sábado, 17 de enero de 2009
Herrumbres
"Yo no fui un sex-symbol, fui un sex-zombie"
Veronica Lake
(Tras ser un icono del cine negro en los años cuarenta, Veronica Lake, de verdadero nombre Constance Frances Marie Ockelman, murió con cincuenta años, olvidada y en la indigencia, tras un largo combate con el alcoholismo y las enfermedades mentales)
"El tiempo es hombre
y en sus copas brinda por la belleza"
Adrienne Rich
(¿cómo sería un tiempo femenino? ¿Qué curso remontaría? ¿Hacia qué origen? ¿A través de qué emergencias-trasvases-resurgencias?)
AVE, viaje de ida:
En Madrid se suben una docena de monjas que ocupan los asientos contiguos al mío. Estaba leyendo "Por qué no soy cristiano", de Bertrand Russell, y veo que la monjita más cercana le echa un tímido vistazo al libro, con cierto temor reverencial. Para permitir que lo observe a su gusto, voy al servicio y lo dejo en el asiento, con la portada hacia arriba, bien visible.
AVE, viaje de vuelta:
un vagón lleno de amables japoneses. Uno de ellos se confunde de asiento y una chica española le echa una bronca descomunal y le grita que le deje su sitio y se quite de enmedio. Atravieso la escena, azorado. Detrás viene un grupo de hombres, en la treintena. Los oigo hacer burla de los japoneses: imitan los gritos de los samuráis, se ríen, imitan las inflexiones de la lengua japonesa. Hay uno que se contonea como una geisha, caminando a pasitos cortos. El humor que gastan es vulgar, hiriente, ligeramente xenófobo. Siento una sorda ira carcomiéndome. Avanzo. Me siguen. Todos vamos a cafetería. Continúan bromeando. Al final no puedo contenerme y me vuelvo hacia ellos, me enfrento con el primero. Lo miro varios segundos, gélidamente. Se le congela la estúpida sonrisa en la cara. No decimos nada. Avanzamos, pero ya no hay risas. Me tomo el café en la cafetería y vuelvo a mi sitio sin mirar al grupo. Me espera un libro sobre Nagarjuna, filósofo indio del siglo II. Al parecer, Nagarjuna dijo lo siguiente:
"El nirvana es igual al samsara".
Es decir, el no-soplo, la extinción, la liberación de la rueda de las reencarnaciones es igual a esa rueda, al devenir del mundo fenoménico amonedado en el complejo entramado de la causalidad que atrapa, en su red, a todos los seres. El samsara es vacío, el nirvana es vacío. La doctrina budista de la liberación es producto de la mente humana y, por lo tanto, también está vacía.
Tengo que pensar en esto.
Ave 1. La próxima vez, yo, Stalker, me apunto llevar en el viaje "Dios no es bueno", de Christopher Hitchens. Lo pondré boca arriba cuando se siente la monjita o el sacerdote o el obispo a mi lado (o tal vez un imán) Se lo ofreceré amablemente. Puede leerlo, Hermana, Padre, Monseñor, le comentaré. Si no lo termina se lo presto, ya me lo devolverá. Al fin y al cabo somos hermanos, ¿no?
ResponderEliminarAve 2. La próxima vez, si llegan japoneses o indios o yanquis o subsaharianos y un grupo de tarados patrios se burla de ellos, pararé el tren. Que se bajen. Los españoles, claro.
Stalker. Gracias en nombre de la dignidad. Me has conmovido, ya está bien de tanta mediocridad.
(Buscaré a ese tal Nagarjuna. Hay que aprender tanto...)
Querido Fackel:
ResponderEliminarhay humillaciones que no se deben dejar pasar por alto cuando observamos que las infligen a otros. El silencio nos hace cómplices. Y hay tantas cosas que despiertan la ira: la masacre de Gaza, el aniquilamiento del maravilloso lobo en nuestro país, etc etc.
La obra más conocida de Nagarjuna es "Fundamentos de la vía media". Ahora leo un libro de Juan Arnau sobre este autor, titulado "La palabra frente al vacío", porque los "Fundamentos" son particularmente difíciles y no hay una traducción fijada. Al parecer, Nagarjuna se adelantó a Kant e incluso a Wittgenstein en el objetivo de superar la metafísica por medio de la propia metafísica. Espero enterarme bien de cómo lo hizo a medida que avance el libro... por ahora avanzo en sombra, tendiendo un cuenco, mendigando luz... :)
Abrazos
los trenes son una jungla, animales, dioses, miradas y sombras conviven y nos escrutan o devoran, hormigas rojas, filósofos desnudos a la sombra del musgo, monos con el culo pelado, misioneros borrachos atrapados en arenas movedizas, ningún asidero, el bicho en el que se rencarna el bicho que antes fuimos, pero eso también es nada, qué razón, y el tren avanzando, sombra adentro, jungla adentro, adentro del verde infinito, alta velocidad del vacío.
ResponderEliminarno me pidas más un sábado a estas horas, socio.
querido stalker,
ResponderEliminardeberías haber sido tú la madre del mundo
lo digo en serio
no sólo ha sido delicioso leer tu nueva entrada sino musculante
te doy las gracias otra vez y abrazos,
òscar.
Querido Raúl:
ResponderEliminarsuculento comentario que te agradezco de veras. El tren es eso y tantas cosas... y además, sigue siendo un medio de viajar de veras; el avión te traslada, no "te viaja"...
abrazos
Querido Ò:
ResponderEliminarA mí me gustaría que tú fueras el tío del mundo, y que el mundo aprendiera de ti.
Destruyamos la realidad y engendrémosla de nuevo, hermano búfalo.
Abrazos
Destruyamos la realidad, cada día estoy más convencida.
ResponderEliminarAbrazos
Adelante, Ella, empecemos, pues...
ResponderEliminarabrazos