo a su manera. Para mí hay que buscar un equilibrio, claro que es posible escribir poemas sin imágenes (me impactó mucho leer a Platón por ejemplo, tan diferente de un libro como Hainuwele), pero la imagen también puede abrir esas brechas, ésa es su tarea. La poesía de Gamoneda me impacta, aunque al principio me pareció muy hermética, hay una carga en sus poemas y en sus imágenes muy original que precisa alguna descodificación pero me parece que surge de un mundo muy concreto (los colores, los sabores, la tierra, la infancia, los olores). Y ya no sé por dónde iba.
(sigue...)
En cuanto al desgaste de las palabras, estoy de acuerdo con Arturo que lo expresa con muchísima claridad : "El punto es cómo inscribe esos significantes en una cadena enunciativa". las palabras son las mismas para todos. A menos que creáramos neologismos cada dos versos para decir algo que sólo nosotros comprendemos. ¿Qué palabras deberíamos utilizar? Sólo nos quedaría el lenguaje científico y el lenguaje informático para ello que, por lo demás, ya ha sido introducido en el poema y seguirá siéndolo, abriendo, sin duda, nuevas posibilidades, pero gastándose igualmente. Yo no creo que las palabras estén gastadas sino los contextos. Hay que encontrar contextos que vuelvan a decir las palabras y es lo que dices con la poesía de la luz, etc..
ResponderEliminarAlgo que a ratos me preocupa, tanto como el comsumismo de la poesía (del que, de alguna forma, también participamos, pues hay una moda de la poesía en la que muchos de los que escribimos estamos surfeando) es que la poesía se convierta en un asunto sólo de poetas. El que se tenga horror de escribir para el otro simplemente, quien quiera que sea. Escribir para otros poetas que ellos sí entienden. ¿Cómo hablar entonces de comunicación, de entrañamiento, del otro? Hay a veces un hermetismo snob, pedante, terriblemente excluyente. Eso no quiere decir que haya que aceptar cualquier cosa, pero el poema que tiende al entrañamiento, que tiende a hacer inteligible el mundo, no puede ser exclusivo de unos pocos. La sensibilidad y la inteligencia no son propiedad de la erudición.
Aprecié también esto de la enfermedad humana (y creo que estamos en estado terminal) del pensamiento, de la necesidad de decir, y que la poesía es un síntoma. Pero eso somos, tenemos que vivir con esa enfermedad y dejar nuestra baba de caracol, seguiremos pensando, tratando de commprender el mundo, compartiendo conversaciones y tendremos que intentar ser felices con todo esto. Para mí, personalmente, los años que dejé de escribir es como si hubiera estado muerto, pues no tengo otra manera de pensar, es mi baba.
Y bueno, ya no prolongo más. Llevo aquí tres horas mirando el final del vídeo, y leyéndoos y escribiendo y por nada me iría a dormir sin acabar de escribir. Fue todo un poco confuso, pero es que habéis estado formidables, tengo que volver a leer algunas cosas que quiero guardarlas.
Un abrazo y gracias por este lindo debate.
Leonardo
Leonardo:
ResponderEliminarsoberbio. Gracias de verdad por tantas precisiones, y por qué no, por disfrutar tanto en esta tierra...
muchos abrazos