miércoles, 22 de octubre de 2008

Göttingen



Barbara fue invitada a tocar en la ciudad alemana de Göttingen y, en el patio de su antigua universidad, y como regalo especial para los asistentes, compuso de un tirón esta canción, que se convertiría en una de las más conocidas de su repertorio. Este canto a la reconciliación franco-alemana no sentó bien en algunos ámbitos de París, que criticaron duramente a la cantante y no entendieron cómo una judía eslava, que en su niñez sufrió la persecución nazi, perdió a parientes y amigos en el Holocausto y estuvo a punto de morir en un bombardeo de la Luftwaffe, podía cantar la belleza del país "enemigo". Ella llegó a grabar una versión de la canción en alemán.

Cuando visité la tumba de Barbara en Bagneaux, había una corona de flores y una cinta que llevaba inscrita la siguiente leyenda: "Los niños de Göttingen no te olvidan".

Göttingen

Claro que no es el Sena
Ni el bosque de Vincennes
Pero también es hermoso
Göttingen, Göttingen.

No hay avenidas ni cantilenas
Que se lamenten y se arrastren
Pero el amor también florece
En Göttingen, en Göttingen.

Creo que conocen mejor que nosotros
La historia de los reyes de Francia,
Hermann, Peter, Helga y Hans,
En Göttingen.

Y que nadie se ofenda
Pero los cuentos de nuestra infancia
“érase una vez” comienzan
en Göttingen, en Göttingen.

Nosotros tenemos la pálida madrugada
Y el alma gris de Verlaine
Pero por Dios que las rosas son bellas
En Göttingen, en Göttingen.

Cuando nada nos dicen
callan, sonriéndonos
Y aún así los comprendemos
Los niños rubios de Göttingen.

Y tanto peor para los que se asombren
Y que los otros me perdonen,
Pero los niños son los mismos
En París o en Göttingen.

¡Oh, que nunca jamás vuelva
el tiempo de la sangre y el odio
porque hay gente que amo
en Göttingen, en Göttingen!

Y cuando suene la alarma
Si hay que retomar las armas,
Mi corazón verterá una lágrima
Por Göttingen, por Göttingen.

Y para terminar, la prueba del algodón: dos versiones de la canción separadas por 25 años. Atentos a las diferencias entre una y otra: IMPRESIONANTE; creo que con esta comparación queda claro, de una vez por todas, quién es Barbara y cuál es su aportación a la canción del siglo XX. No os los perdáis.

Aquí la original en estudio de 1965:



Y ésta es la versión en directo del disco Gauguin de 1990:



Y una versión de los sesenta en dailymotion:

6 comentarios:

  1. Bueno, ha quedado claro quién era esta mujer, desde luego, tiene una fuerza leonina en la voz que arrasa. Me quedo con la versión en directo, con un hilo de voz, agónica y casi sin aliento.
    Podrían aprender muchos cantantes cómo interpretar y sentir lo que sale de sus gargantas, esta señora se deja la piel y vive lo que escribe de una manera verdadera y auténtica.
    Se congela el alma escuchándola, y pensando en la asquerosa polémica que se creó con el tema, teniendo en cuenta que perdonar es de dioses.. y ella lo es, una diosa!

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  2. Impresionante.
    Mis líneas favoritas:
    "Mais Dieu que les roses sont belles
    A Göttingen, à Göttingen.
    "

    Para mí que Barbara se olía que algunos la criticarían, y voilà, la estrofa de:
    "Y tanto peor para los que se asombren
    Y que los otros me perdonen,
    Pero los niños son los mismos
    En París o en Göttingen."

    Estuve en París este verano y mirando ahora en el mapa dónde està Bagneux me doy cuenta de que estuve al lado y no lo sabía.

    Abrazos.

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  3. Perdonar es de dioses, Inma, cuánta razón tienes!

    Yo también me quedo con la versión en directo, y el grito o alarido final... impactante

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  4. Para otra vez, Sorel, puedes darte una vuelta por Bagneaux. La sensación, no obstante, es extraña. Me sentí muy raro ante la tumba donde ella descansa. Sentí que ella no estaba allí. Está en sus canciones, en el recuerdo, en cómo la sentimos.Pero en aquel monumento erigido por los hombres, no sentí su presencia...

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  5. Llego a tu blog por Laura. No se equivocó en absoluto al considerarlo un pequeño refugio, con auténticos hallazgos, que se agradecen en este espacio virtual donde todo se confunde.
    De seguro que volveré a disfrutar de esta muestra tan plural como valiosas.
    Gracias y un saludo cálido,
    Arturo

    PD: ni qué decir de "Stalker" de Tarkovski, tan bello como poco frecuentado en los tiempos que corren.

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  6. Gracias, Arturo, por tus amables palabras y tu compañía...

    Abrazos

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